lunes, 30 de noviembre de 2009

Yo te digo, todo va a estar bien

Cuenta el mito popular que durante la campaña que terminaría en la consecución del título del año 1994 para la gloriosa Universidad de Chile a su goleador estrella, un muchacho de 19 años recién promovido de las divisiones inferiores del club, le tocaba cambiarse en el camarín Sur del Nacional (y aparentemente en todos los camarines que el equipo recorrió ese año) justo bajo la radio cassette/CD (porque en esos años, dichos artefactos eran muy comunes). Como dicho goleador estrella era tan joven, el más joven de un plantel donde incluso aquellos que tenían su misma edad tenían más años en el profesionalismo, el goleador terminaba siendo el objeto de más de una burla o jugarreta por parte de sus compañeros. Entre ellas, aprovechándose de la cercanía de la radio, estaba el hacerle repetir los primeros pasajes del éxito del verano pasado. La canción abría con una fanfarria de teclado medio enfermante, la que ocupaba más o menos medio minuto de la canción. Pasado esos treinta segundos, y cuando el joven goleador estaba a mitad de camino de ponerse sus canilleras, vendas, y demases, el equipo entero corearía "¡Otra, Otra!". Y el joven goleador tendría que parar de vestirse y presionar el botón de retroceso. Y todo de nuevo.
"¡Otra, otra!".


Damas y Caballeros, con ustedes El Símbolo y "No te preocupes", canción cuya anécdota recordé hoy y cuyo video se enmarca en la tradición de "Sopa de Caracol", el "Perreo Chacalonero" y tantos otros clásicos del género.

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