jueves, 28 de febrero de 2008

Partiendo por la Partidura

Escribo en una de mis más inusuales situaciones: para matar el tiempo. Me hallo semi-secuestrado por las circunstancias en la periférica comuna de Chicureo, en un lugar donde estoy siendo examinado para eventualmente hacer clases de inglés. Como me duele la cabeza de reuniones y sol, no puedo leer. Como no puedo leer, escribo.

Partamos por la partidura. Me corté el pelo hace una semana e intento que se acostumbre a ser peinado para el lado, después de más menos 10 años de estable línea al medio. Curioso, como una mañana me levanté y decidí ir contra mi eterna línea en el final del parietal derecho, para en un acto de suma rebeldía y tremenda emancipación cultural, peinarme al medio. Hoy, encuentro que mi cuero cabelludo no se cree mucho el cuento ese de que he pasado más de la mitad de la vida peinado al lado, provocando rebeliones que van desde un look ochentero en mala, de ese peinado para atrás compartido por hombres y mujeres durante la new wave hasta el retorno descarado de la partidura al medio, sin que nadie la invite. Hablar de "mi pelo" en tercera persona nunca estuvo más justificado. "Mi pelo" como otros dicen "mi perro", y mejor no digo cuál de los dos tiene más voluntad propia.

Cuando contemplo los personajes que postulan a ser profesores de inglés nunca deja de impactarme lo marcado de su acento y lo terrible de su gramática. Contra lo primero no tengo nada: es más, creo con firmeza que los acentos son parte de la propia personalidad y que alabar a los que "suenan como native speaker" ("piropo" del que más de alguna vez he sido recipiente) no es más que otra forma de colonialismo cultural. Pero otra cosa es enseñar, de frentón, con errores gramaticales. Está bien que las lenguas fluyan y evolucionen, pero que el proceso se perpetue mediante el profesorado me parece un poco contra natura. Eso o me estoy poniendo siútico.

-Terminada la entrevista de otro candidato. Michelle, que así se llama la entrevistadora, se ofrece para sacarme de la periferia y acercarme un poco más a aquello que llamo hogar. En el camino me cuenta que se casará en mes y medio más y nuestra conversación se vuelve todo un "Martes de Matrimonio", addenda especial de "Qué cosas estas de ser hijo único" incluída. En algún momento me dice "por Dios que cuesta encontrar profes de inglés". Yo miro al techo nomás.

Partiendo por el principio, partir por la partidura. Este blog, que ha tenido al menos cinco, sí que sabe de comienzos. Es emocionante partir, hacer algo nuevo, enfrentarse y superarse, como quién empieza una nueva etapa tras diez años de tener el pelo partido al medio. Algunos hábitos son duros de matar, dicen. Canciones de principio "Partir de Cero" de Los Tres, "Feels like Starting Over" de John Lennon, "Wanna be starting something" de MJ, como le dicen sus fans; "Start me up" de los Stones, "Kickstart my heart" de Motley Crue, "Dejarlas Partir" de Fito Paez", y muchas más (que ahora se me escapan).

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Y ahora, en nuestro bonus track "Recordando a los 90's y porque fue que no les fue bien": Mecánica Popular.

Hace poco, y con motivo del nuevo respaldo de mi música en mi nuevo disco duro, me encontré literalmente desempolvando el homónimo disco debut de este grupo, fechado el 99, cuando los Tres ya habían editado Fome y por ende el país había despertado del encandilamiento de las guitarritas acústicas.

Acá les va el segundo single, "Las Meninas". Temazo. Si me preguntan, la pinta del baterista es la única razón para explicar su falta de éxito.

