domingo, 18 de julio de 2010

Hasta que empezamos.

Hasta que empezamos no nos movemos, no existimos y no tomamos forma como tal. Esto que usted acaba de leer no es una discusión ontológica. Es, sencillamente, una frase cualquiera para empezar este post.

Otra forma de empezarlo sería, abierta y honestamente con un

¡Hoooooooooolaa!



Para variar, me cambio de caso. Por si usted no lo sabía, considerando que me voy del país y todo eso, he empezado el ahorro usufructuando de las hospitalidades familiares. Estoy pronto a completar el circuito de cuatro residencias en los siete meses del año que pasaré en mi país de origen. El departamento en Gerona, la pieza en el departamento del póker, el closet de Harry Potter donde mis tíos, el sofá en el nuevo departamento de mi recién-separada madre. No deja de ser gracioso que con cada cambio mi espacio habitacional se vea reducido. Más gracioso es todavía empezar a intuir que el proceso seguirá un orden más o menos inverso: primero sillón, después pieza. (¿Departamento después? Díficil, pero nunca se sabe.)

Porque aún no tengo pieza en Washington, pero la búsqueda ya empezó. Empezó con el hallazgo de extrañas criaturas, como esta:

Free Rent for Hot College Girl (Manassas)

Free rent for hot, single, non-smoking college girl. Keep place clean and tidy and look hot. That's all I ask. 


Aún no sé si admirar la honestidad del ofertante o alertar a las autoridades. Quedé pensando si el dueño de casa sería un gordo cervecero, un asesino de motosierra o sencillamente alguien que entiende el incomensurable valor de vivir con una chica guapa. Pero no fue la única perla del día, al poco andar encontré un clasificado de extraña redacción.

"Tres profesionales extranjeros (27-33) buscando un cuarto compañero de pieza para nuestra casa en Dupont. Trabajamos todos en el sector internacional, viajamos bastante y nos gusta vivir bien. Somos más de dinner party que de fiesta trance, más viajeros que hogareños, más comidas afuera que tele en casa, más buen vino que cerveza. ¡'Nos gusta vivir con gente porque nos gusta la gente y no porque estemos obligados y buscamos a alguien parecido!
(traducción simultánea via tardis)

Tras lo cuál pensé: si esto no es un auténtico llamado a la Nave Madre, tiene que ser la posibilidad de la vida de convertirse en cena para un trío de extraterrestres. Afortunadamente, y pese a la inmejorable ubicación, el precio estaba un poco fuera de mi presupuesto mensual, así es que no tendré la experiencia de vivir con los extraños extranjeros. Procuraré darme una vuelta eso sí, de preferencia de noche, para notar si hay algún tipo de luz extraño emanando desde la casa o algo. 

Todavía no tengo pieza, pero sillón tengo. Kait Tagarelli (primera aparición en este blog: 24 de Octubre de 2006) , futura doctora de Georgetown por esas cosas del destino, se ha ofrecido gentilmente a albergarme un ratito, mientras encuentro depto. Es de las buenas vueltas de la vida y de las buenas cosas del destino. Hoy conversamos un rato sobre la vida en DC, pero nos pasamos bien rápido a hablar de psicolingüística y neurociencia y los papers que está escribiendo. Soy un tipo con suerte, en retrospectiva, de toda la gente de Union que me pudo haber tocado en Washington, Tagarelli es lejos la mejor. Dado el tipo de relación que tuvimos ese año y el buen pie en que quedamos la última vez que nos vimos, más todas las características personales e intereses académicos, me parece que los productores de esta serie han hecho muy bien en mantener su personaje en la nueva temporada.


Y para cerrar el post de hoy, una de esos años. De hecho, la primera vez que la escuché iba en al auto con Kait. Atrás Kathie, Ryan y Liz; todos elogiando mi valentía por ser el copiloto de Tagarelli, sobretodo cuando estaciona. No era para tanto tampoco. 

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