viernes, 29 de junio de 2007

Cerrando Ventanas

Hoy me metí a internet y descubrí que todos esos posts que había escrito telepáticamente durante la semana al parecer no fueron publicados. Será el calor, o quizás las tormentas eléctricas que me han arruinado el inalámbrico mental, pensé. La cosa es que ha sido una semana intensa, bien regada (no sólo desde los cielos, naturalmente: El Lunes fue inauguración de nuestro hogar, el Martes despedimos a Jake que se volvía a California). Semana de ejercicio mental (investigación) y del otro(gimnasio + pichanga.)

"En fin. La cosa es que..."


(La cosa es que sentí un ligero placer en la derrota Colombiana, el día después de que Alessandro sacara pecho con la victoria del 2001. Pero desvarío).

(La cosa es que la pila de libros por leer está apunto de caerse arriba mío y podría, a lo menos, dejarme un poco groggy. Pero desvarío).

(La cosa es que mis vecinos del segundo piso son un dúo extraño: un estudiante de química con escasas habilidades sociales el uno, y un tipo a punto de graduarse y que no hace 6 meses llegó de Irak, no habla mucho y lee como condenado, el otro. Toca la mandolina también, pero desvarío).

(La cosa es que en cinco días el 319 se ha sentido más hogar que la Language House en 9 meses, pero eso también, me temo, es un desvarío).



He estado tratanto de cerrar ventanas mentales. Mientras más se cierran ciertos procesos, más patente se hace que hay cosas pendientes aquí y allá; y más ruido meten estas últimas. Por lo mismo, es mejor tomar decisiones que pensar en las encrucijadas, así es que he decidido postergar para el infinito mi eventual viaje a Wisconsin (quería, oh sorpresa, ir a la House on the Rock... porque esas cosas se me ocurren a mí) y dejar que las vacaciones este verano sean visitar a quienes me están invitando (de momento la zona de Westchester y Maryland...veremos). Kaytlin T. me tiene invitado a su casa y como está trabajando en NYU por estos días, será la opción perfecta para visitar la ciudad de nuevo, quedándome lejos de la ciudad misma.

Para cerrar ventanas en mi navegador: Rayando con The Clash, banda que es la segunda vértebra de esa columna que empieza con los Velvet Underground encontré un par de sitios que le podrían gustara la lola o al escolar, acá puede bajar (porque "descargar" es Horrible y tiene una clara connotación estomacal) aquellos temas de los Clash que son cover de alguien más, JUNTO con los originales. Juegue a tener un programa de radio propio y revivir "3 versiones para un mismo tema."
En el extremo opuesto: Otra gente cubriendo a los Clash.

Siguiendo con el proceso de cerrar ventanas musicales
(o
Última vez que le recomiendo el último disco de Travis,)


Eso. "The Boy with No Name" es un gran disco, con todas sus letras, si a usted aún le gusta la gente que canta canciones felices. No esa felicidad pop que viene en colores fluor sino esa que viene quitada de bulla, pintada en ocre y pastel. Al menos, este disco es como mi felicidad campesina acá en el estado de NY. Y no hay día en que no me sienta bien en que no disfrute de caminar un rato a la sombra de los árboles escuchando "Sailing Away", canción que cierra el disco de una manera impecable. Está lleno de momentos altos, "The Boy with No Name", y sí, creo firmemente que es un disco que se disfruta más lejos de la gran ciudad. Bien por Travis y sus ánimos de darnos música que es feliz sin ser simplona y que es emotiva sin ser llorona. Aparte, llegar al cuarto disco derrochando tanto talento es algo que se aprecia en el mundo de hoy, tan lleno de grupos de un sólo disco.

Se cierran ventanas y se abren otras: Mis ganas de comentarle (un poquitito tarde, eso sí) el segundo disco de Maroon 5, hablarle de la importancia de los segundos discos, contarle más sobre esa pila de libros que me amenaza, escribir sobre el último comic de mi vida, lamentar profundamente el concierto de retorno de Soda Stereo y porqué diablos no lo hacen ahora que estoy lejos del país.

Como siempre, mes amis, Detalles más adelante.

lunes, 25 de junio de 2007

Breves Bien Breves

Querido lector, hoy es Lunes.


(En serio, lo es.)


Fuera de eso. Hoy llegaron Ryan y (hasta el momento) las maletas de Alessandro. También llegó un montón de comida comprada aparentemente al por mayor. Detalles más adelante. Ryan quiere afinar sus habilidades en la cocina así es que parece que todos vamos a comprar para que él cocine.

Pasé al nivel 2 en mi investigación, del eternamente popular Mark Twain a William Dean Howells, quien fue inmensamente popular en su época pero ya no. Mi tipo de escritor, qué duda cabe.