Más información en el myspace del grupo, o en www.mecanicapopular.net

martes, 19 de febrero de 2008

Mi Momento Mafalda (Buenos Aires - I)

Era inevitable. Tenía que venir a Buenos Aires para vivir uno de esos momentos Mafalda. El del día de hoy guarda relación con la inevitable abuelita bien intencionada que te hace un comentario y termina con la cola proverbialmente entre las piernas. Pasó más o menos así:

Tras caminar unas seis horas (break de almuerzo mediante) y recorrer buena parte de las librerías de Corrientes, Callao y Santa Fe (no es poca cosa), opté por volver a casa, no sin antes pasar por Zivals y llevarme un par de volumenes. Estaba muy cansado para volver a El Ateneo (foto más abajo) para comprarme el recopilado de las entrevistas del Paris Review a tantos buenos escritores (me leí la de Rushdie completita en la librería de la foto más abajo), así es que me traje "Mantra" y "Vidas de Santos" del bueno de Fresán. El primero porque me gustó y el segundo porque no lo he leído. Pregunto los precios, suman 55 pesos argentinos. Dos libros nuevos por ocho lucas sigue siendo conveniente en mi registro, y el que me saliera 55 no fue poco portento numerológico, así es que pasé por caja, donde me esperaba la inevitable abuelita bien intencionada

- "Vidas de Santos", uy, queeeé liindo. - fue su reacción inicial, al registrar el producto, portada en edición de bolsillo hasta con un Cristo bonachón incluído. Le empezó a sacar el plástico protector, interesadísima la viejita, con ganas de largar el siguiente comentario y como tal se mandó a leer la contratapa que dice más o menos así

"¿Expiará sus pecados el Cazador de Santos? ¿Encontrará su lugar en el mapa de Canciones Tristes? ¿Conseguirá Alejo vender su alma al Diablo? ¿El Señor es mi pastor, nada me puede faltar? ¿Podrá el Aprendiz de Brujo hacer el milagro que justifique su historia? ¿Cuáles son las instrucciones para erigir un palacio de memoria? ¿De quién está embarazada Alma? ¿Está embarazada Nina? ¿Adónde se fue Tina T.? (...)"

La lista sigue pero no creo que la viejita haya seguido. Pasó el número de segundos necesario para leer tres líneas, frenó su interés de golpe, al punto que los frenos de aire le hicieron "pfff" por la boca y me pasó el libro embalado sin decirme más. En mi cabeza todo esto quedo retratado como esas viñetas de Mafalda donde la proverbial viejecita lanzaba un "uy, qué nena más linda" y Mafalda se despacha una respuesta de esas que hicieron que en la traducción al italiano la tira se llamara "Mafalda la contestataria".

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De la banda Sonora de Footlose, Ann Wilson y Mike Reno : "Almost Paradise" ¿o no?

sábado, 16 de febrero de 2008

Perspectivas: El Rapero de Jersey

22 de Septiembre de 2006: Encontrábame en Central Park, bajo algo que no alcanzaba a ser llovizna en medio de una rica tarde de otoño. Tocó una banda de ska japonés, el duo electrónico Hifana y un rapero. En ese entonces me llamó la atención la energía de las letras y alguna suerte de recuerdo quedó albergado en mi memoria. Al escribir en este blog (albergado en blogspot por ese entonces) lo describí como "un rapero de Jersey".

15 de Febrero de 2008: En el vuelo Santiago-Buenos Aires me dediqué a escuchar Eardrum, el disco que el año pasado editó Talib Kweli, a quien mencioné al pasar no hace mucho, en mi post sobre mi creciente gusto por el hip-hop como género y el hip-hop yankee en general. Escuché la primera pista del disco y no pude sino reconocer, albergado en un lugar de mi memoria, ese par de letras que me habían impresionado hace ya un año y medio. Consternado, ahora, al despertarme en la capital argentina por primera vez en 10 años (demasíado tiempo para un ciudad que me gusta mucho) no pude sino googler y descubrir que, efectivamente, el "rapero de Jersey" no era otro que el señor Talib Kweli, a quien ahora puedo decir que ví en vivo. Y no me di cuenta.

