Hoy tuve mi conversación con la futura ayudante de español en Union. Cuando fue mi época, conversé con mis dos predecesores, y había conversado con Kay antes de que esta se fuera (Conversado especialmente, esos días los pasábamos enteros juntos, pero aún así tuve mi momento de hacer una pausa y decirle con toda la pacatería del mundo: *EHEM*Tenemos que hablar).
No hace mucho fue el fin de clases por allá, graduación de varios conocidos, incluído mis buenos amigos Ryan y Hilary. La velocidad con la que se mueve la información ahora hace fácil estar pendiente de esas cosas, y, asímismo, facilita ciertos momentos de melancolía, acorta la distancia entre onda y onda. Me he encontrado recordando bastante los días en Union ultimamente... cuando hago clases en la U de los Andes no puedo dejar de recordar la distribución del campus (claro, donde allá está el Nott acá hay un árbol bien poco solemne, pero tienen esa distribución de arquitectura afrancesadita). Ha pasado casi un año ya desde que partí y las diversas decisiones y cambios que han habido en mi vida hacen que estos 9 meses estén tomando un sabor intersticial. Y el intersticio se está cerrando, o al menos el tiempo está empezando a fluir de forma distinta, nuevamente. Tengo, por estos días, que tomar una decisión personal nada de menor y siento su pulso gravitacional, moviéndolo todo, haciendo vibrar eventos, sentimientos y percepciones que habían estado un poco estáticas.
Pero antes de que el mañana venga, es bueno hacer un alto, es bueno seguir ciertas tradiciones, revisitar los recuerdos queridos. Mi conversación de hoy no fue ni con mucha la última onda de memorias, pero sí la más grande... quedan buenas noticias, quedan giros por venir... pero cada vez más tenuemente.... Así es el seguir adelante, así es el pasar.
Ahora viene el mañana.
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