(porque no sólo de los anticipados retornos desde el extranjero vive el hombre)
...la Única sección de este blog que puede ufanarse de tener Algo parecido a una periodicidad!! Sí, sí. en tres años casi de escritura errática, "Bandas Multiculturales" ha aparecido 4 veces, lo que la convierte en... bueno quizás la única sección de este humilde espacio.
Hoy: Muchachito Bombo Infierno.
Sí, Muchachito. Bombo. Infierno. Oriundos de Barcelona, con poco más de 4 años de antiguedad y dos discos bajo el brazo, los "Muchachito" hacen una suerte de ska que da gusto, de esos que te levantan el ánimo y hacen que caminar por cualquier ciudad del mundo sea una delicia. Habría que testearlo en Baghdad o en el Sudán Occidental, claro. Sus dos discos algo de evolución muestra, siendo el segundo "Visto lo visto" algo más fiestero y acelerado que el "Vamos que nos vamos", del 2004. Hay que darles el mérito de tener un nombre recordable y excelente gusto para titular los discos. Sin más rodeos ni circumlocuciones... "Azul" primer corte de "Visto lo Visto"
Las ediciones anteriores de esta columna presentaron a:
Curiosamente, buena parte de estos grupos los he conocido gracias al bueno de Perucca, cuyo retorno desde el extranjero es quizás el más anticipado, pero el que menos se anticipa.
¿Es idea mía o por estos días aquel extraño constructo social conocido como "la gente" anda particularmente propenso a las separaciones? Pareciera que por cada pareja que conozco que se forma o está bien, hay otras 37 que se separan o pasan por períodos turbulentos o qué se yo...
Quizás sean los tiempos, quizás sea el comienzo de un nuevo comportamiento, quizás es, de una vez por todas, el colapso definitivo del ego. A medida que nuestras conciencias se expanden y nos encontramos cada día menos satisfechos con la oferta de realidad que se nos presenta empezamos a sentir que ciertas cosas no calzan, lo que nos lleva sí o sí a cuestionar todo alrededor nuestro y sentir que Tenemos que estar en OtroLado... o quizás es sólo que el invierno empezó y que todo tiene que volverse necesariamente más árido para que la primavera sea todo lo esplendorosa que tiene que ser.
A mí el invierno me empezó tratando un poco más inquieto que el otoño (a quién aprovecho de agradecerle su espléndido trato). Todos los sentidos me indican que por lo menos el más inmediato de los futuros no va a estar muy tranquilito, PEEEero que es lo que corresponde. Tengo un par de decisiones grandes que tomar, y el futuro se disuelve y se reforma constantmente cuando lo miro. Veremos que pasa.
Por lo pronto, mañana me reuniré con Kay, a quien no veo desde hace más de 6 meses, cuando aún eramos novios. Supongo que es la mejor manera de iniciar la temporada de resoluciones.
A todo esto, los primeros párrafos de este post habían tomado dos encarnaciones previas (una de corte más sociológicamente chanta aún y otra tipo teleaviso de "Las Mejores Canciones para la Ruptura de la Historia") y que creo que verán la luz del día con alguna otra encarnación. Los borré, porque sentí que no era su momento y habría de escribir sobre otras cosas...y terminé escribiendo un poco sobre lo mismo tras ver este video de The Ting-Tings. Con ustedes "Shut up and let me go".
Por allá por los 90s cuando el joven periodista Fernando Solabarrieta estaba lejos de volverse el ordinario imitador de Mariano Kloss que es hoy por hoy, trabajaba en el espacio de TVN que pretendió insertar un poco el basquetbol norteamericano en nuestro inconsciente colectivo. "NBA Jam" (sí, como el juego) quería cabalgar un poco en el furor de aquél extraordinarísimo ícono viviente del juego que era Michael Jordan. No era una mala idea, mal que mal, era cosa de salir a la calle y ver todo ese merchandising de los Chicago Bulls caminando en gorras, mochilas y demases. Lo que sí fue una mala idea fue intentar adaptar el tagline "I love this game" a un "Me gusta este deporte". Solabarrieta y una Karen Doggenweiler de voluminosa permanente hacían botar una pelota, la que era recibida por maestros de la construcción o el proverbial hombre de la calle, quien miraba a la pantalla y largaba un " MeGuUsta ete eporte".
