jueves, 25 de mayo de 2006

Un poco más de mi mismo parte 2: El Arco

Antes que la música, antes que los cómics, antes que el espiritu de Dios flotara sobre las aguas...en el principio era un número y el número fue el 1, del arquero, quien es más último hombre que el último hombre.
Si algo define mi personalidad y buena parte de mi vida es esto. Me gusta jugar al arco. No es porque sea irremediablemente malo para las otras posiciones (que sí, lo soy, pero he visto peores intentos de jugador en todos estos años), amo esa tensión, ese saber que un error es un gol, que los partidos se definen por lo que hacemos, que en un buen día el marcador queda en cero y los partidos se ganan al otro lado de la cancha. Queda para el psicoanálisis de todos los arqueros (los verdaderos arqueros, de aquellos que he conocido dos en toda mi vida) las causas que hacen que nos guste sentir que siempre pudimos haber hecho más. Porque no hay arquero que crea que hay jugadas en las que "el arquero no tenía nada que hacer" Siempre se puede hacer más. El gol es siempre nuestra culpa, aunque el mundo quiera pasarlo por alto.
Desórdenes obsesivo-compulsivos aparte, es un puesto hermoso. Nada se compara a la belleza de estar ahí, en medio del juego, por grandes lapsos como un espectador más, transformándonos en segundos en los actores más importantes, con el destino del partido, literalmente, en nuestras manos. El arquero como el superhéroe del futbol. O el villano.

- Este post lo empecé hace más de dos semanas. Incapaz de retomar tan lejano hilo, o al menos carente de las fuerzas que se requieren para semejante tarea, aquí os lo envío. Lo curioso es que en estas semanas sí me encontré con un psicoanálisis del arquero. Mi novia, estudiando para un control de un ramo de psicología, me ha dado indicios claros que, desde la perspectiva del psicoanálisis, los arqueros somos, estructural y fundamentalmente, unos obsesivos.

¿Qué tal?

martes, 23 de mayo de 2006

Un poco más de mi mismo parte 1: Lingüística Futbol Club

Profundamente convencido de que buena parte de la autoreferencia en estas páginas es un total y completo desperdicio a quien pretenda conocer algo más de mí (perspicaces psicoanalistas not withstanding), comenzaré una serie de posts (al menos dos) sobre algunas de esas cosas que sí marcan el curso de mi cotidianeidad.
Lo primero es lo primero, y si bien estoy a dos pasos del retiro, partiré rindiéndole tributo a una institución sin par: Lingüística Futbol Club, también conocido como el todopoderoso LFC.
Fundada por allá por el año 98 por don Domingo Román Monte de Oca, el equipo oficial del departamento de ciencias del lenguaje de la PUC es tanto más que un mero equipo de fútbol. Una familia, una mafia, una familia mafiosa, o como se quiera, este equipo es un orgullo para todos los que hemos formado parte de él. Un grupo de amigos en un principio con poco y nada en común, con el correr del tiempo nos volvimos unidos más allá de las circunstancias, demostrando en verdad que el mito del deporte como lazo de unión entre las personas sí era cierto.
Me uní a esta secta del balompié por allá por el año 2002, casi cerrando la segunda generación de LFCs, y la verdad es que con este equipo aprendí practicamente todo sobre la camaradería en la cancha: el aguante de una temporada de un año, el sabor de la victoria (2-0 inapelable en el clásico a Literatura el 2004), el dolor de las derrotas más amargas (pasar en dos partidos de ser candidatos al título a disputar un quinto lugar, pese a tener el mejor rendimiento a lo largo del 2005) y todo aquello que hace de este el deporte más hermoso del mundo.
En un mundo donde cada día es más valorada el personalismo y la eficiencia profesional personal, no he recibido mejor lección que la de Domingo al formar este equipo: he aquí un grupo de personas que en un ambiente tan sucio y lamentable como puede llegar a ser el de la Facultad de Letras, sigue creyendo en el compañerismo y en la unión; donde todos quieren ser mejores hundiendo al de al lado, aquí lo único que importa es estar precisamente pendientes del que está al lado. Y si bien con el correr de los años el equipo ha sufrido modificaciones y siempre se busca hacerlo más competitivo, la verdad es que hay algo que no nos quita nadie, y es el habernos constituído como un grupo capaz de superar todas las cosas que nos separaban y ser hoy una red de apoyo y amistad en todas.

Como reza el futuro escudo del equipo, nuestra principal victoria es ser lo que somos hoy.

