martes, 3 de enero de 2006

Apuntes sobre la Intelectualidad

1. Los procesos históricos narrados en las páginas de La Historia vienen teñidos por los constructos ideológicos y los prejuicios de la 'clase intelectual'.
2. Esta 'clase intelectual' está compuesta mayoritariamente por individuos que no juegan un rol actancial en la contingencia de los hechos. Su rol es más bien instigador, persuasivo, o disuasivo. No actuan si no es mediante actos de habla.
3. La intelectualidad, en vista de lo mencionado en 2., ha surgido tradicionalmente posicionándose en el equivalente histórico de una 'clase media'. LA INTELECTUALIDAD ES BURGUESA.
4. La intelectualidad, luego, representa a un sector de la clase media que elige establecerse y surgir(?) en la vida criticando en vez de haciendo.
5. 'Tradicionalmente'[Europeamente] los intelectuales han detentado un grado de independencia proporcional a su compromiso con 'la Verdad'. El intelectual prefiere morirse de hambre por sus ideas antes que comprometerlas, al menos en un plano ideal.
6. El intelectual prefiere morirse de hambre por sus ideas, pues sabe(como buen miembro de la clase media) que NO se va a morir de hambre jamás.
7. La clase media alberga a aquellos individuos que no pasan reales penurias, pero que quieren más, que critican el estilo de vida de los ricos, queriendo distanciarse lo más posible de los pobres.
8. La conjunción criticar/envidiar de la clase media es, pues, el alma crítica del intelectual , que aboga por un 'deber ser' de las cosas, mientras se sabe incapaz de hacer mas que, simplemente, quejarse [el intelectual creyéndose 'la conciencia de la sociedad']
9. Esta relación de critica-envidia es un reflejo de ese movimiento doble de emancipación y dependencia que controla la marea de la relación del intelectual con el poder [dependencia y codicia]. El intelectual necesita comer, pero su trabajo consiste, básicamente, en morder manos.
10. La peculiar dependencia-complacencia con el poder del intelectual latinoamericano podría ser explicada, a grosso modo, por el carácter aún semi-colonial de estas tierras que no conocieron nunca la modernidad. Nuestras sociedades, lejos de concentrar el poder mediante focos de asociación capitalista, aún mantienen un buen resto de esa inclinación vertical propia de los latifundios. El patrón de fundo como el dueño del poder. Y el intelectual como el huaso consejero, flojo y débil para trabajar la tierra, ni tan inteligente para planificar, ni tan tonto como para no saber lo que le conviene.
11. El intelectual latinoamericano como el huaso ladino.
Escrito en un cuaderno de notas en Pto. Velero el último fin de semana, a propósito del primer monólogo de Amalfitano en 2666, en el excelentísimo primer libro de los cinco que lo componen.

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