Ahora bien, Kweli no es para nada de Jersey. La verdad sea dicha es de Brooklyn, ni siquiera de Queens, así es que de antemano mis disculpas. Otra prueba más de que a este blogger hay que creerle la mitad de lo que dice. Y asumir que en un año y medio más se va a dar cuenta de la mitad interesante de lo que dice.

Y ahora, a recorrer Baires, día 1. Detalles más adelante.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Martes de Matrimonio : Episodio 0 - El Retorno de los Lentos.

No estaba planeado que esta sección debutara todavía por estos lados, PEEEERO... haciendo zapping ayer por la noche me desayuné con la nueva campaña publicitaria de Doritos "Que vuelvan los lentos".

Me desayuné pues llevo meses abogando por lo mismo y porque con mi novia habíamos determinado que en nuestro matrimonio vuelven los lentos. Así es que para evitar cualquier tipo de confusiones y clamores de originalidad, que quede bien claro que el retorno, este 4 de Octubre, de los clásicos ritmos para bailar bien cerca, bien emotivamente y sin tantas destrezas como prerequisito no está influenciado en forma alguna por los ánimos de vender más de una compañía, sino por algo que sale de nuestro más profundo sentir.

La idea de esta sección no es otra que documentar el elaborado proceso de construir (pocos verbos le sientan mejor) aquella portentosa estructura espacio-temporal que es la fiesta de matrimonio. Desde elegir el lugar, la comida, el tipo de ceremonia, la música, los vestidos, los partes, decidir qué hacer con la lista de regalos,etc., cada paso va configurando lentamente lo que será una noche inolvidable por donde se le mire. Bien ejecutado no es un trabajo tan distinto al de hacer arte: combinar elementos disímiles para crear un producto final que es tanto más que la suma de sus partes. Claro, también hay quienes ofrecen packs con los distintos elementos de la fiesta, pero al menos el nuestro no será un matrimonio prefabricado.

Y ahora, que se nos haya ocurrido hacer volver a los lentos mientras una compañía utiliza el slogan casi simultáneamente no puede obedecer sino a una razón. Como dijo Charles Fort, cuando es la hora de la máquina de vapor, la gente piensa y sueña con máquinas a vapor. Cuando es la hora del retorno de los lentos, también.

Y la hora es cerca de la 12 de la noche del 4 de Octubre de este año.

martes, 12 de febrero de 2008

Lunes de Links, toma II

Este era un post profusamente largo y pródigo en juegos de palabras y humor y albricias para todos, hasta que un click accidental terminó con él. Estar lejos del mac duele por cosas como esta, pero mañana vuelve a mí, así es que no nos echemos a morir y vamos con una nueva edición de su sección favorita de los Lunes (de ahora en adelante): Lunes de Links

PRIMERO - Yosito's Deutschland Deutschland Über Alles Tour '08.

El ensamble de la Escuela Moderna, iniciativa del profesor de la Católica y la Chile, Pablo Aranda, se va de gira durante dos semanas por Alemania, presentando, entre otras cosas, las composiciones del amigo de la casa y prócer Andrés "Yosi" Nuñez. Este blogger ha expresado en entradas anteriores la fe ciega que ha tenido siempre en el talento de su amigo y este no es sino un primer gran paso que estoy muy orgullos de divulgar. Las fechas, para todos aquellos que anden circundando el Rhein, están aquí.

SEGUNDO - El Futuro de la Narrativa, Hoy.

Otro amigo de la casa y prócer, Nicólas Cornejo, ha visto un cuento suyo publicado ayer por la Nación del Domingo. El cuento está aquí. Leálo y póngale nota. Yo mismo le puse un 6 porque se pega unas pequeñísimas patinadas (no puedo desactivar mi parte crítica y a mi amigo tampoco le habría gustado que lo hiciera) y porque no podía ponerle un 6,7 como me hubiera gustado (mi deformación profesional es ser cagado con las notas, no tiene sentido ocultarlo). Más allá de la amistad, Nico está para que lo tomemos realmente en serio, y a su modo, sin alardes y con trabajo, ha puesto en marcha la revista Bilis y ahora trabaja en su primera novela, de la que espero poder darle más noticias luegos. Acuérdese del nombre y de que lo leyó acá primero.

