Funcionó perfecto, como comprobé siete horas más tarde.
Pero lo importante no es el gesto de abandono sino lo que pasó durante de él. Durante él soñé.
Soñé, para variar que me iba a Estados Unidos. Soñé que iba al ReUnion weekend, donde se juntan los ex-alumnos de Union y se emborrachan como si fueran novatos, se reencuentran las parejas de los años universitarios y pasan tanta otras cosas. El ReUnion weekend fue este fin de semana que pasó y las fotos en facebook proliferaron para estimular mi sueño. Lo extraño fue la consistencia, lo profundamente vívido de todo. Me desperté con la frustración de volver a mi realidad cotidiana después de semejante sueño, donde me hubiera gustado quedarme un rato más. Aparte hacía frío.
Revisé, esperanzado, mi correo electrónico, pero no había nada.
Cero. Kaput. Nil. Nihil. Null.
Más decepción. Pero no tanta. Más decepcionante era el prospecto de dejar el lecho para salir al frío. Pero bueno, habría que hacerlo. Sacarse la ropa del día anterior, ducharse, ponerse la ropa del día, salir. Me habló Jo por el sistema de mensajería de la blackberry. Me acordé que existía tal cosa y le fui a contestar y entonces vi que tenía correo. Sólo por apagar el indicador y poder chatear tranquilo lo fui a revisar.
Ahí estaba.
Ni le contesté a Jo sus mensajitos y la llamé inmediatamente para contarle que me habían aceptado en Georgetown.
En algún punto entre eso y ahora, que escribo, sucedió el resto del día.
2 comentarios:
Yo creía que en el post pasado decías esto, cuando decías que nos ocultabas algo.
Hmmm no estaría taan bien oculto entonces, ¿no?
Lo bueno es que, en este caso, compensaste la falta de método deductivo con tus míticos poderes precognitivos.
Tanto mejor así.
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