viernes, 23 de septiembre de 2011

Otra de Documentales: El Frío Misterio

Resulta que mientras Hollywood se llena de remakes y adaptaciones de cómics y adaptaciones de la adaptación y el remake de la adaptación y la re-edición en 3-D y la cacha de la espada, la pata de la guagua, la guagua de la comedia, la caja sin sistema, el cajero sin plata Y el galeón español... acá en Chile hay gente haciendo buenas cosas. Del país más desmemoriado de todos han salido unos jóvenes con cámaras a dejar testimonio de nuestro pasado reciente y a indagar en los archivos ni tan archivados, con resultados dispersos. La semana pasada fui a ver el ya comentado documental de Patricio Guzmán y esta semana fui a ver "El Frío Misterio" el docu sobre Los Electrodomésticos, lejos la mejor banda de los últimos...vamos a decir cincuenta años en Chile, pero podríamos decir de todos los tiempos igual pascual nomás.




Empecemos por lo básico y fundamental: Electrodomésticos se merecía un documental, hace rato. Como se han merecido más cobertura de la que han tenido en medios y en el mundo en general. Desde mis primeras experiencias con ellos, y más aún con el paso de los años, soy un convencido de que Carlos Cabezas debería ser raptado a todos los salones de la fama de la música que existen y que la banda debería aparecer en todas las listas en que no aparece cuando la gente recuerda lo mejor de una década. Con un sonido de otro lado, una sensación que siempre me dieron y que me deleité de encontrar replicada en los distintos entrevistados de la película, han estado siempre en otro plano nomás. 

La principal fortaleza de El Frío Misterio es hacerse cargo de esto. Hay un excelente trabajo de recopilación y el material le hace justicia al sujeto del documental. Su principal debilidad es su estructura, que no se alcanza a concretizar del todo. El manejo de los tiempos es un poco atarantado y cuesta encontrarle la vuelta a la organización que el director dispuso. Al principio parece ser un recorrido satelital al entorno del grupo que va girando concéntricamente hacia un espacio central donde terminan recibiéndonos Cabezas y Paredes... pero entremedio hay un intento de dividir la historia de la banda en períodos y algunas secuencias simplemente no cuajan en el ritmo de la cinta. Pareciera que había secuencias que el director consideró que eran tan buenas que no había que editarlas, en desmedro de la narrativa general. Uno podría argüir que la estructura arrítmica imita los propios compases dispares de la música de los Electrodomésticos, pero estamos hablando de códigos distintos y aquí la cosa peca de mal montaje. Quizás la culpa de todo la tenga mi reciente asistencia a Nostalgia de la Luz, y siempre es injusto compararse con un maestro del género; pero es inevitable pensarlo : en la película de Guzmán el montaje fluye, induciendo la tesis y argumentación del director impecablemente y uno sale creyendo que ha visto la mejor de las versiones posibles de la película; en El Frío Misterio uno rápidamente comienza a montar su propia película mientras la ve y siente que, de tener acceso al mismo material, podría haber hecho algo tanto mejor.

Aún así es una grata experiencia. Hay un buen trabajo investigativo, buenas imágenes, y en medio de las largas secuencias con temas completas en vivo se consigue la atmósfera precisa de un concierto de Electrodomésticos. Y da gusto verlos así, en pantalla grande, más grandes que la vida. En algún momento uno de los entrevistados amaga con describir su música como "Elegante" y luego, lamentablemente, se corrige y desdice.

Pero sí, es elegante. Tiene una clase y una categoría distintas a toda la escena local y escucharlos es tener la intuición de que uno está frente a un auténtico talento. El documental nos termina revelando que la gran diferencia con sus pares esté quizás en que los Electrodomésticos nunca se creyeron músicos y por lo mismo abordaron su trabajo con la dedicación obsesiva del que sabe que está en un medio que no es el suyo. A todo ese talento latente se le sumó, en definitiva, un trabajo pulcro y profesional. Un ensayo y ensayo y error. 

Vaya a verla. Si usted tiene más de 26 o 27 años la va a disfrutar aún más. Si le gusta la música de Cabezas y la banda usted ya debería estar allá. Está en el Cine Arte Alameda y en el Cine Huérfanos, me parece. Yo la vi en el Alameda, cine de proyectora antigua y cuya oscuridad antes de la película es total, exquisitez que se agradece en este era del cine con luz tenue. Así, en sala antigua, de otro tiempo, El Frío Misterio se despliega con mayor facilidad, empapando la sala de la atmósfera parca de VHS y colorida de sintetizadores y beats programados en análogo. Un efecto de tercera dimensión que no te lo da ningún lente.


Varias imágenes del trailer quedaron en el piso de edición. 
Lo que es una real lástima.

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