Volví de Nueva York para encontrarme con una pila de pega y cosas por hacer, al punto que me costó encontrar uno de mis libros, que resultó encontrarse sepultado bajo la dicha avalancha de pega.
Estoy bien, con vida y salud (la temperatura corporal a veces me juega algunas pasadas extrañas producto de salir de la calefacción a la nieve en repetidas ocasiones de breves intervalos), ya le cuento todo sobre NY. Quizás el Miércoles tenga algo más de calma para escribir.Si quiere aventuras heladas, de momento Gabriel Vicuña y Carolina Hernández viven la vida sueca en su blog viajero. En cuanto Kay suba algo a su blog, se lo haré saber para que tenga al menos la perspectiva de mi otra mitad durante el viaje.
Mientras tanto, me retiro a preparar las clases de esta semana y lo dejo con una foto neoyorquina...
Turistas impresionados...no puedo culparlos
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