martes, 7 de marzo de 2006

La Impermeabilidad de un Comienzo

Hoy inicié las clases por vez número veinte en mi vida. Más caras nuevas que nunca, mayor porcentaje de rostros desconocidos, sin amigos ni conocidos en la mayoría de los ramos. Se siente maravilloso. Algo de mantra tiene esta repetición del mito del comienzo de año: una repetición que está adormecida, des-semantizada, deslavada de tanta iteración, como la palabra atomizada en la Nueva Novela, o como el buen garabato que ha completado el periplo desde el tabú de las malas costumbres hasta la muestra de competencia social. Sin shocks ni sorpresas (bueno, casi), fue un buen comienzo de año.

San Joaquín está, oficialmente, libre de Fantasmas.

Buenas Noches y Buena Suerte.

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