TERCERO - LA CITY

Antes de agregarlo oficialmente al Blogódromo ahí a la derecha, quiero presentarle al blog de Cristian Peñaloza. Cristian mira la ciudad, y tantas otras cosas,con un ojo sensato y bien abierto, y su blog es un buen testimonio de este Santiago que amo y odio como sólo se ama y odia a aquellos con quienes se tiene lazos de sangre.

CUARTO - Imágenes Infantiles

Yeondoo Jung es un artista gráfico koreano y este es el primer trabajo que conozco de él. Basándose en dibujos hechos por niños, Jung compone una serie de imágenes produciendo un efecto notable, en tanto se conjuga una idea que sólo funciona en el medio en que está siendo expresada con una ejecución muy pulcra.


lunes, 11 de febrero de 2008

Los Premios

El bueno de John Mayer, que tiene una de las mejores actitudes ante la vida posibles i.e. tomarse en serio el mínimo de cosas importantes y reírse con todo lo demás, se referió a los 50 años de los Grammy durante el ensayo general de la semana pasada en los siguiente terminos: " Cuando pienso en los Grammy y todo el mundo habla de la historia y los ganadores de 50 años atrás no puedo dejar de pensar que por cada ganador hay otros cuatro nominado. Cuatro por Cientodiez categorías, por cincuenta años... ese sí que es un montón de perdedores". Y vaya si no tiene razón, y no sólo estadísticamente hablando.

Porque pasa, y a medida que los años pasan pasa más aún, que las ceremonias de premiación ya consolidadas como parte de nuestra cultura terminan siendo más sobre quienes no ganan. Quizás por el mismo motivo estadístico, es más fácil pensar en uno de los cuatro que no ganó que ponerse a discutir los méritos del laurado, quien por lo demás poca atención ha de prestar a reacción alguna, mal que mal la distinción ya la tiene. Y harto chaquetero que es hablar mal de los laureados, así es que por mucho que nos guste en Chile, buena parte del mundo opta por tener una actitud un poco menos ponzoñosa.

No puede entonces dejar de llamarme la atención que al mirar el listado de las 110 categorías del Grammy en la enorme mayoría de los casos mi voto habría ido para uno o más de los nominados que perdieron (o sea, "Umbrella" debió haberle ganado a "Rehab" en todas las categorías en que iban juntas), como no puedo dejar de pensar que cada vez que sale el ganador del Premio Nacional de Literatura (que dada su naturaleza política rara vez nos da sorpresa, si bien nunca está excento de polémica, dada la premisa expuesta en la última línea del párrafo anterior) el corazón y la cabeza me tiran hacia otro de los nominados. Y es que los premios especializados suelen premiar a las circunstancias extraordinarias dentro de un circuito de talentos, más que a la calidad misma de una obra, como podría pensarse. El ejemplo más evidente y accsible a la memoria pop son sin duda los premios de la Academia de Cine Americano, que da paso preferente al actor más viejo y/o que no haya ganado anteriormente. En casos de extrema confluencia de talentos o de un irremontable sentimiento de culpa, se aplica la ley de las compensaciones. ¿O usted sinceramente creyó que el Oscar Russell Crowe lo ganó por la mediocridad de Gladiador y no por esa actuación de antología en El Informante que, lamentablemente, chocó con el Kevin Spacey de American Beauty? Asímismo la sra (¿srta? ni idea de que pasa con su divorcio) Winehouse se ha llevado casi todos los Grammys por los que competía: su presencia en los medios que se asemeja cada día más a un culebrón en tiempo real la hace un depositario dilecto para los premios de una asociación de personas que no puede evitar considerar las repercusiones mediáticas de su actuar. Porque en el culebrón de clínicas de rehabilitación, insultos en la corte, consumo de drogas en la portada de los diarios y violencia intrafamiliar de Winehouse,su premiación a pesar de/precisamente por todo esto no hace sino construir un capítulo más. Y ese plus no lo tenían ninguno de sus competidores, casi. Lo mismo pasa con Kanye, quien se ha llevado más premios con el más débil, pero más publicitado en otros medios, de sus tres discos.

