martes, 18 de mayo de 2010

Escribanas y Musicálidas.

Anoche me dormí a las 3 de puro trabajo freelance. Pensaba escribir mucho, pero terminé escribiendo harto poco. Al menos definí algunas cosas, y algo empezó a tomar más forma.
Siendo la segunda parte de mi novela de un ritmo muy distinto a todo lo demás, he empezado a escribir la tercera parte. La verdad lo hice, como me parece ya haber dicho, porque echaba de menos a los personajes que parten la historia (en la segunda aparece el padre de uno de ellos y poco más) también al ritmo (se entenderá que las segunda parte toma lugar cuarenta años antes y por ende la música es distinta, las referencias son otras y así).

En fin.

En Otra Torre se Levanta existe un personaje bastante desagradable que se llama Marcel Arteaga. Miente, estafa, mata, hace de todo con tal de conseguir lo que quiere. Lo que quiere es a una chica en particular. Empareja a la chica con su mejor amigo con tal de no perderla de vista. Después, destruye la realidad entera para conseguir así una oportunidad para estar con ella.
Es, por supuesto, el personaje principal de la novela.

Y anoche, en medio de mi sesión de trabajo, en algún punto entre las doce y la una, tuve la buena fortuna de encontrarme con su tema, su encarnación musical, la música que, si esto fuera la teleserie chilensis sonaría toda vez que el muchacho entra en escena.

Damas y Caballeros, para la banda sonora de Otra Torre se Levanta, Scanners canta Salvation

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