viernes, 11 de febrero de 2011

Escrito a la salida de...algún lugar.

Escribo en un computador rosado y pequeño, que corre con Windows XP. Billy, you're so far away from home canta Bob Dylan por ahí. Sigo pensando en eso de la forma corta ¿sabe? y pienso como los blogs dieron paso al microblog que dio paso al botón de "Me gusta". Siento que la forma textual se nos hace incómoda para transferir información a la velocidad que necesitamos y siento que los medio audiovisuales tienen un problema similar e incluso más severo: están más atados al tiempo.

Sacaba cuentas el otro día y en los últimos doce meses he visto más o menos catorce temporadas de series diversas, nivelando el estimado hacia abajo. Del puro Doctor Who vi seis más las tres de Torchwood. El tiempo comprimido y recomprimido. Con razón me cuesta referenciar los capítulos o ubicarlos en una cronología cuando los converso con otra gente. De nuevo: el problema del tiempo y la ficción serializada.

No puedo evitarlo: AMO la ficción serializada. Más que cualquier otra cosa. Me gustan los universos donde "continuará" es una opción y me gusta el ritmo cíclico de cada capítulo que tiene que partir desde abajo para empezar su ascenso montañorusístico hasta llegar a un climax que se sustenta en la distancia que hay de no-narración: el momento en que empieza otra capítulo desde abajo empezando su ascenso montañorusístico y así. Dickens, Conan Doyle, Twain. Después todos mis cómics (casi), después las buenas series de televisión.

Y el consumo de ficción, en tanto intercambio informacional, es sujeto al mismo aumento en su frecuencia de toda la información que consumimos día a día. Cada día requerimos más historias y de a poco queremos que nuestras historias sean como nuestros computadores: que hagan más en menos espacio, eficiencia en la narración.

Quizás el Apocalipsis no sea sino el fin de la escritura. El fin del logos y del pensamiento racional en sí. El día que podamos transmitir información mediante procesos químicos instantáneos: bebidas inteligentes, tomarnos un vaso con todos los pensadores clásicos y un litro de Enciclopaedia Britannica para bajarlo, por favor.

Si el Apocalipsis es el comienzo de un nuevo mundo de información eficiente, su profeta será un Hemingway resucitado: el más eficiente de los escritores saldrá de su tumba para hacernos sentir la experiencia completa del fin de una era y el comienzo del mañana.

En cien carácteres o menos.

Si Hemingway estuviera vivo, tendría la mejor cuenta de Twitter de la historia. Te apuesto una máquina del tiempo a que sí.


Se aproxima el cumpleaños de [El Autor] de este blog. Como tal, un proceso de muerte y resurrección simbólicas es pertinente. Como tal, los posts se vuelven un poquiiito como si nos encontráramos con [El Autor] a la salida de un bar.

Gracias por escuchar.



The Strokes se apronta a sacar un disco nuevo que al parecer va a sonar igual que los anteriores. El primer single estará en su sitio para la descarga gratuita por las próximas 24 horas, más menos, y parece que lo hubieran grabado hace cinco años, ¿o no?

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