viernes, 21 de enero de 2011

En seis roncolas y algo más.

EL LUGAR: Sign of the Whale, el bar donde terminamos el semestre pasado con un happy hour hiperbebido y súperbailado, ocasión en la que participamos todos en el concurso para ganarnos otro happy hour. Kate, mi mejor amiga por estos lados, resultó ser la ganadora. Nos juntamos antes a "cenar" (yo venía rodando de almuerzo con Jo y café con Kait) antes con Caroline, que no podía ir después al evento, así es que me despedí de ella y de ahí Kate y yo  partimos al lugar en espera del resto de las huestes del Masters en Inglés.

RONCOLA 1 - Qué rápido se bajan estas cosas. Los vasos pequeños, la cantidad de hielo que les ponen, si estuviera pagando más de los dos dólares que nos concede el happy hour, me quejaría. Llegan Regina y Kristy y de fondo suena The King of Wishful Thinking de Go West. Esto es lo que más me gusta de ir a bares gringos, en vez de rellenar con baladas, ponen todas mis favoritas ñoñas de los 90. Hora de ir por la segunda, porque la primera no me ha hecho nada.

RONCOLA 2 - En una suerte de accidente en el continuo espacio-tiempo, mi vaso parece haberse rellenado como en un efecto del Chapulín Colorado: en un cuadro está vacío, en el otro está lleno. Envalentonado por mi sobriedad, me la tomo con un grácil movimiento de muñeca, dejando de lado las bombillas que tanto les gusta poner a los tragos acá. Kate me sigue desde lejos con su primer whisky. Regina va a al bar y vuelve con un trago en cada mano, argumentando que no puede tomar si tiene la otra mano vacía. En eso, me doy cuenta que quizás puede ser que haya pisado el acelerador un poquito demasiado antes de tiempo. Suena Jesse's Girl. Rick-motherfuckin'-Springfield. Mi canción favorita del muchacho, también de Gonzalo, cuando la descubrió en ese verano 80ero que tuvo. Al lado mío, un compañero a quién no había visto jamás, canta emocionado. Me da un poco de melancolía, sí, quizás fui un poco demasiado rápido.

RONCOLA 3 - Pero, pico, la vida es para vivirla mejor, así es que la tercera roncola viene con el auspicio de la brevedad de la vida. Me doy cuenta que esto es una experiencia difusa y me propongo escribir un post al respecto en mi blog que tanto me gusta. ¿No es Matt Fraction un alcohólico en recuperación? Sí, voy a escribir un post, uno que parta con "EL LUGAR Sign of the Whale" y después describa trago a trago mi experiencia. Sí, es un alcohólico en recuperación, pero cuando escribió Last of the Independents no tenía la parte de "en recuperación". Mi compañero que recién conocí se parece un poco a él. Alguien grita "Wooo-hooo" y del otro lado Kate me hace el gesto de que es su tercer whisky, le digo que estamos empatados y viene corriendo y grita, en español de Speedy Gonzalez "¡Privileeeegio!" y después "¡El Buuuuuuus!" Porque claro, en el bus de ida le había enseñado a pronunciar "privilegio". Suena mi teléfono y es Jo que está cerca y que tiene algo para mí.

[Mi segundo encuentro con Jo en el día fue bien lindo y no tiene espacio como tal en un post como este. Como tal, vámonos de fast-forward]

...frío, porque andaba en camisa, con la respectiva calefacción emparafinada en el torrente sanguíneo, pero el efecto se había empezado a ir. La mejor excusa para ir rápido por ese cuarto trago.

RONCOLA 4 - Pienso en Hemingway, el resto es fácil. Kate me mira con cara de ¿por dónde anduviste? y yo grito "¡Viva Hemingway!", la asamblea grita "¡Viva!" y de ahí en más la cosa se desborda. Un amigo de mi amiga me dice que el primer disco que le regalaron sus papás fue uno de Peter Cetera. "That's so gay" le dice la novia de otro amigo. Todos nombres borrosos. ¿A quién se parece ella? Me dice el amigo que ya ha admitido que sí, es de lo más gay escuchar a Peter Cetera (¿y la canción de Karate Kid?, le digo yo). La muchacha es bien idéntica a Keri Russell, y descubro que se llama Keri en verdad y que no es buena cosa recordarles el parecido. Será porque los crespos de la Keri Russell de verdad están mejor hechos.
Alguien dice que quiere ir a Sudamérica y tener pelo largo como el mío. Le digo que muero por cortármelo, pero que Sudamérica es un buen lugar en el mundo. Empiezo a articular un pensamiento poscolonial antidominancia gringa y recuerdo que este es el amigo que trabaja para la cancillería. En efecto, quiere ir a Sudamérica porque ya lo tienen asignado a un tour breve por Afganistán.