Ayer fui atacado por una migraña-jaqueca-descompensación-o-qué-se-yo que me tuvo mal todo el día. Aún ando especialmente sensible a la luz. La examinación de mis molares no muestra otros síntomas de vampirismo, así es que asumo que es una mezcla entre el cansancio y una fátiga mental más o menos (Estoy leyendo demasiados libros [existe tal concepto, mucho me temo], pensando muchas cosas y creo que mi organismo me está pidiendo que pare un poco la tontera - que si un mac o un pc, que qué voy a comer esta semana, que las vacaciones, que tengo que llamar a Chile, que el futuro, que el espacio en la memoria para retener todo lo que tengo que retener...). Eso sí aún no puedo mirar por mucho rato esta pantalla sin que los ojos me molesten en extremo, luego lo breve de estas breves.

Mañana empieza la Copa América y espero poder arrancarme a una de las casas con TV Satelital para verla. Mañana hago la prueba para el Miércoles, claro.


Y eso sería. Últimamente escucho harto el segundo disco de Maroon 5 que me gustó más de lo que pensé la primera vez que lo oí. Lo sazono con el último de Travis, que merece comentario aparte a estas altura. Y claro, para salir a caminar y sentirse una fuente de sensualidad en el intento, qué mejor que los Stones. Que hace poco tocaron en Barcelona y nuestra pequeña Perucca estuvo ahí. Deléitese.


ps. Para ver las fotos primero abra sesión en msn, porque están en un space de msn. Space cabrón, como todo lo que tenga relación con Microsoft.

domingo, 24 de junio de 2007

sábado, 23 de junio de 2007

Celebrate Good Times, come on...(It's a Graduation)

Hello everyone, this is me, the astonishing LV, habiendo terminado mi primera semana formal investigando. Me cambié de casa, vivo ahora en el 319 de Seward Place y no tengo la más mínima idea de cuál es mi teléfono (debí haberle preguntado a la señora que llamó hoy, preguntando por la central de datos [!!] "oiga, tía....¿qué número marcoooó?". Como mi vida ha estado más o menos constreñida a cambiarme de casa (mis amigos brillan por su ausencia: Liz y Ryan llegan el lunes y nadie tiene la más mínima idea de donde está Alessandro [a mí se me ocurren las casas de al menos dos "amigas" a las que podría estar visitando] y mis compañeros de pieza son un tanto...especiales... Detalles más adelante) e indagar en pilas de pilas de libros, poco le puedo contar de mi vida. Lo que sí, lo prometido es deuda y aquí están las fotos de las graduaciones de mis más cercanos de por acá.
Música Maestro.La previa, antes de marchar.

Saliendo del Nott, hacia la graduación misma. Si reconoce a Katie Matho, anótese 37,000 puntos en la colúmna "Memoria Visual". Si usted fue ayudante de Español en Union, anótese 10 en "Vista".

La noche anterior me había ido a dormir a las 5, me desperté a las 9 y escuché unos gaiteros. Esto es una historia verdadera.

Se graduaba caleta de gente. Fue un acto terrible de numeroso.
Si sólo el mundo estuviera lleno de gente como ellos... (Mamadou, Olivier, Kaytilin y Alessandro, claro, los demás ni idea)

Amiga, Alumna y Amina, respectivamente.

Amina, El muchacho de la camisa Verde, y Lorelette. Lo más selecto del Black Power.

Y yo aquí podría largarme con la crónica del evento. Contarle quizás algo de la noche anterior, del amanecer en el Nott junto a treinta y tantas personas que se juntaron a ver salir el sol. Explicarle algo de la mecánica de la ceremonia, reproducirle el discurso que Charles Gibson dió para los graduados. Todas muy buenas cosas, pero francamente no quiero darle la lata. Algo me tengo que guardar para contarle en Chile, ¿no le parece?. Lo único que quiero reforzar es ese pie de foto de mis amigos en el departamento de Neurociencia. Fueron las palabras precisas que pensé cuando tomé la foto de quizás los cuatro individuos más hospitalarios y abiertos que conocí acá. Tomé la foto, pensé que en verdad este mundo sería un lugar infinitamente mejor si hubiera más gente como Olivier, Doudou o Kayt, y entendí que no los voy a echar de menos, pero sí que cuando rememore lo mejor de este viaje, los voy a recordar siempre.

martes, 19 de junio de 2007

Alone and in a circumstance...

[Desde mi seminario el semestre pasado agregué "Recito versos de Dickinson de memoria" al currículum. - Se entiende que de Emily Dickinson, de Bruce también, pero "six, six, six, the number of the beast" no creo que cuente.]

Hace ya tres horas que Amina dejó la casa, dejándome solo acá en el segundo piso del 207 de Seward Place. Hay una historia del bueno de Neil Gaiman que se llama "In the End", donde se cuenta lo que sería el último libro de la biblia: el hombre vuelve al paraíso, la serpiente recupera sus pies, los animales empiezan a perder uno a uno su nombre... la misma sensación de marcha atrás me invade hace algunos días, cuando lentamente todos empezaron a irse, dejándonos a Amina y a mí. Ahora Amina se fue, arrastrando por la escalera el mismo bolso gigantesco que subió a tirones hace ya nueve meses y medio. Hoy paso mi última noche solo acá en la casa y después cierro la puerta y me voy al 319.