El pie de foto para quien le interese: Arriba: Manuel Arís, Pablo Lima (c), Gabriel Vicuña, Juan Quezada, Camilo Quezada, LV, Juan José Labrín, Cote Lima. Abajo: Nicolás Starck, Germán Ortega, Felipe Covarrubias, Ariel Miqueles, Francisco Gonzalez, Felipe Gonzalez, Pablo Riquelme. Recuadros Superiores: Rubén Barahona, Cristián Trujillo, Carlos Gonzalez, Domingo Román, Oscar Garrido, Rodrigo Purcell. Rec. Inferiores: El hombre conocido como Piri, Leonardo Aliaga.

jueves, 18 de mayo de 2006



a. La casa que construiremos mañana
ya está en el pasado y no existe.
- Juan Luis Martínez.

///Radio Silence///

...en algún lugar de la escritura del mail anterior me encontré pensando que, si resultaba todo bien y me daban la beca para la ayudantía en Nueva York (Shenectady, NY para ser exactos), este post se llamaría "Las Grandes Victorias", como contraparte al anterior. Narraría el proceso de recolección de papeles, las tensiones varias de la espera, los planes con mi novia, el nerviosismo de los plazos diferidos. Llegó el momento y me parece todo eso un tanto pomposo...

O quizás todavía estoy allá arriba, orbitando...

Quisiera decir algo más, pero sólo espero que las palabras me aterricen, me traigan de vuelta a esta esfera de la realidad...podríamos teorizar un rato sobre el soporte físico del significante en oposición a la abstracción del signficado y la metáfora de aterrizar algo con palabras cobra una suerte de sentido alegórico, si le concedemos a la antiguedad que las ideas están en el ether y el ether arriba, enfin...

Me Voy.

Espero escribir algo más coherente...pronto, mal que mal este blog fue concebido para la eventualidad de mi viaje. Pronto nacerá...perdón por lo burdo de mis alegorías, me pasaré la vida construyendo metáforas básicas...hay un futuro como guionista de teleseries, enfin.

Y si...en mi cabeza suena Leaving New York de los R.E.M., único track bueno del último disco...mi mente funciona de esa manera, suenan canciones que quieren decir lo contrario.

domingo, 14 de mayo de 2006

Las Pequeñas Victorias

Cuando somos chicos todo lo que no sale a nuestra pinta nos frustra, y tiene perfecto sentido que el más perfecto de los días se arruine porque nos compraron galletas en vez de helado y decisiones sin sentido (como comprarse un jueguito de agua en vez del guardia imperial, argh) no dejan lugar a arrepentimiento alguno. Después llega la adolescencia y algo pasa que el mundo se aparece invenciblemente frustrante, llantos, depresiones, rabias y demases mediante, de alguna forma aprendemos que quizás no es tan importante conseguir todo lo que se nos antoja, como sí lo es conseguir las cosas realmente importantes (como la chica que nos gusta, los guantes de arquero precisos y la discografía de Radiohead) y no preocuparnos por tanto detalle (si no está The Bends, será (gulp) Pablo Honey)...cierta noción de paz interior empieza a construirse, sino como sensación, como ideal. Qué ganas de llegar a ese estado donde nada más es necesario, y la realidad fluye nomás.
Después la adolescencia se te empieza a terminar y las cosas se ven más reales, como si la realidad efectivamente fuese una torre ya no tan lejana y ahora estamos a su sombra. Impresionante y punto. Y es aquí como, con la perspectiva de las cosas enfocada sin gran angular y ya en definitiva búsqueda de la anhelada paz de mente, se nos ocurre que a este mundo hay que cambiarle tantas cosas y que es hora de construir algo, hora de escribir un guión, fundar un preuniversitario solidario, encontrar la cura para algo o diseñar algo que le haga cualquier cosa más fácil a alguien. Aquí es donde entran los grandes proyectos, las becas, los postgrados, los concursos ganados, el financimento estatal, etc, etc, etc.

Aquí también es cuando descubrimos que nada sale como lo esperamos.