Como humorada era tremenda, en todo caso.
Y todo esto porque ahora, hace instantes, en medio de una toma de examenes orales (no caigamos en el chiste fácil,¿ya?) me sentí tan a gusto y lo estaba pasando tan bien cuestionando a los alumnos que tomé hace un par de semanas apenas, que no pude evitar pensar, en medio de una interrogación..."Me GuUsta ete eporte".
Por supuesto, perdí la concentración por un segundo y tuve que hacerle una pregunta extra al susodicho, para asegurarme de que la buena nota que le iba a poner fuera producto de sus habilidades y no del desaparecido espacio con el joven periodista Fernando Solabarrieta y la Karen Doggenweiler de voluminosa permanente.
-Curiosamente, esta nota siguió el camino inverso al habitual, siendo escrita primero con el perfil de facebook en mente. La publicación virtual es, al parecer, una calle con doble mano.
Cuando algo acaba, el proceso de cierre suele hacer ecos simétricos en el tiempo. Hay buenos recuerdos, malos recuerdos, pensamientos y sentimientos fusionados que se repiten hasta que se desprenden los unos de los otros y nos queda aquél residuo que supone un recuerdo con leve sonrisa. Termina una etapa y cuando se va, suele volver en ondas, ripples para ser más preciso, como las gotas de lluvia en un charco, fractales...
Hoy tuve mi conversación con la futura ayudante de español en Union. Cuando fue mi época, conversé con mis dos predecesores, y había conversado con Kay antes de que esta se fuera (Conversado especialmente, esos días los pasábamos enteros juntos, pero aún así tuve mi momento de hacer una pausa y decirle con toda la pacatería del mundo: *EHEM*Tenemos que hablar).
No hace mucho fue el fin de clases por allá, graduación de varios conocidos, incluído mis buenos amigos Ryan y Hilary. La velocidad con la que se mueve la información ahora hace fácil estar pendiente de esas cosas, y, asímismo, facilita ciertos momentos de melancolía, acorta la distancia entre onda y onda. Me he encontrado recordando bastante los días en Union ultimamente... cuando hago clases en la U de los Andes no puedo dejar de recordar la distribución del campus (claro, donde allá está el Nott acá hay un árbol bien poco solemne, pero tienen esa distribución de arquitectura afrancesadita). Ha pasado casi un año ya desde que partí y las diversas decisiones y cambios que han habido en mi vida hacen que estos 9 meses estén tomando un sabor intersticial. Y el intersticio se está cerrando, o al menos el tiempo está empezando a fluir de forma distinta, nuevamente. Tengo, por estos días, que tomar una decisión personal nada de menor y siento su pulso gravitacional, moviéndolo todo, haciendo vibrar eventos, sentimientos y percepciones que habían estado un poco estáticas.
Pero antes de que el mañana venga, es bueno hacer un alto, es bueno seguir ciertas tradiciones, revisitar los recuerdos queridos. Mi conversación de hoy no fue ni con mucha la última onda de memorias, pero sí la más grande... quedan buenas noticias, quedan giros por venir... pero cada vez más tenuemente.... Así es el seguir adelante, así es el pasar.
Después de un Domingo tormentoso, después de un fin de semana de emociones intensas, y cuando todo empieza a antojarse en la existencia como un dolor de cabeza constante... sale el sol, hace calor sobre la contaminada capital y llega un Lunes de Perspectiva.
Quizás la culpa la tenga tanta narración lineal con la que crecimos, quizás la culpa la tenga ese sentir contemporáneo de que todo es una historia y que no existe tal cosa como La Historia... la cosa es que tantas, tantas veces nos aproblemamos y complicamos la vida entera por cosas que sí, agobian, pero sólo agobian porque nos enfocamos en ellas. La pena de la pérdida, la inseguridad de las separaciones, el dolor del paso del tiempo, son todas condiciones propias de cierto tipo de miopía. No es fácil salirse, tirar la cámara atrás o tirarla a la basura de frentón y asumir que esto no es una historia contenida, que el mundo no se acaba mañana y que las cosas van y vienen, en tránsito, y que como tal Nada es realmente tan terrible. Para botón de muestra, mire todas las cosas terribles que le pasaron hace 10 años, ¿no? Las realmente terribles cambian, marcan, sí... pero a menos que usted siga leyendo esta nota en el subterráneo donde su padre lo tiene encarvelado, pues... tan atroz no ha de haber sido ¿o siii?
