miércoles, 7 de marzo de 2007

¡NEWSFLASH!!

Queridos míos, interrumpimos nuestras transmisiones para traerles no sólo la noticia de que hoy se ha anotado el gol más rápido de la historia de la Champions League ( Makaay para el Bayern Münich a sólo 10 segundos del pitazo inicial - puntos extras porque el puntapié inicial fue del Real Madrid) sino porque el Capitán América ha muerto.


No sólo lo reporto yo. CNN, ABC, Forbes, Variety y (era qué no) Fox News.


Mil comentarios. En múltiples niveles.



El primero es el estructural (siempre): La historia funciona, está muy bien escrita y es impecable, como todo lo que lleva un par de años escribiendo Ed Brubaker.


El segundo es el metafórico: Ya era hora. El Capitán América funcionó siempre como el representante de la Greatest Generation, como le dicen acá, esa que construyó (explotando asiáticos y negros, por supuesto) el ferrocarril, expandió la frontera (masacrando indígenas) y después liberó a Europa de la amenaza nazi (tras haber profitado de la venta de armas y dejando a todo un continente endeudado).
No es coincidencia que la 'muerte' del Capitán América tenga un cierto eco en los medios. En este país todavía queda mucha gente que cree, al menos secretamente, en él. Día tras día escucho a gente hablar de lo que "América (el país) representa" "lo que hace grande a este país", y así. Algunos, en cambio, están dispuestos a aceptar que este país ya no se trata de tomar malteadas y creer en la igualdad de oportunidades: se trata de Britney rapándose la cabeza, de que la mayoría de la programación sean reality shows, y de que acá un negro puede decir lo que se le antoje donde se le antoje, mientras el blanco se lleva su odio reprimido en un paquete para la casa. A veces lo ventila disparando en un mall, pero esos son casos extremos.
Todo esto para mí sincretizado en la muerte del Capitán América. Debo decirlo de nuevo, ya era hora.



El tercero es meta-diegético: Tengo ganas de dejar todo lo que estoy haciendo (proyecto sobre la representación de los asiáticos en la cultura pop, ensayo final sobre The God of Small Things, un GRAN LIBRO)para lanzarme a investigar sobre la vida de los personajes de ficción y su definición en el mundo de las ideas. Nada más maravilloso que ese valor de verdad que cobran las elaboradas mentiras de la narración y que nos hacen emitir juicios categóricos como "Superman no tiene bigote" o "Eso no es lo que tal personaje haría". Ahora tenemos un personaje "muerto". ¿Dónde nos deja eso?

Hay más niveles, hay más comentarios. Pero quería sacarme eso de la cabeza.


Ahora, volvemos con nuestra transmisión habitual.

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