Va a ser raro, tras casi diez meses, estar sin Amina. Anoche vino Katie Crosby y los tres tomamos vino y champaña para la ocasión. Vimos el Colbert Report por primera vez juntos y hicimos comentarios del tipo "¿te acuerdas de la gorda inglesa que se aburrió y se fue la segunda semana?". Después Katie y Amina tuvieron su lagrimeada despedida y Amina y yo brindamos diciendo que "fue bueno".



Porque sí, fue bueno.


Esta no es la última foto juntos, pero casi. Post-graduación, volviendo de buscar la cartera extravíada en Ozone la noche anterior, hicimos un alto para tomarnos la foto en el puente. Los dos TAs preocupados por el buen vestir, siempre. (Las otras dos...bueno a Linda la pusimos "Sporty" y Wakana es tan testigo de Jehová para sus cosas).


Nota para los más cercanos de mis más cercanos: Al final no pasó nada con nuestro acuerdo y Amina partió llevándose su computador, lo que me deja de nuevo ad portas de irme a vivir a Mondo Mac :S
Hay algo profundamente descorazonante en ver esas imágenes de John Lennon diciendo a principios de los 70's que "los 60's fueron sólo el comienzo, fueron sólo el despertar en la mañana. Y todavía ni siquiera llegamos a la hora de la cena. Estoy realmente agradecido de estar acá". Se ven tan convencido que, bueno, uno no puede dejar de mirar al mundo hoy y...bueno, hay algo profundamente descorazonante en ver esas imágenes de John Lennon diciendo a principios de los 70's...

lunes, 18 de junio de 2007

El fin de las vacaciones y el comienzo de...

Y resulta que son las tres de la mañana y estoy trabajando formalmente como ayudante de investigación, preparándome un mapa para leer todo lo que sea posible leer sobre Mark Twain en esta interruptidísima semana (Mañana espero despidamos a Amina, el Martes debiera cambiarme de computador, el Miércoles de casa). Escribo en un diario moleskine inaugurado especialmente para la ocasión. Los nombres de libros, códigos de biblioteca y referencias electrónicas van y vienen, cuando de fondo, mi zapping se ha quedado parado en C-SPAN 2 Book TV. Una voz anuncia

"La próxima semana: Fulanito de Tal decidió subastar una colección de ejemplares escasos y valiosos sobre cartografía, historia y arquitectura que acumuló durante ochenta años. Sin embargo, murió meses antes de que la subasta se realizará. Esta fascinante historia en la próxima edición de...."

Y yo me pregunto: ¿No será mucho?

Minutos después estoy escribiendo estas líneas y la tele sigue en el mismo canal.



A todo esto, sepa usted que Samuel Clemens aka Mark Twain no sólo publicaba sus novelas serializadamente, construyendo un universo de personajes como Tom Sawyer y su spinoff Huck Finn (dice mucho de la cultura yankee que "la Gran Novela Americana" sea un spinoff), sino que además tenía algunas humorísticas obsesiones matemáticas, no la menor de ellas un fijación con el número 44.


Las grandes mentes, querido lector, las grandes mentes...

Dia del Padre

Hoy fue el día del padre en los circuitos comerciales de buena parte del mundo Occidental. También fue el día de la graduación de la generación 2007 del Union College, pero eso será cubierto en un fascículo especial que circulará con este blog en algún lugar del futuro.
En casa nunca nos han gustado estos días medio inventados para vender cosas, aunque siempre buenos para gozar de un buen almuerzo, debo decir.
Ahora que el día del padre termina, LV55 rinde un pequeño tributo al vínculo paternal con una minúscula demostración de comunicación padre-hijo, que figuró hoy día mismo por acá, en el adult swim del Cartoon Network

jueves, 14 de junio de 2007

Así es como uno sabe las cosas, pues...

Día de lo más común en mi expatriada vida. Cuando me estoy por levantar para ir a la oficina de Daniel, tengo correo de él pidiéndome que le mande las notas por mail. Listo. Cuando me estoy empezando a sentir de vacaciones, llega correo de Brenda diciendo "no creas que me he olvidado de ti, pronto te mandaré los primeros datos para que te pongas a trabajar". Listo.

Mi Querido Diario: Hoy no hice NADA. Y lo disfrute inmensamente. No sentí la presión de tener que ir a algún lado ni sentir que estaba sacando la vuelta de nada. Es miércoles, así es que leí los comics del día (World War Hulk está entretenidísima, pero no sé si dé como para comentarla acá). Después leí un rato algunas cosas sin ilustraciones (un poco de Rushdie y una pinta de Gaiman) y me levanté cuando se me dió la real gana (6 de la tarde ya pasadas). El Pulento demostró con creces porque alguna gente se convence de llamarlo Dios y me regaló un día "frío" para los estándares primaverales (o sea, se podía usar ropa). Salí a cenar y estaba todo cerrado, salvo West, donde me encontré con Ryan, Steph y John (uno de los múltiples Johns). West mismo estaba cerrado así es que mi última cena ahí terminó siendo un tazón de algo idéntico al cereal Milo, con leche y de pie en uno de sus pasillos. Salí a caminar y sentí de nuevo esa paz de no tener nada que hacer. No tener que ir corriendo a preparar una clase ni a leer nada. Libre cual plumífero caminé bajo el atardecer, lento.

