domingo, 27 de enero de 2008

Comentario de TV - Hoy: Californication

Hace una semana, zappeando por la TV en una noche de Domingo, me encontré varado en el canal Warner, viendo una serie donde David "X-Files" Duchovny las hace de un escritor con bloqueo. Se pensara que el tema está inmensamente trillado, pero , por encima de eso, me quedé viéndola, en tanto mi primera impresión fue "qué bien escrita que está". Es raro encontrar series de televisión que den en el clavo a la hora de capturar los ritmos con los que las personas hablan, y lo primero que llama la atención de Californication es eso.

Decidí indagar más.

Para la madrugada del Jueves, había visto los doce episodios que componen la primera (¿y única?) temporada de la serie. Honestamente, no pude parar de verla, habiendo bajado los capítulos dos días antes.

Si bien en los primeros capítulos la serie se sustenta en el 'fornication' de Californication, el diálogo ánimado y el carisma de perdedor encantador que Duchovny le imprime a Hank Moody hacen que ver los cuatro primeros capítulos sea una experiencia entretenida, donde cada episodio se sostiene más menos por si sólo, si bien ver los anteriores ayuda a enriquecer el acceso al texto visual. Lentamente, las tramas se van entrelazando, los argumentos se complican y la serie toma un peso que la hace sostenerse más allá del sexo, los personajes adorables y el diálogo realista. Si bien a ratos los guionistas parecen no poder resistir la tentación de escribir diálogos demasíado buenos para la verosimilitud, se les perdona el exceso, precisamente por lo buenas que son dichas líneas...

Hasta que llega el capítulo ocho.

Con un timing estructural impecable, el octavo capítulo de la serie la quiebra en dos, marcando un antes y un después. Antes, la verás por ver la cuál es la última (mina, frase, impertinencia) de Hank Moody; después, la verás porque te importa, porque te llega, y porque sencillamente es imposible darles la espalda a estos personajes y quedar ignorante sobre su eventual destino. El tercer acto de la serie sólo se pone mejor en cada momento y uno siente que es imposible que todo quede resuelto en los escasos minutos que van quedando. Pero lo hace. Y no defrauda.

El veredicto está más que claro, si gustas de la series con buen diálogo, personajes interesantes, y estructura argumental impecable; Californication es una apuesta segura. También si te gustan las series en las que se trata el sexo abiertamente, o si te interesa ver lo crecidita que está Madeline Zima, una década después de su rol como la hija menor de Mr. Sheffield en The Nanny. Todas buenas razones para ver esta serie que se cuelga de recursos comunes para mostrar algo extraordinariamente mundano y escasamente bien representado como las emociones humanas en un conjunto tan bien sazonado que da gusto.

Y si mi experiencia te sirve de algo, no es mala idea verla en una sentada. Se aprecian mejor la riqueza del texto y es más fácil ver Californication no como una serie de episodios encadenados sino como un gran relato fraccionado en doce capítulos que tratan, finalmente, sobre tomar las decisiones correctas, ser honesto contigo mismo, y claro, sobre la (im)posibilidad de los finales felices.

martes, 22 de enero de 2008

Para la pared o la billetera

No es poco común que alguna gente lleve citas inspiradoras consigo. Acá en Chile, al menos, no es poco común que algunas personas lleven citas inspiradoras en su billetera. en otros lados es más común tener la cita inspiradora en un lugar visible, como en el punto donde posas la vista cuando se la sacas al trabajo o a el estudio, por ejemplo. También es bueno tenerlas en un lugar visible al despertar (Nada mejor que rayar el cielo de tu pieza con un "levántate", dobles y triples sentidos aparte).

Yo pensé que no lo hacía, si bien suelo dejarme recados tipo notas adhesivas en el escritorio del mac, pero hoy, limpiando el ya mencionado escritorio, me descubrí incapaz de mandar a la papelera un archivo de nombre enigmático y que ahora reproduzco parcialmente para usted y familia. No recuerdo el autor, pero si recuerdo haberlo dejado ahí, en el escritorio, ponerle un nombre enigmático, cosa de olvidarme de él y verme forzado a abrirlo, para encontrar:

Dibujo.JPG

Que, de alguna forma, me inspira y me trae al hogar.

lunes, 21 de enero de 2008

El Mejor Mueble del Mundo

Lento se mueve el verano, y como tal, lento se mueve este blog. O quizás el verano se mueve demasiado rápido para tomar nota o quizás sencillamente el verano no es el momento de bloggear.

