martes, 17 de noviembre de 2009

Página Electoral.

Anoche, finalmente, pude ver un "debate" presidencial completo de esta temporada electoral. Para el primero jugaba la U, para el de radio (que, obviamente, no iba a poder ver, pero se entiende) estaba jugando el coordinador, hubo otro del que no ví ni un minuto por razones que ya ni recuerdo. Pero anoche lo ví entero. Creo que lo mejor es entrar en la modalidad de "Apuntes".
¿Listos?
Vamos

UNO. Formales: El tipo de foro hizo bien imposible tratar cualquier tema en profundidad. A ratos la cosa era más o menos vergonzosa, particularmente cuando preguntaban los periodistas (¿?) de los canales chicos. Se portaron como universidad privada y diluyeron cualquier intento de progresión temática seria con preguntas disímiles y dispares. Catalina Edwards, la muchacha de Mega fue particularmente molestosa, haciendo algo que solo puede ser denominado un salpicón de preguntas, sin hilo conductor alguno. Esa serie inicial a Arrate sobre Cuba fue...pueril cuando menos. En la otra esquina las tremendas vueltas retóricas de Paulsen, cuya estrategia retórica era más o menos la siguiente:

PAULSEN: Candidato, ¿A usted le gusta más el Ketchup o el Ají?
CANDIDATO: (un poco perplejo, se demora, sabe lo que le pasó a Frei en la primera intervención)...el ketchup.
PAULSEN: ¿Sabíaustedquelaindustriadelajíesfundamentalparamilesdechilenos y ademásqueelketchupviolalostratadosdesanidadsuscritospormásde37paísesdelMundoDesarrollado?

Lo que podría haber estado moderadamente bien para "El Show de Fernando Paulsen", cosa que lamentablemente anoche no era. Gomez-Pablos y Valenzuela estuvieron más mesurados. Y Felipe Vidal, quizás con el hábito de hacer que la audiencia responda la Pregunta del día en el noticiero de la Red estuvo, sencillamente, circense. Atuendo y todo. Es bueno saber que los sastres de El Acertijo tienen trabajo aún en estos tiempos eso sí.

DOS. El Candidato de la Derecha. Como tanto escozor le provoca a Piñera ser llamado. Piñera trata y trata, con su usual batería de lugares comunes, de desmarcarse de sus amiguitos conservadores y aparecer renovado. Le sale igualito a las promesas electorales del Guasón de Jack Nicholson. ¿Por qué no se asume de una buena vez? Cuesta creer que este sujeto sea líder en las encuestas: un individuo que parece creer que las libertades individuales son mucho más privilegio que derecho, que tiene el descaro de hablar de derechos laborales cuando las empresas en las que tiene cuando menos una voz poderosa (escondido de las decisiones grandes en cosas como "tengo el 49,9% de las acciones") tienen tremendas tradiciones anti-sindicales, y además un individuo que se sale tan rápido de sus casillas cuando las cosas se ponen incómodas. Anoche en cuanto Paulen o incluso Edwards le preguntaron contra datos duros sacó esas cejas rabiosas y esa mirada del tipo "usted no trabaja aquí ya".
Lo más peligroso de este muchacho y su venta como candidato progresista sale a la luz cuando se habla de aborto, tema donde no quiere legislar con la lógica absoluta de los conservadores: como si legalizar el aborto fuera obligar a todas las mujeres a hacerse uno. Es esa falacia de "derechos a la fuerza" la que me da todos los escalofríos del mundo al pensarla en la Moneda.

TRES. El Chanta. Porque lo es, para bien o para mal. Enríquez-Ominami tiene la actitud, la dicción, las estrategias de aquel que cree poder palabrear su salida de cualquier problema. No lo sabré yo. Recurriendo a los mismos argumentos a los que nos tiene acostumbrados (su reforma tributaria y los tres mil doscientos proyectos que ha presentado como diputado) el diputado se las ingenió para dar vueltas y vueltas, como la mariposa de la primera mitad de la frase de Muhamad Ali, pero en ningún momento picó como la respectiva abeja. Su candidatura es un muy bonito síntoma de renovación en la Concertación, el fervor que despierta en las generaciones medianamente jovenes, como la de [El Autor] de estas líneas, es elogiable. Porque el interés activo por la política de un país, como leer, es siempre bueno, sin importar tanto el foco de dicho interés. Anoche Marco caminó sutilmente, intentando desmarcarse de Piñera, que es donde sus ex-camaradas de la Concertación querían situarlo, pero ni tanto tampoco, porque tiene claro que ese es precisamente el nicho de votos del que puede sacar mejor rédito. Bien, pero ni tanto; debería ser su slogan. Así le va a ir también.

CUATRO. El de siempre. Frei es así. Nada, absolutamente nada va a cambiarlo. Si la franja electoral nos ha enseñado algo, es eso. Ver esas imágenes de veinteañero, en compañía de su padre (y vaya que se nos ha aparecido ese fantasma en particular esta vez) con el mismo rictus pensativo y perdido. Niños, si a Frei no se le descompusieron los cachetes cuando la U fue campeón el 94, es porque NADA los puede alterar. Eso sí, se le ve tan resignado ahora. Ni él ni nadie de su comando ha hecho el atisbo de enfatizar que este Frei es una versión muy remozada del que tuvimos de presidente hace quince años ya. Un individuo mejor preparado, más diestro en su conducción, más seguro de sí mismo. Alguien que ya no dice "extremadamente" cada cinco palabras. Un candidato que se asume como fome y no está dispuesto a subirse al circo como tal es de lo más respetable. Asímismo (veáse uno de los debates previos) alguien que prefiere no responder una estupidez en vez de caer en la trampa de despacharse un lugar común muestra un grado de capacidad crítica que es deseable en un líder. Han sido los mejores momentos de Frei, como anoche cuando dejó en evidencia a Felipe Vidal en lo mal formulada y desatinadas de sus preguntas. El gran problema de Frei es que hace que estos atributos, deseables y respetables, propios de un presidente más que de un candidato, se vean mal. Quizás en Suiza le iría mejor, no en este país semi-banana que tenemos.