En casa ya ví la final de la Libertadores (mijito, si usted no saquea a su rival cuando es local en la Libertadores es de puro gil que es nomás) y conversé con Kay. Después me dediqué a hacer orden, botar papeles esencialmente, separar mis libros y mis cosas de aquellas que son parte del legado para los TAs chilenos. Me rendí con menos de un cuarto del trabajo por hacer, confíado en que tengo aún 5 días más antes de dejar esta casa e irme al 319 ("The party house" alguna gente la está llamando desde ya...rótulo que....no sé que tanto me sienta, pero qué diablos).

Y de repente, en este día de hacer tantas cosas dentro del no hacer nada, en este día de releer mis pomposos apuntes la primera vez que conocía a cada uno de mis ex-estudiantes, en este día de leer las desventuras del Hombre Verde y de ver el talento de Román, así, de la nada, supe que voy a volver a ir a Nuev York antes de irme a Chile, supe que la primera línea de lo próximo que voy a escribir es "Si esta historia tuviera lugar en un bar del hemisferio Norte...", y que si tengo el tiempo en medio de mis atareados días, enfilaré, sí, hacia Winsconsin.

Así es, en efecto, como uno sabes las cosas, pues...

martes, 12 de junio de 2007

¿Y qué más hacen los checos?

Venden la pomada, naturalmente.

Bonito Schenectady

Ayer fui al correo. Si usted se pregunta qué tiene eso de peculiar o por qué diablos uno iría a la oficina de correos que está a tres cuadras del campus, teniendo una oficina de correos EN el campus, pues bien, la respuesta está aquí. [anótese 10 puntos por perspicaz si pensó eso en cualquier caso. Réstese 10 si usted fue ayudante en Union o si lo va a ser]. La principal razón, aparte de la ya señalada, era salir a conocer un poco más de mi ciudad-pueblucho y expandir la búrbuja. Tenía la secreta ambición de encontrar las míticas partes lindas de Schenectady, que me habían sido esquivas durante 9 meses.

Las encontré, fíjese.



Tras pasar bajo un pequeño puente ferroviario, Schenectady la ciudad que casi comete suicidio después de la Gran Depresión deja paso a Schenectady el pueblo colonial junto al río. La arquitectura agarra aires de restauración y mantenimiento y el ruido de los autos empieza a quedar atrás.

De pronto, al bajar un callejón, se avista el río. Cada uno de estos callejones que dan al río dan la sensación, bajo el calor de la primavera, de tener capturado al tiempo. Caminar por ellos es sentir como el cuerpo entero se ralentiza y si acaso alguien me hubiera preguntado algo, quizás hasta le hubiera contestado moduladamente.


Y después uno llega al río. Por supuesto, uno nunca llega dos veces al mismo río, pero aún así el lugar es un pequeño paraíso. Prohíbidos los vehículos motorizados, quizás el mejor atributo del Riverside Park sea el marco de silencio perfecto para disfrutar de tan ameno espacio a la sombra de los árboles.

La caminata se extiende brevemente, antes de ceder paso a un muelle y después otro trecho de caminata. Como este cronista carece de total tacto para calcular las medidas, incapaz siquiera de orientarse en los metros que tiene el área de una cancha de fútbol (las responsables son claramente esas escaramuzas Carcuro-Livingstone sobre si el remate fue desd 35 o 40 metros), tiene que refugiarse en cosas como "brevemente" o "otro trecho". Lo siento mucho.

Las diversas ramas del Mohawk se ven mientras uno recorre este pequeño paseo, que está más diseñado para sentarse que para pasear propiamente tal. Imposible no querer volver a sentarse con un libro sobre sus bancos o sencillamente sentarse a mirar el río, preguntarse si acaso el río es el mismo y echar raíces. Todo esto debiera formar parte de un conveniente paquete turístico para filósofos, naturalistas y en general para todos aquellos que se sientan identificados con el término "pre-socrático".


Mi caminata me tuvo, por esas cosas del destino y el azar, sentado tanto de ida como de vuelta en el mismo banco. Al frente de él una placa conmemorativa para una chica que murió hace unos años. Ahora cuando volví y reparé en que me había sentado en el mismo banco me fijé que la muchacha había muerto a los 26 años. Sí, me sentí atrapado en una novela de Stephen King, pero no investigué más al llegar a casa. A veces es mejor cerrar el libro.

domingo, 10 de junio de 2007

Las Vacaciones

Empezaron las vacaciones. El viernes. A las 5 de la tarde.

Mi cerebro se había tomado varios días libres antes de eso, claramente, pero aún así, salí oficialmente de vacaciones a las 5 de la tarde del viernes pasado. Quedan algunas informalidades, como evaluar a mis tutelados o entregar la llave del departamento de Humanidades, pero fuera de eso ya estamos.

Lo que no es menor es que tienen que pagarnos, por su atención, muchas gracias.