El fin de semana lo pasé entre reuniones familiares, escritura y lectura. Leo a Dostoievsky, porque los clásicos hay que leerlos y porque hay que tener siempre presente a los rusos. La gente habla en Dostoievsky, la gente hace cosas en Dostoievsky, pero, por sobre todo, la gente piensa. Como los rusos que, en general, no dicen mucho. O como antes, cuando la gente pensaba más antes de hablar.

Y ahora, para sacudirnos el oscuro tono del párrafo anterior, el Mejor Mueble del Mundo (certificado), cortesía del diseñador letón Stanislav Katz:

mueblog.jpg

Así se vive el verano.

martes, 15 de enero de 2008

Escrito a mano (a.k.a "Dos Cosas:")

Dos Cosas: cuando uno está cansado y tiene mucho que hacer, y claro, no está suscrito a cosas como Twitter (a dios gracias), no le queda mejor forma de bloggear que escribir en su cuadernito de compañía (si es una moleskine, es la mejor compañía, claro está) y, al llegar a casa, en vez de transcribirlo, fotografíarlo y así titular un post "Escrito a mano":

blogamano1.jpg DSC02662.JPG

La Segunda Cosa es el texto transliterado, que si no no se entiende nada, carajo:

Dos Cosas: En tiempos antiguos la gente no concebía la consciencia como una identidad propia: Luuego, las voces en su cabeza tenían que ser inspiración divina. O algo.

Otra cosa -> Twitter, el sueño del acosador/ el sueño del aspirante a celebridad. Nuestra cultura de medios rinde culto a la imagen de otros, de paso fomentando la construcción de un aparataje de autovigilancia. En el futuro nos seguirá un robot-sonda, para que todos vean lo que estamos haciendo. De hecho, los "traspasos", quebrantos, o actos exploratorios ilegitimamente propios de la adolescencia; tienen que ver precisamente con la relación de la vida privada con su exposición pública y el compartirla con un Otro indeterminable (1), abierto. Los casos más "ilustres" del último tiempo parecieran ser "wena Naty" y los insultos de Pamela Díaz & co. Ahora bien, tras esto (Twitter, por e.g) hay un componente, que es la construcción de la realidad que el sujeto necesariamente ejecuta al "compartir" (narrar) "su" vida. Cada corte, cada palabra, es una decisión, una selección (in)consciente del narrador/individuo que así se autodefine [y configura a futuro] su persona, fundiendo ser y personaje. Al blog, vlog, youtube, myspace, etc, entra una persona que se inscribe y se escribe como un personaje y tras dicho proceso sale una fusión: la persona/je, suceptible a futuras modificaciones del autor/consciencia. Ahora, el problema es que "la realidad" sigue existiendo. Y se ve sólo moderadamente afectada por estos desplazamientos psicoficticios. Aquí entran en escena la depresión, la desesperación y esa angustia sin motivo aparente que es producto del choque de la ficción-vuelta-realidad con la realidad, que no se mezcla con la ficción sino como el agua y el aceite.

(1) AQUÍ reside el secreto anhelo de la fama, bajo el modelo impuesto por la TV y los medios: el "desconocido" se vuelve "famoso" y pasa a ser "reconocido".

jueves, 10 de enero de 2008

¿Yo? ¿Fanático de Timothy Dalton? (actualizado)

No hace mucho, navegando por la red, me encontré con este clásico de todos los tiempos:


Imagen 3.png












Así es que, queriendo espantar un viejo fantasma familiar, me dispuse a mirar los puntitos, viendo lo siguiente:

25 – ¿20?

puntos – 66

puntos – más puntos.

Horrorizado, recurrí a mi padre, que es un daltónico de tomo y lomo, y cuál no sería mi espanto al comprobar que el veía algo parecido.

Horas después, al mostrarle a mi madre la misma imagen respondió con una rápidez inapelable:

25 - 29

45 - 56

6 - 8 (estos últimos, según ella, se ven clariiitos)

Ahora, yo tenía entendido que el daltonismo era, como la hemofilia, una condición que se transmite por los genes maternos. Dado que corre por el lado paterno de la familia yo esperaba estar libre de polvo y paja....

Supongo que el fantasma familiar llegó para quedarse.

ACTUALIZACIÓN: Alejandra Cortés me ha hecho llegar el siguiente test, y la realidad es que, como Super Tribi o el Gran Héroe Americano, mi debilidad parecen ser ciertas tonalidades del color rojo.

martes, 8 de enero de 2008

Facebook y la Cultura del Cachureo.

