martes, 14 de octubre de 2008

De selección

Casi 48 horas después, todavía le cuesta creer que se quedó viendo un partido TAN malo.

domingo, 12 de octubre de 2008

Recientemente descubrí, atropellado que soy, algo obvio. Cuando lees un libro en un dispositivo electrónico, como mi Palm(tm), careces, por lo general, de un marcador de páginas y de la natural expresión física (i.e. quedan pocaashooojas) del librobjeto. Por lo tanto, dejas naturalmente de anticipar mentalmente el momento en que el libro terminará, dejas de calcular como se han de resolver las cosas y el libro puede, en efecto, terminar en cualquier minuto. Porque cuando usted, leyendo un librobjeto, se va enterando de que Pepito y Florencia están separados por un óceano de contratiempos, pero usted siente como su mano derecha sostiene aún unas 200 páginas de contratiempos anticipa que en en esas doscientas algo pasará que reuna a Pepito y Florencia. Asímismo, si la susodicha mano palpa no más de 15 páginas, usted no les ve mucha salida a Florencia y Pepito. A menos, claro, que usted esté leyendo a Jane Austen, pero en ese caso permítame extenderle mis condolencias.

No pasa eso en la Palm(tm). Y es una grata experiencia.

Esto porque terminé, finalmente, "El Maestro y Margarita". Pasó hace un rato ya, pero el correr de los días me ha tenido lejos del teclado. Lo leí integramente como archivo y fue extraño, llegar al momento en que Margarita y Maestro se reúnen, el momento en que Todo, Todo hace sentido en la novela y, sin tener la intuición de mi mano derecha, no saber qué iba a ser de ellos.

Bajaba yo desde el extremo Oriente de mi ciudad. El sol estaba caído hace cosa de minutos y el aire saturado de transporte público y un día de primavera que había terminado queriendo no dejar calor para el verano. Y cuando el maestro se reunió con Margarita y yo me estremecí entero, en parte de no saber qué sería de ellos, me hallé dejando el libro de lado, levantando la cabeza para ver si al resto del mundo le pasaba lo mismo y miré por la ventana, dejando pasar un rato.
Volví a leer cruzando mentalmente los dedos, rogando para que la historia terminara ahí.


Siguió andando la historia. Pasaron cosas más menos del talante de las que habían estado pasando y el autor explicó algunas cosas y lanzó otras tantas al aire. No defraudó ni mucho menos. Para mí el libro había terminado unas cuántas páginas antes eso sí.



-Comience la semana (y la temporada oficial de Días Largos) con "Needy Girl" de Chromeo.

Yo lo hice ya. La temporada anterior la terminé con la banda sonora de Twin Peaks: Fire Walk With Me, la que escuchada en conjunción con la de Eyes Wide Shut garantiza los más desquiciantes sueños.

Fue Bueno Mientras Duró: A propósito de Heroes

Hace dos años ya que NBC encontró en "Heroes" la tabla de salvación para una parrilla programática que era muy buena pero que no la veía nadie. Tenía apuestas interesantes como Friday Night Lights y hits con la crítica como 30 Rock y Studio 60...pero con los que no pasaba mucho en términos de rating y por ende, de plata. Y en medio de esto apareció esta serie de individuos con súperpoderes, viajes en el tiempo y tanta otra cosa a la que el porcentaje más nerd de la humanidad estamos acostumbrados, pero que no habían tenido una exposición pública serializada como esta (No, esas series con Superboy no cuentan).

Y daba gusto. Yo me acuerdo que daba gustito. Llegar a casa los Lunes y seguir una historia que tomaba los mejores elementos del comic de súperheroes y los plasmaba con personas en una narrativa bien urdida, con ritmos bien manejados y personajes construídos con el mejor de los misterios. Hacia el final de la primera temporada los ritmos se fueron perdiendo un poco, con un final un tanto dilatado, pero valió la pena.
La segunda temporada adoleció del paro del gremio de los escritores para TV, pero no por eso fue mala. Sin embargo, dado los problemas de ritmo ya mencionados hacia el final de la primera temporada y teniendo que lidiar con una especie de reinvención contrareloj: pocos capítulos para dejar sembradas interrogantes Y ofrecer acción a buen nivel, la serie fue perdendo popularidad y sus ratings fueron bajando paulatinamente.
Cuando una serie hace las cosas bien (y esto es extrapolable a muchos planos de la vida) pero no recibe un feedback positivo, empiezan los cuestionamientos y no es raro que se tomen medidas demás y se cometan excesos que terminen por matar la proverbial gallina.

Damas y Caballeros, no es sino esto lo que le ha pasado a Heroes en su tercera temporada.


Con un capítulo inicia vergonzoso de lo puro mal manefacturado: dirección torpe, transiciones débiles y actuaciones de comercial, esta temporada empezó a destacarse como la temporada del exceso, de la tontera por el gusto de la tontera y de la explotación de lo que había salido bien antes. La gallina que más sufre es Sylar, el enigmático villano de la primera temporada, que es reducido al nivel de la caricatura desde el minuto 1. Con el correr de los capítulos la serie algo se repone, pero no puede dejar de estar sentada en retorcer a sus personajes al punto de volverlos irreconocibles y de refreir plots de comics bien antiguos. Mal que mal, el cuento del futuro apocalíptico para la gente con poderes tiene ya 27 años a la sazón. Y claro, se pueden contar buenas historias con viajes en el tiempo, pero contarlas una y otra vez hace que pierdan su verosimilitud y, lo más importante, la confianza en la historia misma. Uno ve Heroes ahora y piensa que TODO lo que está pasando y ha pasado es suceptible de ser re-escrito por alguno de sus personajes temporalmente desplazados. Entonces, ¿para qué invertir emociones en historias que serán borradas de un plumazo, bombazo o explosión? Uno puede verla y seguirla por cariño a ciertos personajes, pero no mucho más. Lo realmente interesante de todo esto es que Heroes se ha vuelto un pastiche de sí misma en la misma forma en que las series regulares de comics lo hacen. Uno termina pasando tanto tiempo con los personajes que no termina siguiendo la historia desinteresadamente, más con un morbo de reality, sin importar la calidad de esta.

PERO POR OTRO LADO.
En nuestra sección "A nerd, nerd y medio": Clone Wars.

Porque hay sorpresas gratas en TV fíjese. O en la TV que uno descarga al menos. Superando con creces a la película, que en efecto funciona como un gran comercial para la serie, Clone Wars sorprende gratamente tratando personajes familiares y dotándolos de una profundidad y riqueza especial. Tres episodios van ya y la serie entretiene con episódicos que van enhebrando continuidad sin dejar de ser independientes, formato que ha sido mi favorito siempre cuando se trata de contar historias serializadas por televisión. Bien pensada para la pantalla chica, todas las simplezas en el diseño que quedaban expuestas en la película desaperecen en el formato más reducido. Y entre tanto universo expandido, videojuego, revista de comiquitas y demases, el gusto que queda tras ver cada capítulo de Clone Wars es sorprendentemente grato. No es que sea una valla tan alta, pero estos tres capítulos son tanto más disfrutables que las películas entre las que se enmarcan.

Yo tenía toda la predisposición, yo quería re-engancharme con la nueva temporada de Heroes, pero no pasó mucho. En el otro frente, no le creía mucho a Clone Wars...y aquí estamos.