domingo, 14 de junio de 2009

El País de Todos, Incluso de...

De la pluralidad de ideas y la diversidad y divergencia de puntos de vista nos beneficiamos todos. Este axioma es válido siempre y cuando nadie se acabrone con La Verdad y se crea su detentor, marginalizando a los demás. Por casi dos décadas, la dictadura militar que ocupó mi país de origen se dedicó sistemáticamente no sólo a secuestrar, torturar y matar a nuestros ciudadanos sino además a construir una ideología donde primaban ciertas ideas, siendo todas las demás tachadas de peligrosas e insalubres.

Nada nuevo bajo el sol en el párrafo anterior. Y sin embargo...

Y sin embargo no deja de existir un grupo de individuos que defiende a todo evento a la dictadura como institución. Con los años, han debido adecuar un discurso de desconocimiento e ignorancia de los crímenes cometidos por nuestro estado en esos años, transformándolo en un discurso de justificación ideológica de Todo el aparataje dictatorial. Personalmente, lo que más me confunde y duele es la devoción por el regimen que detentan esos que nada ganaron con él. Es comprensible, si bien censurable, que quienes se enriquecieron, quienes vieron protegidos sus intereses con el golpe de estado lo defiendan. Pero cuando el apoyo y justificación de los crímenes de estado viene de esos que nada ganaron, de esos que vieron como sus propios vecinos eran arrastrados de sus casas, que contemplaron ejecuciones frente a sus casas sólo para seguir viviendo en el mismo estado de miseria... ahí es cuando cabe preguntarse si acaso no estamos todos locos.

"I love Pinochet" es un petit documental, bien pulcramente armado, con unas cuantas generalizaciones dadas las limitaciones del formato, por Marcela Said. Situado alrededor del período en que el dictador había sido detenido en Londres, estudia de cerca las distintas variaciones sobre el tema del seguidor del golpe. Como todo buen documental, deja más preguntas que respuestas al terminar sus cincuenta y tres minutos de duración. Los motivos, las historias, los caminos que llevaron a cada uno de los protagonistas en cámara a consolidar una personalidad que condona con tanto fervor la barbarie del estado militar quedan ahí, en el aire. Porque si bien lo que más impresiona son las distintas manifestaciones de la ignorancia en cada uno de dichos personajes, al menos este humilde redactor quisiera conocer sus historias antes de tildarlos de algo más que inconscientes y estúpidos.

Disfrútelo, coméntelo y, sea cual sea su tendencia política, actitud ante la vida, coeficiente intelectual, o nivel de apatía ante los demás, dése el tiempo de reír de puro absurdo cuando vea la historia de la mujer disfrazada de bandera. Recuerde que todos tenemos derecho a expresarnos, sin importar en absoluto nuestro credo, y que es ese mismo derecho el que faculta a los otros a reírse de nosotros cuando hacemos cosas como esa...


Este post fue escrito, principalmente, escuchando Blood, el disco nuevo (remix) de Franz Ferdinand, grupo que anda con la brújula un poco perdida desde 'Tonight' su disco anterior. Lo empecé a escribir, eso sí, con este lado B de Radiohead, que se llama Gagging order. Y que es Tan Apto para este tema...

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