Hace ya unos cuantos meses que la plataforma social Facebook abrió sus puertas a todo el mundo, permitiendo el registro de miembros con cualquier tipo de correo electrónico, dejando así de ser propiedad exclusiva del mundo universitario norteamericano. Programas de intercambio y la viralidad de la internet mediante, no podía pasar mucho para que el país con más fotologs del mundo se uniera a este fénomeno.

Facebook tiene la gracia de proveer con una interfaz bastante sencilla y un diseño estandarizado bien pulcro (a diferencia de, por ejemplo, myspace cuyas alternativas de diseño suelen parecer la obra del cortar y pegar de un diseñador daltónico con Parkinson), más basado en hacer clicks que en tener algún tipo de competencia escrita; argumentos de peso a la hora de masificarse y reproducirse.

Ahora, si por esas cosas de la vida usted, como yo, se unió a facebook en los Estados Unidos, en los días en que había que tener una dirección de correo que terminara en .edu; o sencillamente tuvo un montón de amigos en círculos foráneos antes de empezar a agregar viejas amistades de colegio o sencillamente se vió de un día para otro admitiendo amigos en Chile, le aseguro que su participación en la comunidad virtual aquella sufrió un descomensurado aumento de las invitaciones del tipo "Te mordió un vampiro" o "Apoya a mi causa". Eso y ml y una invitaciones a agregar tal o cual aplicación, a reenvíarle a sus amigos el osito viajero por el mundo o dar y responder 200 preguntas sobre su amigo, etc, etc, etc.

El patrón de fondo tras este Ataque de las Aplicaciones pareciera ser no otro que el apasionado amor que los chilenos le profesamos a esa informe número de artículos que pueden ser descritos como "cachureos". Nos encanta apilar cosas, creamos espacios saturados de artículos que de cualquier otra forma serían insignificantes: chucherías elevadas a la categoría de memento. Como si se nos fueran a olvidar los cuatro veranos que pasamos en Pucón o si una lapicera de madera resumiera la esencia de aquella vez que pasamos por Talca. Quizás sea un condicionamiento geógrafico-cultural: esto de vivir en un país que tiene de todo en un espacio tan reducido, nuestra copia feliz del Edén replicada como muñecas rusas en un sinnúmero de souvenirs. Quizás también nos juega una pasada nuestra marcada cortesía protocolar, que impide decir que no porque "se ve mal" o la otra persona "se puede sentir mal". Si a todo esto uno le suma el "qué chori", motor de partida de cuanta adquisición de chuchería ahí, uno termina con cosas como esta:

Ventana recargada.jpg

















En oposición a lo que uno conocía y estimaba como una página típica de facebook que se veía más parecia a esto:

Ventana simple.jpg

Y si bien hay algunas aplicaciones que le dan cierto sabor al perfil personal, se vuelven harto invasivas cuando uno pasa los primeros minutos de su conexión diciendo que no a invitaciones que rayan en los límites del SPAM. Por si fuera poco algunas son redundantes ("Causes" no hace nada que antes no se hiciera creando grupos, y en general hace menos por "la causa" que lo que se hacía antes, asímismo ¿para qué quiero un calendario de cumpleaños, cuando facebook por defecto trae un calendario??). No sólo es juntar cachureos por el amor al cachureo sino además es tirarle cachureos al otro. Y algunos no queremos tanto cachureo. A mí, al menos, me basta y me sobra con los papeles en mi pieza.

Y no, no quiero unirme a tu causa para tener un facebook más limpio. Aunque sí me uní a "This has got to stop", el grupo para todos los que no queremos ser ni vampiros, ni piratas y sólo queremos tener una forma de contacto con nuestros amigos de ahora y antaño.

viernes, 4 de enero de 2008

El botón a la izquierda del contador.

Terminó un año, empezó otro, intercambiamos presentes hace un par de semanas con el mismo afán con el que nos comeremos los chocolates en Marzo: lo mejor de las fiestas religiosas es el aparataje pagano que se ha adueñado de ellas.

Kay se fue hace unas horas y por lo mismo no puedo dormir. En unas cuantas más comienza mi breve tour de force por el programa de español para extranjeros de este verano. Cuesta escaparse a la convención del género blog: ventilar la vida porque sí.

Mis más sinceros deseos para usted y familia en este año que empieza se resumen en la siguiente imagen:

BND

Y este año recuerde, como Xuxa, que "Ser Feliz no está demás".