domingo, 16 de mayo de 2010

Un experimento.

Escribo esto apurado, espero que me pasen a buscar. Tengo un evento familiar que ha sido diferido más de la cuenta, debido al estado de zona de catástrofe que es mi familia por estos días. Somos una familia pequeña, tentado estoy a decir que éramos o fuimos una familia pequeña, entonces todo repercute. Aparte de los siete elementos constituyentes básicos de dicha familia, me parece que al menos seis hemos experimentado desórdenes psiquiátricos, una es una menor de edad, tres tenemos un carácter bien dominante cuando se nos da la gana, cuatro somos absolutamente taimados, dos somos hijos únicos, dos quisieran haber sido hijos únicos, y así. Mala, mala mezcla.

El experimento es escribir y publicar dondequiera que esto me pille. Necesito escribir. Ha sido un fin de semana bien intenso, de inesperadas despedidas de soltero, de caminatas bajo la lluvia para acompañar a seres queridos que lo necesitan, de desplazamientos múltiples y trabajos diversos.

También fue 15 de Mayo, ayer. No puedo negar que eso me afecta y me tiene un poquito más acelerado que de costumbre. ¿Alternativas? Obviarlo todo y hacer como que las cosas pueden ser normales, acelerar hasta ver si existe tal cosa como la velocidad terminal o sencillamente dejarme estar.

La alternativa b) me seduce. Inmensamente. Mi prospecto de semana ideal involucra, en estos instantes, no dormir nada y trabajar en muchas, miles de cosas. Escribir hasta que me duelan los dedos, leer todo lo que no he leído en los últimos meses, ver todas las películas que tengo bajo "pendientes". Tantas, tantas cosas.

Vienen por mí.
Detalles más adelante.

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