martes, 3 de enero de 2006

All things must pass...

Y sí...como la canción de George Harrison. También como el disco triple aquél, hoy reducido a cd doble... Las cosas marchan así y el box set de hoy es el disco de mp3 de mañana. No escribí el prometido post anterior, pues marché con mi novia a Puerto Velero, a ver terminar el año. Mejor así, no. Qué mejor que dar por cerrado un año con una promesa inconclusa. De chico me gratificaba la idea de dejar cosas inconclusas...aún creo en eso de que es bueno que la muerte te pille con proyectos a medio camino; aunque sea por la lamentable y obvia lógica que dicta que semejante claúsula es un seguro contra ser un viejo decrépito e inútil.
Cierre de este año, tres días después del cierre del año. Diferencias y Deferencias, siempre. En diferido va también la más calurosa de las felicitaciones a mi muy querida Antonia, on the ocasion of her first baby being born.

All things must pass, y muchas cosas dejan de ser, sólo para volver a ser en el futuro. No más promesas, no más expectativas; no alarms and tons of surprises...I'll see you, in the next life.

Escrito, contrario a lo que podría pensarse tras ese último párrafo, sin Radiohead de fondo. Mucha bossa nova, y parte de la banda sonora de The Insider de Michael Mann (y porqué es que cada soundtrack de Michael Mann les da años de comida a los malos publicistas y encargados de edición de los canales locales).

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