Todo pasa y lo peor que uno puede hacer es enfocarse y quedarse atrás con ciertas complicaciones...se cae en el riesgo de tropezarse con toda la falta de gracia y decoro de quien pisa mal en una caminadora automática. Lo segundo peor que uno puede hacer es intentar obviar las cosas y hacerse el gil.... pero eso es tema para otra edición de "Lunes de Perspectiva".
A mirar las cosas desde la altura, entonces. A dejar de lado esa ansiedad apocalíptica y a vivir más lento nomás, teniendo más claro que todo pasa y que lo mejor que uno puede hacer es vivirse en pleno cada momento y cada etapa, que uno no puede ser tan fresco de querer vivir la felicidad de un apasionado y la tristeza de un flemático y recordar que las cosas vienen y pasan y cómo tal lo mejor es tomar de ellas lo más posible, antes de que se hayan ido del todo.
Dejaremos este festival de la tarjeta Village para ir con la canción de esta semana que es, mirá vos, "Old Habits Die Hard" del bueno de Mick Jagger. Sí, anoche vi "Alfie"... me di cuenta que Alfredo Santa Rosa y Leonardo Torres están menos muertos de lo que pensé y qué, bueno si Mick finalmente le dio el palo al gato con una colaboración (después de "Dancing in the Street" y otros esperpentos) entonces sí, hay esperanza...para todos. Disfrutad.
Días de trabajo intenso. Corro, corro, corro. No hay mucho tiempo para dormir. Mal que mal, la vida está siendo tan intensa que no dan ganas de perdérsela. Dan ganas de dormir de a tandas cortas. Colección de micro-siestas, más que otra cosa. ¿Steven Tyler cantando "I don't wanna miss a thing?. Quizás, quizás, quizás.
Por más que el Lunes sea un día "relajado", parte con todo. Ayer no había dormido 5 horas, dado los horarios de la banca en Chile. Hice mi clase de las 5 en El Golf y me dispuse a tomar el metro de vuelta a casa, tras haber arreglado parte de mi situación contractual del semestre que viene. Hora peak y la gente corría, o caminaba rápido, como si sospecharan que un animal de tentáculos largos pero lentos los estuviera persiguiendo. La lista "recientemente añadidas" del iPod se posó en "Humedad" de Javiera Parra y los Imposibles.
Y todo estuvo bien.
La canción me llevó a caminar lento, a dedicarme a mirar los árboles, las luces, la gente pasar en otro ritmo. Perdí la percepción de que todos andaban rápido y me asumí en una slow motion que no era ni televisiva ni cinematográfica ni nada. Sencillamente era.
Recordé entonces que "Humedad" fue, en efecto, el último lento que escuché en mi vida. Digo, cuando los lentos eran una institución poderosa, un imperio y no una especie protegida, como ahora. Fue en la casa de un compañero, allá en segundo medio... el 95. Seguro, al escribirlo me doy cuenta que deben haber habido otros. Pero de alguna forma este se siente como el último...
Podría contar historia de lentos, hacer una genealogía de las anécdotas marcadas por ese pulso, o intentar explicar porqué ya no son lo que eran, pero no. Sólo puedo decirle que se dé el tiempo, un día bien ajetreado, de esos en que las impresoras fallan, los alumnos se inquietan y los proveedores fallan, para escuchar "Humedad", y caminar a su ritmo, aunque sea un poco. Se lo recomiendo, de corazón. Anoche lo encontré mi lento por excelencia...no deja de llamarme la atención que, cuando hace algo así como una vida entera atrás escribí una pre-crónica para mi matrimonio que ya no será, el lento que tenía sonando era "True" de Spandau Ballet...otra de esas cosas que cambian.
¿Perdónele lo malo al video yaaa?
La historia sigue para otros lados. Anoche al final caminé a casa por casi una hora. Repetí un par de veces la canción y después llevé el tracklist a "Sinceramente Tuyo" y "No hago otra cosa que pensar en ti" del bueno de Joan Manuel, pero esa es otra historia...