CINCO. : ). Sí, a mi Arrate me pone un poco como colegial. Lejos, lejos el mejor candidato (lo que no signfica que sea el mejor gobernante en prospecto) parece ser el único dispuesto a elevar el nivel de la discusión y el único que no dice que hay que tratar al electorado como si fuéramos inteligentes, sino que lo hace. Quizás sea que me gustan mis políticos pensando, quizás sea que siento que son las ideas las que nos separan fundamentalmente del mono y que estoy seguro que conceptos como "un millón de empleos" tienen fácil análogo en la sociedad de los simios. Su cierre de aquel primer debate en Canal 13 sigue haciendo eco en su retórica: en nuestra recobrada "tradición" democrática me parece que nadie había usado jamás la palabra 'orgulloso' estando realmente orgulloso. Uno puede decir lo que quiera de sus propuestas, uno puede mirar con suspicacia a sus amigos y compañeros, pero en estos tiempos encontrar un político realmente inteligente (ser bueno con los números no cuenta como inteligente, por si acaso), leal a sus principios (estafar a tu jefe para enriquecerte no cuenta como...) y con convicción es tan raro, pero tan raro, que cuando este caballero habla yo me relajo y disfruto nomás.

SEIS. Formales (de nuevo). No contentos con haber parapetado a los candidatos con una seguidilla de preguntas cortas que a veces no llegaban a ningún lado y a veces se veían interrumpidas por el limitado tiempo; el sistema incluyó un par de rondas de candidato le pregunta a candidato. El sistema de réplicas, curiosamente, dejaba al cuestionado con la última palabra, lo que perjudicó al cuestionador siempre. Como en la Copa Libertadores, era más cómodo jugar de visita acá. En esta sección los candidatos hicieron gala de su incapacidad para responder directamente una pregunta, particularmente Piñera y Frei que aprovecharon cuanto silencio hubo para lanzar slogans (sobretodo el muchacho de la estrella teñida), y también se prestó para una serie de arreglines: como el saque australiano en el tennis duplas, MEO pregunta agachándose en la red, cediéndole todo el campo a Arrate para hablar, de la pura buena ondita. Asímismo, los diálogos entre Frei y Arrate cayeron en el límite de la conversación de living, tan buenos amigos que son. Los momentos más relajados del Lalo fueron cuando conversó con su amigo Jorge.

SIETE. Formales (y dale). ¿Qué le faltó al debate? Faltaron, siempre, mejores periodistas. Menos rostros y más sustancia, siempre. Quizás si los interrogadores hubieran sido los jefes de prensa de cada canal. Falto más tiempo y más enfoque temático. Faltó que Bernardo Donoso, moderador y presidente de Anatel, nos confesara que siempre quizo ser cura: su parsimonioso tono de "Ahora el senador Frei interpelará al diputado Enríquez Ominami" tenía tanto de "Primera carta de San Pablo a Los Corintios" que el sueño natural de las malas prédicas lo acompañaba uno. Cuando se lograba sacudir al arzobispo que lleva adentro, Donoso consiguió parecerse más a un animador de programa de cursos. Eché de menos la rueda de la fortuna con los cuatro candidatos, o el momento de "todos contra uno". A veces la cosa tomaba tanto ribete de circo que genuinamente pensé que el Sr. Donoso terminaría con un "Y ahora cada candidato lanzará un cresencio en el vaso de uno de sus contendores y explicará porqué eligió dicho símbolo para su adversario".


"Eduardo, Sebastián, como ustedes son el pasado de nuestra nación, les lanzaré este dinosaurio expandible, en un par de días más será grande, como ustedes, pero estará igual de extinto."


"Jorge, esta tortuga, que crecerá tan lentamente como tu electorado y jamás alcanzará el tamaño de un animal de verdad, es mi cresencio de la amistad para ti."


"Marco, este sencillo cresencio es una pelota. Cada día más grande, para que, llegado el día de la segunda vuelta, tengas algo con qué jugar y no estés aburrido viendo la elección por TV".

y así

y así.




Afuera hace más frío del pronósticado, Iván Torres se disculpa y explica el concepto de sensación térmica. Este es Santiago de Chile y usted ha estado leyendo Página Electoral en LV55, el blog que lucha activamente por los derechos ciudadanos de los cresencios.

2 comentarios:

Jesusísima dijo...

pep dijo...
estimado de arriba
acostumbrada a leer sus posteos, ya que soy regular de este blog, déjeme decirle que me desilusiona mucho (debido a que si en blogspot hubiera un botón "me gusta" se lo habría ganado varias veces) de que haya usado/inventado la siguiente expresión:

baKant



que chucha

LV dijo...

Gracias por hacerlas de mensajera.
Quizás sea hora de jubilar ese juego de palabras.

¿O quizás no?


Ah, y pensé que el "que chucha" era tuyo, pero después me sorprendí viendo que venía de fábrica.