martes, 23 de octubre de 2007

El Gonzo

Hola, les habla [El Autor] de este blog. Aquellos que llevan un par de años leyendo estas páginas, se habrán percatado que, a pesar de que los ejes temáticos han ido y venido, de un tiempo a esta parte se ha vuelto costumbre entregar la más honesta apreciación de mis seres queridos con motivo de su cumpleaños.

Hoy: Lejos, lejos, lejos, mi mejor amigo en este planeta.

Es feo usar superlativos. Pero igual. Un par de anécdotas debieran bastar para que se entienda.

Nos conocíamos hace cinco horas y habíamos cambiado dos palabras, si es que, cuando Gonzalo, de la nada, en un consejo de curso de esos de principio de año dijo "yo creo que él, el nuevo, tiene que ser presidente de curso", se le pidieron argumentos y dijo "tiene cara de irresponsable".

Seis meses después, en uno de aquellos retiros obligatorios del colegio, con actividades en que había que decirse cosas, y habiendo intercambiado no tantas palabras como para ser tan confianzudo, yo le escribía a mi amigo "Me caes bien, pero eres algo ingenuo"

Y de todo esto hacen ya quince años.

Con los años nos conocimos más, obvio, y hemos pasado por de todo y podríamos pasar por todo, qué duda cabe. Gonzo tiene todo aquello que no tengo yo: la intuición adelantada, las agallas para decir lo que nadie dice por que puede sonar ridículo, la capacidad de caer bien en todas y cada una de las situaciones, y una visión, repito, particularmente adelantada de las cosas.

Con los años nos volvimos cuatro, y si de los cuatro Andrés es el que siempre me ha tenido sin cuidado porque es él más capaz de batírselas solo, Gonzalo es de quien siento que su destino está más ligado al mío. Al éxito o al tacho de la basura, pero es un hecho que vamos a terminar en lo mismo. Y, si le creemos al oráculo, está claro cuál de las dos es.

Perucca está lleno de vida, energía, ganas de cambiar las cosas. Y con lucidez, esfuerzo, análisis y dedicación, más encima. ¿Qué más puede necesitar el mundo de hoy? Pues que los proyectos se concreten, como cada día se ve más inminente.

Es eso, no tengo muchas palabras para mi mejor amigo, porque las palabras sobran cuando se han repetido, iterado hasta la atomización en el curso de una amistad que lleva más de la mitad de nuestrars vidas y que sigue ahí, como esas constantes en las que uno se va a dormir confíado. Como que el sol sale mañana o que la U sufre para ser campeón, así sé que mi amigo está ahí para mí y yo estoy ahí para él, ya sea para mandarnos transatlánticamente el disco con la canción que el otro quiere o la conversación eterna sobre las mujeres.


Así es que sin más ni más, Salud
y

¡FELIZ CUMPLEAÑOS GONZO!!

aguante, siempre,
que la vuelta vamos a dar, siempre, todavía

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