Me he enterado de la alineación del 319 de Seward, mi residencia desde el próximo Miércoles y hasta el fin de mi viaje (que no será comunicado por este medio, por razones de seguridad nacional). Hasta el momento jugamos con: Liz, Alessandro, Ryan y Joe en el primer piso y Stephanie y Yours Truly en el segundo. Semejante compendio de individuos me tiene harto feliz y ansíoso por dejar esta casa, la verdad.

No salí a pasear por Schenectady como tenía proyectado porque el calor envuelve al cerebro en una niebla infernal. Las tormentas de verano algo hacen por aplacar la causa, pero para serle franco, temo por mi hidratación este verano. Al parecer el aire acondicionado de la biblioteca será mi segundo mejor amigo esta temporada estival.


Las Vacaciones en sí son un misterio hoy por hoy, quizás me arranque a la ciudad, quizás me vaya para otro lado...tengo ganas o de ir a Canadá (para lo que debería pasar o por NY o por Saratoga primero para tramitar la visa) o de irme a Wisconsin...



En serio, a Wisconsin.


Detalles, quizás, más adelante.

viernes, 8 de junio de 2007

¿Y los checos?

Una de las razones por la que los checos ya no figuran tan prominentemente en estas páginas es porque, mientras uno batalla por escribir creativamente, leer los libros que le asignan, más leer los que le gustan libremente, batallando con el hacer clases y tener una vida moderadamente social, esta gente de la Europa Oriental ha andado haciendo cosas como esta:



¡POR QUÉ NO TOME EL CURSO DE ARTE DIGITAAAAAL!!!!

-por su atención, muchas gracias.

La Última.

Hace dos semanas lo tuve claro. Un pequeño instante de lucidez. Pilar me pasó unas hojas con los verbos que nuestros pequeños estaban aprendiendo en el subjuntivo y pude verlo todo con la claridad de un francotirador bien posicionado. En tres segundos supe que mi penúltima sesión de ayudantías la pasaría repasando el subjuntivo, usando para practicar décimas y romances compuestos especialmente para la ocasión, esperando que el esquema de rima y el ritmo les diera a mis alumnos algo de que aferrarse a la hora de construir su vocabulario. También supe como me despediría de ellos y cuál sería mi última actividad como ayudante de español en Union.

Hoy pasó.

A las cuatro treinta y cinco repartí las hojas. A las cuatro treinta y cinco puse play por última vez en la consola. Dos minutos con treinta y siete segundos después me sentaba en la mesa para empezar, con un suspiro a ver que tal les había ido completando la canción. Perfecto. Lejos de pensar que cómo no se me había ocurrido usarla antes y recriminarme por ello pensé que era, de hecho, perfecto poder cerrar el año y la experiencia así. Después el envoi, que me había venido tan claro camino a casa desde la oficina de Pilar:

"Esa fue 'Te Recuerdo Amanda' de Victor Jara, cantautor chileno de por ahí por los 60's y 70's. Cuando les hablen de mi país es probable que oigan hablar de Pablo Neruda y el premio Nobel y toda la cosa. Pero entonces podrán decir, ya sea para hacer conversación o sencillmante alardear con sus amigos, que alguna vez conocieron a alguien que venía de Chile y que creía firmemente que hay más poesía y belleza en esta canción de Victor Jara que en la obra completa de Neruda.

Y con esto, queridos míos, termina de una vez y para siempre el laboratorio de Español."

Después la informalidad, la última lección: distinguir entre decir "hasta nunca" y decir "hasta siempre". Las sonrisas y los "aaaaaw". Pasarle la sala a Amina para que hiciera una de sus clases particulares. Salir con las piernas aún un poco tiritonas a respirar el aire. Quizás, once horas después, escribir un post al respecto. Quizás regalarme el sábado para salir a caminar por Schenectady y, lejos de todo rostro conocido, mirar atrás.


Y saber, en algún lugar, que algo llegó a su fin.

miércoles, 6 de junio de 2007

Arundhati R♥y

Arundhati Roy es, sencillamente, increíble.
Su única novela "The God of Small Things"(El dios de las cosas pequeñas. Anagrama, 2000 - para que lo vaya a fotocopiar altiro) ganó el Booker Prize, uno de los pocos premios aún respetables de la escena literaria, en 1997. Es todo lo que ha hecho en ficción (tiene un par de guiones por ahí eso sí).

Arundhati Roy cayó un poquitín en el ojo del huracán al decir, recién pasadito el 11 de Septiembre de 2001 que Estados Unidos se la había estado buscando. Decir cosas como esa, venirlas diciendo desde antes del fatídico día aquél, y sostener argumentos sobre cómo mientras en el Medio Oriente haya gente con hambre vamos a tener ataques suicidas para rato, la han hecho ganarse el encono de muchos por acá por donde yo vivo estos días.

"The God of Small Things", debo decirlo de nuevo, es una novela hermosa. No me canso de recomendarla ni de recordar llegar a su penúltimo capítulo en la biblioteca de la U y salir corriendo al baño a buscar con qué secarme las lágrimas que se me agolpaban. Por estos días, Kamila Shamsie con su "Kartography" (Harvest, 2004, aún sin traducción porque traducirla sí que será un dolor de cabeza) le hace la competencia en mi corazón. Federer y Nadal de mis lecturas, respectivamente.

