viernes, 24 de julio de 2009

VI.

I THINK YOU HAVE TO TAKE IT WHILE YOU CAN.

Es el mensaje del día. Porque, francamente, se están cumpliendo los plazos. La primavera ya llegó y está agazapada, esperando.
Hoy me subí a un taxi perfumado con esos pequeños pinos. Tenía olor a vainilla. Y en dos segundos yo estaba ahí mismo, subiéndome al auto de mis abuelos, yendo a Providencia y no viniendo de allá, yendo a comprar un libro y no corrigiendo uno. Más atrás, más allá, más acá, el auto es distinto, un Toyota Corolla del 79, celeste metálico. Ya no los pintan como antes, por suerte. Fuimos al cajón del Maipo, había unos chanchos, yo había comido como uno. Vomité.
Años después y el olor sigue. Años después y el auto fue otro. Olía a esos eternos pinos perfumados. Olor a vainilla.


El comienzo del mañana y el fin del hoy. Año noventa y algo y yo leía Zero Hour. Te imaginaba en ese entonces, con otra forma, con otros modos. Tu encarnación contemporánea era... más forma que fondo, pero algo era. También se fue, también se fue como las proas se van cuando se hunden, nostálgicas, en algún mar si nombre ni fama. Hoy no, mañana sí. Asímismo estamos ahora, en un ahora diferente, este momento está quedando atrás. Y aquí estoy, dándote cierre, con las mismas razones estructurales, pero con la sonrisa harto más curvada. Curvada como el tiempo, como el espacio a lo largo de este... en un año más no estaré aquí y ahí a mi lado estarás, en otro avatar con casi total certeza. A veces, al doblar la esquina intuyo una figura, pero aún no puedo determinar quien es. Vienen días espectaculares ¿quieres perdértelos?.

Mañana nos vemos, contra todo pronóstico, pasado nos extrañamos y después todo retoma su ciclo. Una idea acaba de caer, goteándose el camino hacia lo tangible. Salimos, cenamos, nos encontramos y re-encontramos. Y eso que estás pensando, acá ya pasó. Quizás en una pequeña casita ni tan lejos del centro, ni tan metida en la ciudad. Aquí.

Tengo una cita con mi ángel de la guarda mañana. Mañana te cuento.

1 comentario:

Lute dijo...

He estado muy contento de reconocer donde fueron importantes olores que siento ahora y a que se parecen sabores que siento.
Esos momentos en que uno se da cuenta lo infinito de las cosas.
Estoy de nuevo en camino.