"¿Ya no te queda nada que hacer en la Universidad, no tienes que ir a hacer trámites ni nada?" -preguntó mi padre.
"No, la verdad es que no. O sea, tengo que ir a primera semana a saldar unos asuntos y listo, sería todo"-contesté yo.
"Entonces podrías ir ordenando tu pieza, para que quede más o menos habitable cuando te vayas, ¿no te parece?"
Lentamente, un plano de la realidad toma las precauciones necesarias para no desintegrarse al disolverse.
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