Arundhati Roy no tiene entrenamiento literario alguno. Estudió arquitectura sin terminarla, proviene de una familia acomodada india, y es ferviente activista en contra del nuevo imperio. También fue instructora de aérobica.

Hoy, en medio de mi enmarañado día (vaya si no nos hace falta tomar prestado "convoluted") leía uno de sus ensayos recopilados en "An ordinary Person's Guide to Empire", la señora (un año mayor que mi madre, lo que no es mucho decir y sólo explica porque me cuesta pensar en ella como "señora") se despachó la siguiente perla (la traducción es mía, mientras tanto):

"Las crisis polarizan a la gente. Nos apuran para que tomemos decisiones desinformadas: "O estás con nosotros o con los terroristas." "O eres pro-privatización o pro-Estado." "Si no eres pro-Bush, eres pro-Saddam Hussein." "Si no estás con los buenos, estás con los malos".
Estas son elecciones falaces. No son las únicas que tenemos. Pero, en una crisis, nos volvemos arqueros en una definición a penales de un partido de fútbol. "



Me despido, reiterando que Arundhati Roy es, sencillamente, increíble.

La Última (???) Noche de Insomnio : Teleradio Donoso

Si algo marca una clara diferencia entre el mundo de la educación superior y el resto de los mundos que anda dando vueltas por ahí son las noches de insomnio semi-productivo. Quizás esto se aplique sólo al mundo de las Humanidades (sospecho que el insomnio de los que estudian Arquitectura es harto más eficiente) o quizás sólo se aplica a la vida de yours truly que es tan pero tan despistado y cuya mente es tan herrática que TIENE que escribir sus veinte página finales mientras lee comics, escribe en su blog, come y escucha música. A veces todo a la vez.

Esta última noche de insomnio (qué desfachatado suena eso, casi todos sabemos que mañana será aún peor) la he pasado escuchando, entre otras cosas, el disco debut de Teleradio Donoso, una incipiente banda chilena.

Suenan bien los Teleradio. Melódicos, cargados al lado más pop del rock, evitaré compararlos con los cinco grupos [este blog lanzará pronto la campaña: No diga "el sitio de la banda". Diga "la página del grupo"] con quienes es más obvio compararlos. Sí me hace un poco de ruido cuando se les carga la mata para el lado Beatle, pero tampoco es algo tan terrible.
El disco es redondito, lejos de los excesos pasados de revolución de Los Bunkers (grupo que le provocan serios problemas de digestión a quien escribe), Teleradio aporta algo más de finura a la tan necesitada escena local. "Gran Santiago" es un excelente y promisorio debut y sólo le puedo recomendar que lo haga suyo, especialmente si usted lee este blog y su nombre empieza con K,S o G (quizás J). Si no lo encuentra en la internet (cosa harto difícil, considerando que de ahí lo sacó yours truly), vaya a su disquería amiga y desembolse esas cinco lucas. El disco vale Cinco lucas, en serio, ese es un juicio estético por estos días.

En otra nota y antes de volver a intentar explicar porque Emily Dickinson hizo lo que hizo y a seguir comparando manúscritos con variantes con la edición de mil novecientos y pico con la última edición y dale que va, quiero aprovechar de saludar, a menos de cuarenta y ocho horas de terminar mi pasada como ayudante de español en Union al bueno de Sebastián Echeverría, mi predecesor inmediato por estos lugares, quien hoy se une al selecto, sensual y exclusivo grupo de los que tenemos 26.

Tendrá que perdonar, Sebastián, que no te dedique una pieza más larga, pero las circunstancias apremian. Vaya de cualquier forma un abrazo, y si estuviera por allá te regalaba el disco de Teleradio, que duda cabe.

¡Salud!

A todo esto, te llamaron del Bank of America el otro día. Les dije que te habías ido a vivir a Nuevo Méjico donde cruzabas la frontera habitualmente en compañía de "amigos". ¿Todo bien con eso, no? (en todo caso me pareció que llamaban para puro joder o hacer encuestas).

martes, 5 de junio de 2007

La última de las diatribas contra YouTube

Desde tiempos ya olvidados, este blog se ha resistido fervientemente a dejarse llevar por la manía de YouTube. Esto, principalmente, porque quien escribe suele a veces comportarse como un viejo de mierda y gusta de imaginarse bastón en mano azotando todo aquello que transpire un cierto aire de popularidad sospechosa. Pero a veces, sólo a veces, uno tiene que dar un paso hacia adelante y dar un mínimo giro de apertura de mente y sencillamente dejarse llevar por la corriente.
Así es como, en medio de una semana de 4 días que promete aniquilarme, me he encontrado solazándome con los links noventeros que el bueno de Perucca me hace llegar de cuando en vez (entre Inner Circle, K7, y Snow, imposible resistirse, la verdad). Y la verdad es que más allá de eso, el tema no resiste mucho análisis. La posibilidad de ver desde la salida de la U contra river el 96 hasta la encantadora parodia I'm a Marvel/I'm a DC es demasiado buena como para dejarla pasar así como así nomás.