RONCOLA 5 - Esta sí que es la última. Gente que va y gente que viene. Parece que ya no voy a ver a Katie Y., así es que le mando un mensaje del corte ¿Cómo se te ocurre no haber venido? A los dos segundos, aparece por la puerta y no hay muchedumbre que me esconda. Me mira con cara de "Te voy a coquetear toda y cada vez que mi pololo no esté mirando", la miro con cara de "Consíguete un pololo que no sea de tu porte" y pienso en agregar un "ahueoná", pero no creo que la mirada de para tanto. Fin del asunto, vamos a ver el partido de hockey con los amigos de los amigos de la amiga. La amiga en cuestión se pasea bailando y cada tanto nos movemos, pero en lo que solía ser una pista de baile ahora hay una gran mesa con gente dándoselas de formales. "Fuck'em all" por aquí, "Fuck'em all" por allá.
Angus el escocés canta a mi lado, tomando cerveza. "Nunca subestimes el sentimentalismo de un escocés" se me ha dicho. Lo leí. En un cómic. De Grant Morrison. Quizás en dos cómics. De Grant Morrison. El tipo que se parece a Matt Fraction abraza al pololo de Katie Y, abraza a Angus que me abraza a mí, que abrazo a Joel, es una ronda y el seudo Matt Fraction canta Wonderwall como si se le fuera el mundo.  Se deshace el grupo y empieza a sonar una voz familiar, Peter, que parece no sacarse nunca su gorrito de niño repartidor de diarios canta emocionado. Sé que he escuchado esto antes. ¿Dónde, oh dónde? Después el coro.


Someday.
Love.
Will.
Find.
You.



la conchadesumadre

Cierro los ojos y en vez de ver oscuro me veo en un ring y dos recuerdos salidos de no sé donde me pegan en un lado de la mandíbula y después en el otro. Pienso en mi mandíbula como hocico y me acuerdo de la sensación de acomodarla cuando está desencajada. Hay algo de irrealidad en todo esto. Viene Kate. A despedirse.

Uno, dos, tres, cuatro, doce abrazos. Las promesas de reencuentro. Le doy las gracias por llamarse Kathryn y no Katherine o Caitlin u otra cosa así. Me dice que es su sexto whisky, nos quedan dos minutos de happy hour.

RONCOLA 6 - Si Jo no hubiera aparecido...¿habría sido la número 8? Se siente un poco como un exceso y el cuerpo me dice "¡no, no!" cada vez que intento darle la orden de mover el brazo y empinar literal y figurativamente el codo. Empiezan las despedidas, necesito tomar aire. El abrigo, la chaqueta, antes un vaso de agua. Dos. A lo lejos hay un McDonald's, necesito una hamburguesa con queso, de las más baratas con asquerosas. Pero no me da para ir a McDonald's, me doy una vuelta innecesaria en la dirección correcta y juego a ser lo más respetuoso de las señales del tránsito, pienso que no tendría los reflejos para esquivar a un caracol y me imagino el atropello con la voz de David Simm de fondo "My name is Sam Tyler". Camino, me doy otra vuelta innecesaria y otra más. Si se me cruza un Mcdonald's entro. Se me cruza un lugar de crepes. Llevo 19 años sin vomitar y no voy a romper el record por un crepe.Llegar al metro, llegar al metro.
El consulado uruguayo. Si me cruzo con alguien con acento, me voy a poner a cantar "Victoriiiino, Victoriiiino". No pasa. Hace frío, pero tampoco tanto, se está nublando, eso se siente como Abril, Marzo del 2008. El circuito La Reina-Ñuñoa. Me acuerdo de la Jose. La plaza frente a mí se parece a tantas, tantas otras. Las plazas como las pozas en Narnia VI, y el topos del espacio inmutable, mientras pasamos por el tiempo. Eso es volverse viejo. Llego al metro, me siento. Me sonrío y nos sonreímos con desconocidos en la complicidad de saberse volviendo a casa después de esa noche. Sigo escribiendo este post en mi cabeza.
Puta que odio el feminismo de segunda ola.

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