domingo, 5 de julio de 2009

La semana en 10 y tanto párrafos.

¿Listos para un post del corte "De todo un poco" aka "Y cualquier cosa// aquí puede pasar"?
Vamos.

Bienvenidos a otra edición de La Semana en 1o y Tanto Párrafos. Hoy: La semana en 10 y tanto párrafos..

La semana se fue ya, y mientras para muchos el semestre termina, para mí esto tiene algo de comienzo de año. Habiendo recién este jueves entregado mis postulaciones a becas varias, no puedo dejar de sentir que el año recién comienza. Mi percepción del tiempo está completamente deformada y me importa bien poca. Cortesía del desfase estacional siento que mis trabajos de corrector sucedieron ambos en verano y que recién ahora, con las primeras lluvias, ha llegado la hora de ponerse serios.

Ni tanto, tampoco.

El próximo semestre volveré a trabajar un poco más, hacer más clases, y distraer mi mente así del proceso de postulación ya no a las becas sino a las mismas universidades de posgrado. Difícil de ver el futuro es, decía el pequeño sabio verde. Y harta razón tenía. Pero mis planes están más o menos trazados. Los destinos posibles: New York, Ithaca (hay que volver a casa, niños), St. Louis... Si nada resulta también tengo un plan. Más arriesgado, más incierto... pero ahí está. Detalles si y sólo si es necesario.

MIENTRAS TANTO...

Mientras tanto se está jugando la final del fútbol chileno. Y ahí estamos. Parte de mí pensaba que el sábado pasado aplastábamos a la Unión y parte de mí se esperaba lo que pasó. Sonó el pitazo final de la primera parte y me quedé ahí, mascando mis propios dientes, dándole vueltas. Pensando porqué es que no fui al estadio, pensando que debería estar más euforico, con ánimos de celebrar y pensando en la postergación. No todas las prolongaciones son buenas.

Quede registrado en este post que si bien creo que la gente de Unión está en todo su derecho de jugar el partido en su cancha y con ello aspirar a nivelar las cosas en las graderías, y si bien estaré con esto haciendo una mini-defensa del capitalismo; peca bien de tarado dejar afuera a más de cuarenta mil personas deseosas de ver un espectáculo en vivo, por privilegiar la localía. Hace ya una década estuve en Argentina viendo el partido en el que Boca le ganaba a domicilio a San Lorenzo, en ese entonces me hallaba en medio de La 12, que saltaba y saltaba en la previa, al compás de un:
("El Africano")
"Cuervo, te tengo un cagazo (Mami, el negro está rabioso)
que está cancha de mierda (quiere bailar conmigo)
se venga para abajo" (ay, dícelo a mi papi)

Sabios versos que, al ver al señor Segovia (que tanto se encarga de recalcar que su estadio se llama Universidad SEK, cada vez que puede) decir que no aceptará hinchas de la U en el sector de Andes Sur, se me han venido una y otra y otra vez a la cabeza. Pasará lo que tenga que pasar y nada más.


PERO LA VIDA TIENE DE TODO PARA TODOS Y MIENTRAS UNOS SUFREN
por el fútbol, otros sufren porque el tiempo pasa. No diré nombres, pero una vbuena amiga mía (iba a escribir "vieja", para denotar que nos conocemos desde hace un tiempo ya, peero la palabra con v es tema sensible) está próxima a cumplir sus 27, lo que la tiene con la debacle desmoralizadora de la edad. Y está lejos de ser la única. En la medida que seguimos en esta marcha unidireccional hacia, literalmente, el fin de los días, más y más de las personas que me rodean, particularmente las chicas, han empezado a caer víctimas de la estacional epidemia que, asumo, será la así llamada Crisis de los 30. Se le olvida a uno que la Adolescencia no es la última de las crisis, contrario a lo que la publicidad nos hace creer. Fuere como fuere, mi consejo siempre es Uno y El Mismo: si entrares en crisis, haced algo radical. Haceos un mohícano, o rapados la cabeza del todo, emprended un viaje a Sri Lanka o cambiad de profesión radicalmente. Total, siempre está la crisis ahí, como excusa social, si es que la necesitareis.

NOTORIO CRIMINAL DE LITERAL GUANTE BLANCO RECORRE LA RIVIERA FRANCESA.
Mientras tanto este fin de semana volví a ver, por vez número ?? El Regreso de la Pantera Rosa. A propósito de 'The Greatest Gift', pieza de Henry Mancini que me encanta, descubrí que me faltaba conseguir ESA Pantera Rosa (las nuevas no cuentan, aunque aparezca John Cleese en una y la con Roberto Benigni...gracias, pero no, gracias. ). Así es que la bajé y la ví. Mientras la veía tuve una extraña experiencia transdimensional...

GALÁN DE MUSICAL CLÁSICO SE DESDOBLA EN TRES ANTE LA ATÓNITA MIRADA DE SOLITARIO ESPECTADOR.
Lo miraba a Christopher Plummer, y en sus gestos, su estampa y su garbo encontraba rastros del Capitán Von Trapp, y en otros veía como el cansado Mike Wallace de 'The Insider'...a veces llegaba a verlo transformarse, pasando por el notorio Fantasma, Charles Litton, como un continuo, como quien ve las alternantes secciones superiores de un ciempies contorneándose. Así es cómo nos movemos en el tiempo, pensé. O así es como el tiempo se mueve por nosotros, qué más da.

PERO LA DESCONTINUA CONTINUIDAD NO TERMINA AHÍ.
Porque hoy ví, en más de Esas Tardes de Cine, "Life Stinks" de y con el bueno de Mel Brooks. Pero la película, esta vez, se la robó el bueno de Jeffrey Tambor que, en el rol del pérfido millonario Crasswell no hace sino establecer el personaje que décadas después haría de cabecilla de la familia Bluth en "Arrested Development" (serie que Ud. ha de bajar y ver en sus tres truncadas temporadas). Disfruté harto revisitando otra más de esas películas del corte "De Mendigo a Millonario" que pululaban en los 80s (hace poco había visto, precisamente "De Mendigo a Millonario" con Eddie Murphy), pero lo que hizo la experiencia más sabrosa fue ver al joven George Bluth haciendo negocios ahí, en California, con un joven Mel Brooks.
Y Leslie Ann Warren no será ni con mucho una belleza tradicional, pero me gusta en su histerismo constante... que es transversal a sus personajes, como el que hacía en Victor/Victoria, película dirigida por Blake Edwards, con música de Henry Mancini y aquí vamos de nuevo...

ANÓNIMO AUTOR DE BLOG MUERE ATRAPADO EN DELIRIO CIRCULAR.
Su cadaver fue descubierto por sus vecinos, en estado de notoria descomposición, junto a su laptop, donde escribía un post de recursividad infinita. "Estábamos acostumbrados al olor, porque al parecer no se bañaba nunca"declaró uno de los conserjes "pero está vez las cosas llegaron demasiado lejos". Demasiado lejos, en efecto, al punto que las ya habituales moscas dieron paso a aves de rapiña, las que alertaron a los vecinos de la presencia de Algo extraño.

Y así, sin mayor excusa que el somnoliento peso de sus párpados, se despidió de su audiencia y se fue a dormir.

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