Porque claro, es regla (al menos acá en el tercer mundo) que los mediocres tienen la mejor mano, que quienes se conforman con lo establecido triunfan en el stablishment (algo dotado de la más lógica de las coherencias), y que por lo general uno la tendría más fácil si fuera una genuina mala persona. O al menos un cínico de la mítica proporción de Ned, el de Ned&Stacy.
Y es aquí también donde es fácil perder la perspectiva y creer que cuando las cosas no salen como las planeabamos todo está destinado al fracaso. Naciones Unidas no previene ninguna guerra y el Transantiago es tan miserable como la licitación de las micros amarillas...
Pero no es hasta que uno hace algo o se lanza en picada desde la tribuna del hincha y crítico hasta la cancha misma que no entiende que las cosas sí funcionan, sí es posible lograr un mínimo de cambio, por imperceptible y pequeño que sea. Las diferencias sí se pueden lograr, y si bien vivimos inmersos en un cultura que venera el motivo del elegido (desde Rambo hasta Matrix, pasando por los Skywalker, Frodo Baggings y Bill Pullman en ID4) no hay que perder la perspectiva, y a veces hace tan bien salir a la calle con el gran angular.
Porque claro, desde que se fundó Naciones Unidas (45)han muerto 6 millones de personas en guerras, y no los 35 millones que murieron solamente entre el 38 y el 45. Y claro, el Transantiago hoy es profundamente menos intimidante que las micros amarillas de ayer...y vamos a ver si alguna vez se pone en marcha del todo y entonces no termina descontaminando la ciudad...one day at a time. En algún momento a alguien se le ocurre que deberíamos hacer algo por nuestro transporte público y 3 años después las cosas se ponen a tirones en marcha, en algún momento repararemos en la pésima calidad de nuestra educación superior y 5 años y 37 marchas en contra después tendremos un esbozo de cambio en nuestros programas, las cosas pasan. Lento, pero pasan. Nosotros las hacemos pasar. Y su lentitud es proporcional a su volumen, that's for sure.

Pero, en medio de todo esto, están las pequeñas victorias. Esas cosas que te hacen settle down for less y sencillamente sonreírte y perder la cabeza de perspectiva y de ansiedades, para salirte un rato de las presiones y ver lo bueno que es, en definitiva, haber llegado hasta aquí. Y no hablo sólo de los accidentes comunes que te iluminan el día, como cuando suena James Blunt y alguien hace el favor de cambiarla; sino al sentir que no hay paso atrás que cambie los dados hacia adelante y vaya sino es béndito por primera vez el tiempo y su irremediable unidireccionalidad. Cuando las cosas están yendo mal, bueno al menos están yendo, ¿no? Nada que no se pueda corregir, pero al menos hay algo en movimiento...

Esto es básicamente lo que pensé al subirme a una micro de las viejas, encontrarme lamentando los 35 mil contratiempos y fallos en la planificación del Transantiago y descubriendo que los grandes proyectos viales vienen desde el mundo de las ideas a la realidad por el camino del ripio más despedregado de todos.

Escribo con demasiado sueño para la coherencia.
Algunas cosas por las que ya no puedo esperar
El Mundial.
Que Julieta Venegas empiece a sonar en las radios con la frecuencia del año antepasado.
Que James Blunt quede inexplicable y definitivamente mudo.
Que venga Radiohead (puntos extras si tocan "Last Flowers till the Hospital)
El Lunes.
Sí, el Lunes porque finalmente llega respuesta
de USA
Que ganemos el clásico universitario.
Que llueva.

miércoles, 10 de mayo de 2006

Dementia Diaries parte II

Más fiebre, más ideas...todo es como cuando en Comfortably Numb "when I was a child I had a fever /fitting glimpse", frase de la que todavía tengo recuerdos de escuchar teniendo fiebre cuando tenía 9 años en el departamento del cuarto piso allá en Los Presidentes...veía el video del concierto por la caída del muro TODOS los días antes de levantarme...y venía con subtítulos :D. Años después Fresán citaría la frase en Jardínes de Kensington y yo estaría ahí para reconocerla 170 páginas antes de los agradecimientos del final...
Ahora escucho "Last Flowers till the Hospital" la mejor canción inédita de Radiohead (donde Killer Cars es el mejor lado B) y me inunda esa sensación febril de tener el peso de todas las ideas del mundo colgando allá arriba. Es un hecho que ya he reconocido públicamente, para todo mi ateísmo y mi escepticismo general ante la vida, Sí creo en un mundo de las ideas. Sí existe un plano con el que hacemos contacto, donde la creatividad (la inventiva quizás) encuentran su fuente. ¿Cómo, sino, explicar esas ideas que nos vienen "de la nada", eso que nos hace decir "esto sería una buena idea", o ESO que hace que de repente te lances a escribir una historia y el propio personaje te cuente como se llama su ex-polola (me pasó hace poco, la ex de Andy se llama Paula, es un hecho)?

Una de las tres cosas que olvidé en el post anterior es esa frase de Thom Yorke, diciendo que claro que escucha voces, que un montón de gente creativa ha escuchado voces a lo largo de la historia...
...y ahora la fiebre me baja y me vuelve a subir, entonces el sentido del rídiculo, aún en la escritura se pega una finta más o menos....

