jueves, 23 de noviembre de 2006

El Arco, las ardillas, Ganesha y yo...(St. Louis Parte 4)

Esa mañana desperté para encontrarme completamante solo. Las dos Jessicas habían enfilado rumbo a la U, los dos gatos estaban en casa de la familia de la otra Jessica...la soledad perfecta para prepararme un buen desayuno con huevos revueltos con tomates y queso, algo de leche, algo de la torta de tres leches que Jessica le estaba preparando a sus alumnos...
(Paréntesis: Jessica, mi anfitriona, había sido alumna mía en Stgo. en algún momento y ahora ella misma enseña español acá en los Estados)
...entremedio la otra Jessica tenía la primera temporada de Scrubs de fondo, así es que la puse de fondo mientras desayunaba, me levantaba y preparaba la maleta . Entre eso y buscar en la red indicaciones para mi paseo del día se me fueron 4 capítulos...y me fui...en busca de un arco más grande...(leáse con el mismo tono con el que recuerda el televisor mundialero de Carcavilla)
El metro es nuevo en St. Louis, lo que significa que es harto decente para nuestros estándares (y una cosa maravillosa para los estándares gringos) con tramos abiertos y subterráneo por el centro, el tren es liiindo, así como de parque de diversiones, y en todo caso, todo un salto evolutivo del caos sucio y caluroso de Nueva York.....cualquier cosa es mejor que tener que caminar dos cuadras encerrado bajo tierra para hacer una combinación de línea....el trayecto pasa por lugares como el que usted está viendo a su izquierda (que por supuesto ya olvidé qué es, pero creo que es un Hilton viejo), o el estadio de los Cardinals, que ahora mismo pasa a su mano derecha...
Me bajé en la estación señalada para llegar AL monumento de esta ciudad, la así llamada "puerta hacia el Oeste", el Arco...
(Confieso que no fue hasta este momento que me dí cuenta que me había olvidado mi polera LFC en Schenectady, haciendo imposible mi proyecto de a)tomarme una foto con la polera en cada ciudad y b) posar como arquero ante el arco, obviamente...)





Y al Arco llegué...


El Arco es una construcción histórica, un monumento para conmemorar que antes el país llegaba hasta acá y de acá se iba la gente al Oeste a masacrar indios, evadir leyes de copyright o expresar su amor gay (la gran expansión americana, la industria del cine y la emancipación respectivamente) y....es poco más que eso: un gran monumento al que uno se sube (en un elevador mitad parque de diversiones, mitad compresor para 5 personas), disfruta de una buena pero limitada vista hacia abajo y punto...vale los 10 dolares de admisión, pero no es para hacerlo dos veces como le comenté al gringo con el que bajé (él, como jefe de su familia (4 gorditos) era el encargado oficial de dirigirme la palabra, preguntarme si acaso soy italiano y todas las formalidades de rigor). A continuación,the view from above!!
Tras caminar por los alrededores del Arco (tomando unas cuantas fotos primero, en lo que me hizo sentirme como explorando locaciones para una película...el lugar respiraba historias por contar) y perderme en el metro de vuelta (sí, no me perdí en NY y me perdí acá...o sea, no me perdí realmente pero tomé el tren equivocado y tuve que devolverme una estación) llegué un tanto apurado a casa porque habíamos quedado con Jessica de tomar once con Sarah, amiga de ella que había estado en Chile tb. y para colmo las llaves del dep
to. las tenía yo, así es que las siguientes fotos las tomé medio corriendo:


Si a usted que es un amante de las ardillas no le basta con la cercanía de esta foto (donde no fui lo suficientemente rápido para poner la punta de mi pie, para que se apreciera mi cercanía con el mamífero) le tengo...


 
 
¡La ardilla en pose de superhéroe gótico!! Directamente desde los años 90 donde absolutamente todo superhéroe salió en alguna portada apoyado en la cornisa de una iglesia, esta ardilla se las da de Daredevil con toda la gracia del planeta...la iglesia ha estado en pie desde los '30 y le tomé un par de fotos más, pero un poco la junta con los europeos me hizo mirarla a huevo y encontrar que lo más rescatable, por paliza, es su ardilla...
Ah no, de veras que no...

Después de tomar café con Sarah en Starbucks (for the record: Sarah tiene el acento chileno más impresionante que he escuchado desde....bueno desde que dejé Chile! Debería traerla a Union para que le diera un par de lecciones al pobre Juan que lucha tanto por hacerse con la entonación de su patria) pasamos por casa a buscar las maletas y nos fuimos a un lugar de pizzas en el mall...recontra piola, comimos una que tenía nombre en español a base de tener carne, pimienta y algo que se le parecía al pebre o a la pasta de ajo (la pizza pretendía ser argentina, pero era, como tantas otras cosas, un estereotipo más), tras lo cual Jessica hizo algo de shopping (mi culpa por haber alardeado de mi talento natural para acompañante de compras, talento forjado desde mi más tierna infancia por mi madre en Providencia) y pasamos a una serie de degustaciones gratuitas (la vida del universitario, que le dicen) la mejor de todas en un local de tés...que era un sueño, en mi vida tomé nada mejor que las variedades de la tienda aquella, los chocolates de hace un par de días no fueron nada al lado de los complejos y deliciosos sabores...para colmo una de las muestras estaba frente a una estatua de Ganesha, así es que bebí del té verde a sus pies (pese a que Jesska me advirtió que era tan malo como era) y aproveché de rendirle un par de palabras de tributo por lo bajo, como uno tiene que hacer antes de cada empresa o viaje...mal que mal, me esperaba un viaje de vuelta de 22 horas y me habría pasado de gil de no pedirle una mano al Ganesha...que me la dió, como se verá más adelante...
Salutation to Ganesha!

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