Y la cosa no para ni parará ahí. Desde el no-Nobel de Borges hasta la victoria de Obama sobre Clinton (Bill) en medio del enardecido ambiente de las primarias demócratas, pasando por esas 4 derrotas de Al Pacino (que terminaría ganando el Oscar por un rol insípido, puesto en el contexto de su filmografía), los premios seguirán decidiéndose por razones ajenas a la naturaleza misma de lo que está siendo premiado. Así, ganar de verdad no es lo más importante.

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Este blog festeja oficialmente los triunfos obtenidos ayer por los Beastie Boys con The Mix Up, los White Stripes con Icky Thump, Foo Fighters con "The Pretender" (temazo por donde se lo mire), por Ricky Skagg & The Whites (premiados en la Categoría 55: Mejor albúm de Gospel Sureño, Country o Bluegrass) y por las categorías de la sección latina, que ameritan un post en sí de lo jocosas (o tristemente desatinadas culturalmente) que son. Como se aprecia en esa última línea, hay dos perspectivas para todo, como bien lo sabe el bueno de John Mayer

sábado, 9 de febrero de 2008

De Escocia con Amor

A veces siento que este blog es como un canal de cable: comentando discos del año pasado, hablando de la penúltima pelicula de... o del libro que vino antes del último del autor aquél.

Anoche quería dormir...creo. Terminé sentando en la mesa, escribiendo en la moleskine, retomando la escritura de la novelita de mis días. Cuando levanté la cabeza, unas quince páginas (manuscritas) después, fue porque sentí el golpe del diario contra la puerta del depto. Buenos días, buenos días.

Y como a lo largo del día se habían sucedido acontecimientos vínculados con Escocia, y como este blog a veces se siente como un canal de cable, vayan las siguientes recomendaciones escocesas (aparte de tomar buen whisky, que no deja caña en absoluto. Certificado).

En Música... a eso de las 4.30 me encontré con esta canción de Feist. Bajé el disco y me ha hecho pasar suavemente las primeras horas antes y después de la salida del sol. Absolutamente recomendable.

Ahora, Feist no es escocesa, pero nació en la zona de Canada conocida como Nova Scotia, así es que igual nomás quedará incluída en este post. Si quiere escuchar escoceses de verdad, pues The Fratellis es la dosis del momento, ya fuera con Chelsea Dagger (abajo y más conocida como el tema de aquél dating show de Canal 13) o con Henrietta, el primer single de su único LP y que es todo lo que un primer single tiene que ser. Dos discos del año pasado.

Y ahora...este llevo mucho tiempo queriendo compartirlo. Grant Morrison, escocés de tomo y lomo, habla en la Disinfo Con sobre sus experiencias místicas y el proceso de escribir The Invisibles, quizás el último comic realmente notable que editó Vertigo. Tenía la esperanza de encontrarlo subtitulado o subtitularlo ("subtítulo", como "carátula", "cavernícola" o "artículo" son palabras cuyo diminutivo ha de ser usado con discreción extrema) yo mismo, pero bueno, se hace lo que se puede. El autor hablando de una serie que terminó hace ya 7 años. Cabe mencionar que, si bien ha producido buenos textos por el resto de la década, nada se le ha podido siquiera acercar a The Invisibles. Aquí os va, un escocés profundamente creativo, dando una charla moderadamente (?) ebrio. Es media de hora de esto, así es que... bueno esto es lo que pasa cuando uno postea a las 9 y media de un día que empezó ayer.


lunes, 4 de febrero de 2008

Al toque de gong, sírvase reiniciar...del todo

Cierto épico japonés comienza (y termina) con el tañir de la campana del templo de Gion, en India, el que nos recuerda lo evanescente de este mundo material y cómo han de sufrir quienes se aferran a él y como tal quedan atrapados en la rueda de la vida y la muerte.