Claro que mi formación postmoderna, postcolonial, post-todo no deja de hacerme desconfíar de un medio que puede terminar volviendo el depositario definitivo de las manifestaciones culturales más relevantes de nuestro tiempo. YouTube, que se alza como la biblia de nuestros tiempos es tan falible y susceptible a omisiones como la antología judeo-cristiana original. Por meses mi experiencia con YouTube fue más bien frustrante, quizás porque las cosas que más me gustan suelen ser medio marginales. El hecho es que, al día de hoy, uno puede navegar por este aparentemente infinito continuo cultural y NO encontrar

1) El gol del Fantasma Figueroa que fue el mejor de la temporada 92.
2) El video de "Latinos a Ganar" de El General
3) Si bien está "Un Nuevo Baile", cómo es que nadie ha subido el video de "Málditas Cajitas Rectangulares" ¿ah? ¿ah?

La lista es más bien larga e igual de absurda que esta breve muestra, pero el punto se mantiene. Por lo pronto este blog hace las paces con YouTube presentándole el video de "Together in Electric Dreams", cepa del 84, por Phil Oalkey y Giorgio Moroder. Todo lo que usted ama y odia de la década aquella esta aquí, se lo garantizo:



Eso sí, no se haga, como Christina, falsas esperanzas y vaya a creer que por esto voy a tener celular ahora. ¡Por favor!

lunes, 4 de junio de 2007

La Última....

Señoras y Señores, Respetable Público y Querida Audiencia Mía, este humilde espacio se enorgullece en anunciar...

La Última Semana.


Comenzó hace dos horas, comenzó hace 4 días. Piénsese como se piense, esta semana entrego mis últimos ensayos, hago mis últimas clases y Union entero se viste de despedida, las últimas fiestas, las despedidas. El 16 es la graduación de buena parte de mis conocidos y de ahí hasta nunca, hermano. Por lo pronto el Sábado tuvimos los fuegos artificiales de cierre: la música más mala, la tanda más corta, pero el espectáculo en sí mucho mejor que el de principios de año (vi el comienzo desde el auto de Kayt, que no encontraba estacionamiento pero sí encontró a Liz en pos de una botillería, así es que en eso estábamos cuando empezaron las explosiones - puntos menos para Liz por decir "¿tan temprano, será una prueba?"). Los ví solo, entre los árboles que estan cerca de la fraternidad en frente a mi casa. Se sintió bien, estar solo, mirar alrededor y ver tantas caras conocidas, saludar a la gente y empezar a sentir esa pátina que recubre los momentos que tienen gusto a final. Un momento de paz antes de la demencia de esta semana.

Hoy Domingo jugué la última pichanga. Bajo la lluvia, intensa, dos equipos de a 8 compuestos de lo más selecto de lo selecto: esa gente que durante estos 9 meses demostró con creces estar tan enamorada del deporte más bello del mundo como yo mismo. Dió gusto. Y ganamos. Así, cualquiera.

Los últimos fuegos artificiales, la última pichanga, los últimos ensayos, la última clase. Este Viernes tenemos la última gran junta en nuestra casa, antes de que deje de ser nuestra casa. Con Amina planeamos invitar a los más cercanos a tomar vino y escuchar bossa nova. Después yo salgo de vacaciones y el otro Viernes la gente se empieza a ir. Para mi trabajo de verano se me ha asignado otra casa, y si bien pensaba patalear al principio, para no tener que cambiarme y poder estar sólo, me he enterado que tanto Alessandro como Katie Matho van a estar viviendo ahí también, así es que vale la pena. Un mes con ellos dos, después a cuidar la casa de Audrey, alimentar a su gato y usufructar de una internet sin firewall. Después Chile y el resto es historia.

Pero ahora mismo está empezando el fin. Copiosos detalles más adelante.

Un día Normal

El Sábado a la una era la hora señalada para el asado en casa de Daniel Mosquera, profesor del departamento de español acá en el Union College. Los invitados eramos un selecto grupito hispanófilo, o sea Ryan, Colin, Alessandro, Kaytlin (nuestra conductora asignada) y yo. El grupito terminamos siendo Ale, Kayt y yo porque Ryan se fue a NY y Colin tenía visitas.

Kayt me llama a las 11, para asegurarse de encontrarme despierto una hora y media después, cuando me pase a buscar. Una ducha corta para matar el infernal calor, me visto y voy saliendo (muy de pantalones, camisa abierta y sandalias) cuando Amina me ve y se despacha la frase "Uh, Leonardo, ¿para adónde vas tan metrosexual?". Vergüenza y Vanidad aparte, le respondí, con toda la honestidad del mundo, que tenía un asado con colombianos, lo que significa que el vestir no era algo que pudiera descuidar. Si hay algo peor que sentirse feo, es sentirse con poco estilo. Y vaya si los individuos de países tropicales no pueden hacerle eso a uno.

