martes, 22 de febrero de 2011

Remando

Remar estos días ha sido sacar adelante Otra Torre se Levanta con vehículos submarinos y barcos remolque empujándola. Descubrir que secciones faltan por escribir y amputando trozos entero de historia. Al final de todo esto viene el momento en que va a haber que escribirlo TODO de nuevo y va a ser un nuevo todo, en efecto.

En otras noticias, tengo trabajo y mi trabajo me tendrá lejos de la Esquizofrénica Capital de mi país por la mayor parte de cada mes. Este blog tiene sus orígenes en el viaje, pero no creo que se vea muy beneficiado por mis nuevos movimientos.

Estamos recontracagados, me lo dijo una amiga que ya es Doctora en Filosofía y es en verdad una eminencia desde que la conozco, hará ya unos doce años. Esto a propósito de lo distópico del mundo de hoy y lo trastocado que está todo. Las desigualdades, las injusticias, los conformismos y las formas tristes en que unos levantan apenas la voz mientras otros, caras de raja, se llevan el mundo puesto. A mí al menos me gustaría que estuviéramos en una distopia tal y declarada y nos diéramos cuenta. Es mejor eso que esperar la distopia. Mejor es, siempre, la mañana siguiente.

Esto a propósito del festival de Viña, centro gravitacional de la opinología nacional, que en sus movimientos mezquinos, rastreros, comentarios de pretensión y esnobismo en una caja de fósforos me hacen suspirar y decir, por lo bajo "estamos recontracagados".

Pero no, estamos igual que siempre.
Ahora nos estamos filmando y estamos expresándonos a lo que salga nomás. Hay que estar atentos con eso nada más.



Es, después de todo, la sociedad del espectáculo.

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