Hoy murió el disco duro de mi macbook, un defecto moderadamente común, al parecer, en cierta generación de macbooks. Con él se fueron: mi colección de música, casi completa (y yo que había contemplado comprar un iPod con más capacidad para respaldarla o borrarla del todo), mis fotos (las inéditas del año en Estados Unidos, las con Kay en la playa que ni ella misma vió, incluída la que era mi fondo de pantalla y que era sencillamente hermosa: salíamos los dos mirando al horizonte y en el reflejo de nuestros lentes uno podía ver el sol caer en el horizonte marino), mis comics y mis escritos (lo más terrible es la versión pasada en limpio del último cuento que escribí en la playa, si bien Todos mis escritos tienen una versión en puño y letra). Ah, también las series de televisión y un buen número de películas.

Y yo sólo pienso en la campana del templo de Gion, en India, que nos recuerda lo evanescente de este mundo material y cómo han de sufrir quienes se aferran a él y , como tal, quedan atrapados en la rueda de la vida y la muerte.

domingo, 3 de febrero de 2008

Incursiones de un adulto joven ñuñoíno en el mundo del hip-hop.

Consideraciones: ¿Tener 27 te da suficientes millas para cambiarlas por el parche "Adulto Joven"? Quizás no, quizás el término está asociado en demasía con escuchar Radio Duna, usar poleras Polo con cuello y khakis, como si hubiera crecido con su gente, como todos las radios (menos la Carolina y la Rock&Pop) lo han hecho. Quizás. Como sea, tener 27 ya es ser adulto, y si esto no es juventud, la juventud dónde está. O-le-lé, O-la-lá.

El término sí me calza en tanto dos años atrás habría dicho ¿Hip-hop? ¿Yo?, con ese tono que ponen ciertos puristas que creen que la música nace con los Beatles y se muere con Deep Purple, o aquellos que ven el hip-hop como música de delincuentes (sí que los hay de esos, snobs, digo. Delincuentes en el hip-hop también, pero eso es otra historia). Hoy la cosa es distinta,tras haber pasado algún tiempo cerca de la cuna del movimiento y, por sobre todas las cosas, habiéndome aplicado unas gotitas de apertura de mente. Y claro, también está esa cosa de haber encontrado al artista correcto con el single preciso.

El artista no es otro que el Señor Kanye West. El single preciso fue Gold Digger, de su segundo disco, Late Registration. Bastó con que lo escuchara una vez, en el asiento de atrás de algún auto y listo. Llegué a casa a bajarla, la canción, el disco, todo. Si bien la canción me había quedado dando vueltas por su ritmo, al escuchar el disco me llamó la atención lo variado de las letras. Este no era el rap al que estaba acostumbrado, ese que habla básicamente de agarrarse a balazos y acostarse con un sinnúmero de perras. Las letras se paseaban de lo político a lo fashion pasando por lo familiar, todas recubiertas con mucho estilo, impulsando por un rapero autoreferente y expresamente egocéntrico. Una delicia.

Entonces mi primera fase fue la clásica "a mí no me gusta esta música, me gusta este artista y punto". Toda una vieja timorata, como se apreciará.

Como por estos días un disco de hip-hop no es un disco de hip-hop si no cuenta con un invitado distinto en cada canción, los lazos estaban tendidos para seguir explorando este mundo de individuos vestidos con ropas anchas, cadenas de oro y con un gusto particular por filmar más menos los mismos videos una y otra vez. Como la vieja timorata que solía ser, me costó sacudirme el prejuicio de encima. Unos cuantos meses, para ser exacto.

Siguéndole la pista a Kanye descubrí a The Game, Consequence, Cam'ron, y Jay-Z (por antinatural que sea conocer a Kanye antes que a Jay-Z y no al revés), acompañado todo esto por los raperos más populares que pululan por ahí, como Snoop Dog, 50 Cent, y otros. El hip-hop había llegado a mi discografía para quedarse.