Estoy perdiendo el registro, acabo de escribir "más o menos" como adjetivo, y en messenger escribí "onda" como adverbio dos veces en una misma línea.

Claramente, hora de ir a dormir.

martes, 9 de mayo de 2006

Dementia Diaries

Primero que todo, y a quienes esperen algún tipo de gratificación cultural en esta lectura, mil disculpas.

Escribo semi-confinado a la cama, gripe/resfrío mediante, un poco demasiado tenso para ocuparme en alguna de las mil cosas en las que debería ocuparme (esa eterna sensación de que todo va a salir bien en agridulce contraste con esa eterna sensación de "don't push your luck"). La fiebre no lo hace nada mal, impidiéndome coordinar tres ideas al hilo, lo que me empuje un poco hacia la desesperación. Luego, escribo ¿no?. Curiosamente en mis días de fiebre, mi cabeza hace asociaciones más libres de lo que es común y sin pedirle permiso a nadie, el DJ de mi radio mental se toma las atribuciones para hacer remixes a discreción. Empecé a escribir esto porque me está volviendo loco una versión de How soon is Now? en que Morrissey empieza "I am the son..." y de repente las TATU chillan "and you leave on your own". Damn! Lo que atormenta no es la fusión forzada de estilos, sino que no exista una versión perfecta ahí, afuera de mi mente, algo que escuchar con mis oídos y no percibir con el cerebro...un producto tangible, no-platónico que satisfaga mi inquietud
...quizás esa es la base del consumismo...
Digo, la constante necesidad de pulir la realidad con miras a un ideal platónico. El sweater perfecto, la camiseta de fútbol definitiva, el reproductor de mp3s-en-sí. En algún lugar del Ether, existe un arquetipo compuesto de todo lo que hemos usado/leído/comprado, es defintiva: /consumido y que vamos llenando cada vez más, donde cada nueva pertenencia le añade un atributo, y vamos progresando como en las religiones totémicas los hombres sabios conocen cada vez más nombres y más atributos del dios.
el consumismo como religión.
Nah, demasiado trillado. No por eso menos cierto, though.

Demasiadas cosas me dan vuelta por la cabeza, en lo que tomó servirme un vaso de limonada perdí la continuación de la idea anterior (mmm el resfrío como un remolino por el mundo de las ideas, la fiebre como tornado, no? la locura como Helen Hunt en Twister??), agobiado por la imagen de mi mismo, muerto en mi ataúd yendo río abajo (imagen recurrente, desde los 16 años) cantando con la voz de Morrissey...cut to: cámara subjetiva, mi perspectiva, desde el entierro, veo las caras de absolutamente todas las personas que he conocido y todas cantan en su mejor voz chillona "and you leave on your own". Una tonelada de personas usando un pésimo falsetto como una orquesta de violines humanos...nice, though grotesc.

Suficiente...he olvidado tres cosas que pude haber dicho, sin embargo me voy con la tranquilidad de haber expulsado de mi sistema una serie de incoherencias y bueno...el mundo de las ideas es un lugar mejor ahora...

...so I shut my mouth,and I leave on my own..

lunes, 1 de mayo de 2006

El fin de semana largo más corto...

Querido Lector:

Mi reciente ausencia se debe básicamente a que estoy trabajando supervisando un proceso de corrección de pruebas. Los rumores de mi muerte, una vez más, han sido terriblemente exagerados. Yo estoy bien, ¿que tal tú? Todavía no llega respuesta de los US por acá, lo que me hace intuir un mal resultado. Afortunadamente, ha pasado el suficiente tiempo para que mi felicidad no penda de ese hilo en particular. Anoche ví Closer y me agradó de una manera inesperada e inusual: aquella de un cuasi-patetismo, una suerte de catharsis para un yo que no soy yo. Ganas de ver la obra de teatro. Escritura telegráfica lo mejor.
1.-Cuando el autor del texto habla de ausencia ¿está aludiendo a una presencia virtual? ¿Qué significa que alguien no esté por medio de un proceso de no dar noticias? ¿Podemos afirmar que el otro es en tanto se comunica y el uno es en tanto...(piensa? Descartes dixit, pero por qué es que no nos convence del todo. Percibe quizás, pero se argumentará que es una variante del mismo tema)?

Sobre la experiencia laboral, como es costumbre, detalles más adelante.

Dedicatedly-yet-distractedly Yours,

LV