Frivolidad aparte, el día prosiguió su curso. Kayt llevaba unas galletas, así es que Ale y yo pasamos a comprar vinos. Un tinto para la carne y un blanco para la previa, como dios mandó tras crear el mundo y mientras Adán se entretenía poniéndole nombre a los animales. Al pasar por la registradora me enteré que el socito dueño, el tío de la licorería, había nacido en Chile. No hablaba una jota de español, pero nació en Chuqui el 29, así es que todos sabemos cuando se fue del país. Antes de partir, mientras Ale y Kayt me miraban con cara de "ya poh", me dijo que desde sus años en Chuqui su madre juró nunca más ver un grano de arena. Le podría haber nombrado la cantidad de jugadores que se fueron de Cobreloa diciendo lo mismo, pero para qué, pensé, y marchamos.

Si Kaytlin Tagarelli te lleva a ciertos lugares de Albany, has de esperar demorarte un poco más de lo previsto y darte un par de vueltas de más. Esta no fue la excepción, y terminamos llegando a lo de Mosquera a eso de la 1.30, tras haber escuchado por completo un CD que un ex-novio le había grabado a Kaytlin, compuesto en un 40% de reggaetón y en un 60% de Juanes.

No, no hay fotos.

Pero fue una gran tarde. Llegaron más amigos colombianos (bastante menos estilosos que mi amigo y mi profe, lo que confirma que generalizar es malo e impreciso - aunque sirva para hacer comentarios sabrosos), nos contamos todos la vida entre todos, Daniel se sumó a la campaña "llevemos a Leo a estudiar a St. Louis"(campaña que este blog no difunde por su imparcialidad a toda prueba), comimos cebiche de camarón, ensaladas aliñadas como la gente (y no como los yankees) y una rica carne con longanizas y pebre (o "ají" como le dicen en el país de Sudamérica que da a los dos Oceános). Todo muy bien acompañado por dos botellas de blanco y dos de tinto (Daniel nos esperaba también con una de cada una). Por momentos, ese ambiente transplantado: los colombianos riéndose de sólo imaginar como estarán los argentinos porque el Cúcuta le ganó a Boca, acordándose del mítico 5-0 en el monumental, el pelambre clásico a nuestras autoridades educativas y esa pequeña complicidad de sabernos miembros de culturas tanto más ricas emocionalmente. Desde que estuve en Virginia Beach que no comía con gente hechando chistes de doble sentido a mi alrededor. Impagable.

Resulta que los únicos que tomábamos eramos Alessandro, Daniel y yo. Cosas del destino, el trabajo y ser conductora asignada, que le dicen. Entremedio se nos largó a llover y el cambio de ambiente más las 4 botellas de vino y la gratísima conversación hicieron que nos fuéramos de vuelta a las 9, cuando tuvimos que decidir si en definitiva nos quedábamos a comer o no (cosa que nunca estuvo en nuestros planes). En algún momento del camino de vuelta, Ale dice "pasamos ocho horas ahí dentro". Y así había sido.

De vuelta, Kaytlin y su CD. Después de mi tarde de inmersión en la comunidad, ahora escucho a Juanés y le siento el acento.

En serio, y también puedo distinguir entre las variantes léxicas del colombiano (y porqué es que Juanes dice que si me enamoro sea de VOS, duda que he de confesar me carcomía un poquito, esto de encontrar voceo tan lejos del Río de la Plata).

No me pida que le enumere las tres ciudades que conforman el Eje Cafetero del país. Fueron, después de todo dos de blanco y dos de vino.



Aunque la culpa, obviamente, la tiene el reggeatón de ida y de vuelta.

sábado, 2 de junio de 2007

¡Máldito!!

Anoche, tras dos décadas de vida alfabetizada, se me hizo notar que "maldito" no lleva acento en la primera sílaba.

Una rápida búsqueda indica que el siniestro sólo fue perpetuado una vez en las páginas de este blog. De hecho, tuvo lugar en el volumen uno de este blog. Sin embargo, nunca le he creído mucho a Google cuando se trata de este humilde espacio.

Este humilde espacio quiere pedirle disculpas a todos quienes han sido malditos alguna vez en su vida, al maldito gato de Juan Emar, al maldito Amor de Supernova, al maldito sudaca de Los Prisioneros, a la gente que compra esos libros de la colección "Los Reyes Malditos", al maldito Chandía que no se atrevió a cobrarle ese maldito penal en contra al indio, y a la maldita línea de dirigentes que sigue obstaculizando el proceso para sanear nuestro amado club. Mejor que no, a esos últimos no pedirles disculpas por nada.


Alguien alguna vez dijo que hablar conmigo por messenger era como hablar con alguien con hipo. Cosas como esta le dan la razón.

viernes, 1 de junio de 2007

¿Y si el Norte fuera el Sur, Joan Manuel?

El ocio, la saturación del análisis literario y la tecnología hicieron posible que me respondiera la pregunta aquella. ¿Y si el Norte fuera el Sur? Invertí la latitud de mi pueblito de residencia de los últimos nueve meses y voilá:Señoras y Señores, el pueblo de Schenectady, Chiloé, Décima Región de los Lagos (ni ahí con la nueva regionalización hasta tocar suelo chileno - aparte es harto esquizofrénica la nueva regionalización).