domingo, 20 de septiembre de 2009

Amnésicas...

Ví "The Hunger" y Catherine Denueve con Bowie hacen un fino producto de lo que podría haber sido una antología del lugar común. Susan Sarandon no está Nada De Mal tampoco.

Empecé a ver "The Boys from Brazil" y he capitulado, más por el sueño que otra cosa.
Germán está en Chile y almorzamos juntos.
Batallo por ordenar mis días.
Quiero leer los 19 números más el especial de los Eternals de Kirby.
Todo lo que he escrito en los últimos años va a colapsar y condensarse en un sólo gran momento. Temo perdérmelo.
Hoy está de cumpleaños Eugenia.
Mañana parte la primavera.

Escribo como quién siente la profunda degeneración de su sistema, con miedo a olvidar. Escribo para acordarme de esta experiencia y así, quizás, volverla parte de mí.

Esta es una historia verdadera.
Había sido un lindo verano en Yugoslavia, visitaba a mi hermana, que lleva décadas viviendo en Alemania y que me había rogado que los acompañar a ella, su marido y mis dos sobrinas a vacacionar a los Balcanes. Cuando ya había pasado una de las dos semanas que se supone habríamos de pasar en Umag, ví el siguiente cartel pegado en una esquina de una calle menor, escrito en rutilante inglés, para mi perfecta comprensión.

CONOZCA VENECIA - EXPEDICIONES POR EL DÍA - 3 Euros.

Parecía demasiado bueno para ser cierto, o demasiado bueno para no tener una serie de fallas. Sin embargo, no dudé en apuntarme, a pesar de las protestas de mi hermana, que decidió pasar un día más en la playa con su familia y me dejo para que explorara "esa ciudad hedionda y llena de ladrones y arribistas".
No tuve inconveniente alguno, el trayecto por el Adriático fue de lo más cómodo, el tour, si bien extenso y agotador, fue satisfactorio. Ví todo lo que tenía que ver y caminé todo lo que podía caminar. Por eso, cuando la guía nos dijo "Salimos en tres horas más, ahora tienen todo ese tiempo para caminar y hacer lo que quieran" me pareció que "caminar" y lo que que yo quería ameritaban una frase que los mantuviera más lejos, para ser honestos. Así fue como caminé sólo un par de cuadras, por los pasajes interiores, hasta llegar a un pequeña plaza, lejos de los grandes canales, donde me pude sentar a tomar una bebida, bien dispuesto a dejar que el tiempo pasara y que las tres horas se me fueran mirando ese cartel de la nueva empresa telefónica local.

Y así debía terminar esta historia. Conmigo sentado en una plaza sin importancia de una ciudad con quizás demasiada importancia. Fin. Aparecen los créditos, la gente comienza a retirarse de la sala (siempre hay un par que quiere verlos completos), cuando de repente

- ¿Leo?

Los espectadores se devuelven, sorprendidos, a la sala. Algunos ya se lo perderán del todo. Yo levanto la vista, con la misma sorpresa de esos espectadores.

- ¿Leo? ¿Leo Villarroel?

Hay, en una ciudad que está tan lejos de mi ciudad de origen que ya da lo mismo si es o no es Japón, si es o no es la China, alguien llamando mi nombre con el acento de mi patria. Alguien que no se parece en nada a nadie que yo conozca o haya conocido. Usa lentes oscuros con borde de nácar e incrustaciones brillantes, tiene tatuajes múltiples y pantalones de cuadros apretados a decir basta. El pelo es de más de un color...en verdad cada punta del pelo tiene un color más intenso y más disonante con el anterior. Mis amigos punk se murieron todos o el sistema los reconvirtió en algo más, como esos autos con el combustible equivocado o como un video Betamax.

Me ví forzado a admitir que ese era, en efecto, mi nombre, y que no sabía con quién estaba hablando. Para mi alivio, la mujer se rió, entendiendo, y no me dijo que era una asesina envíada desde Chile para matarme o que era mi hermana perdida, directamente transportada desde una dimensión paralela donde los 80s aún vivían y ella no se había ido de casa.

-Soy yo, soy la Isa - me dijo. Y de golpe la opción de la hermana perdida desde un universo paralelo se sintió TAN agradable.

2 comentarios:

Jesusísima dijo...

me quedé pensando en cómo sería una hermana tuya. jajaja fue gracioso igual =)

LV dijo...

Fue por años tema familiar. Papá y Mamá estaban CONVENCIDíSIMOS (un poco demasiado convencidos, la verdad) de que, si hubiera nacido alguien más, habría sido una mujer de carácter muy acelerado e impulsivo.

Lo dicen con tanta convicción que, a veces, temo.
: )