Las cosas que me fascinan y hacen que con el correr de los día los susodichos del párrafo anterior figuren como lo más tocado en mi iTunes son sin duda lo contagioso de los ritmos (para los que se necesita un pulso que al menos yo no lo tenía de fábrica, acostumbrado como estaba al rock y a la electrónica a lo más) y el rol que juegan las letras, las que, esencialmente, sostienen a las piezas en un 97%. Cuando ando en ánimo de producir aforismos digo que "Todo estudioso del lenguaje debiera sentir un interés natural por el hip-hop y el rap".

Y del enunciado absoluto a la búsqueda de nuevos sonidos hay un sólo paso. Así es como he estado escuchando a los españoles de SDFK (cortesía del bueno de Gonzo que se mueve por esos círculos), a Talib Kweli (detalles más adelante) y reescuchando todas esas canciones que desestimé con los años. El mensaje de fondo, si es que existe tal cosa, es el siguiente: dejad atrás los estereotipos, romped las barreras de los prejuicios, que lo único que hacen es privarte de disfrutar de lo bueno de este mundo. Tampoco dejarte alinear por los que dicen que hay que ser tal o cual persona para hacer las cosas. No hay que haber nacido en ghetto alguno ni haber sido víctima de discriminación alguna para hacer tuya una música que ha sido, tanto por estigmas como por reivindaciones políticas, calificada históricamente como "de negros". Y qué buena que es.

Retomando transmisiones

El título de este post continuaba "...a.k.a Una pequeña intromisión de la vida personal", porque algo de mi vida personal aparece en las próximas líneas, claro. Después pensé que la vida personal o el individuo como texto es parte esencial del género blog, así es que lo borré.

Ese párrafo introductorio era parte de la eterna diatriba que alimenta la parte del "odio" en mi relación de amor/odio con los blogs en general y con el blog como género. En fin, vamos a esa intromisión de la vida personal.

Estuve fuera de la ciudad por eternos 4 días, que fueron maravillosos, vividos a ese acompasado ritmo que acompaña el vivir en un lugar donde se puede llegar caminando a todos lados y donde el silencio llega efectivamente a cierta hora de la noche, y cuando lo hace viene mecido por el ruido de las olas. En la playa pude sentarme a escribir, y no solamente a blogear, cosa que, como se aprecia en la ilustración, no hice del todo. Escribí un cuento corto (poco más de 2000 palabras) del que sólo tenía la primera página (en la moleskine) escrita el miércoles pasado en un McDonald's. Es gracioso como en Estados Unidos me solía ir a escribir a dinners como Friendly's y acá en Chile lo único que tuve para echar a mano era un McDonald's (escribir en cafés es bastante incómodo, sin mencionar que es un tanto posero). Más que la historia escrita, el mejor recuerdo que me traigo es haber enfrentado uno de esos momentos caóticos en un manúscrito más largo y asumir que tenía que reescribir un capítulo entero de la historia, que iba en una dirección completamente contraria a la que tenía que ir. Eso y la confirmación innegable que si para algunos no está muerto quien pelea, personalmente no estoy muerto en cuanto escribo. Y si me mata un poco dejar de escribir.

Tampoco me olvidé del blog, obvio y anoté los títulos de un par de posts que escribiré en cosa de instantes, en cuanto presione ese botón de publicar.

Aprovechando que estamos en la zona personal, y que el calendario me avisa que faltan sólo once días para mi cumpleaños, aprovecho de contarle que regalarme es muy sencillo y se ha vuelto más sencillo con los años. Nunca podré tener suficientes cuadernos y libretas moleskine, así es que he ahí un regalo que nunca caerá mal. Los libros también, aunque corre el riesgo de repetirse. Y claro, lapices de tinta o tinta para pluma fuente. Para todos los bolsillos, regalos sencillos y significativos.

Y ahora, a apretar ese botón.