jueves, 9 de agosto de 2007

Domésticas

Llego a la casa que estoy cuidando, la casa de los gatos, y sigue el mismo desorden de siempre. Sobre la mesa, una nota:

"Leonardo vine a limpiar pero está excepcionalmente sucio. Si quieres que venga mañana tendrás que pagarme unos $XX. Llámame lo antes posible."

XX porque el número era medio ilegible podía ser 15, 75 o qué se yo.

¿EXCEPCIONALMENTE sucio? Antes de montar en cólera o hacer cualquier otra cosa, llamé a la señora en cuestión con mi mejor tono de "exijo una explicación".

- No, es que había platos sucio y yo no lavo platos, así es que me fui. Estaba excepcionalmente sucio.

-Pero la semana pasada también había platos sucios.

-Pero yo no lavo platos. Estaba excepcionalmente sucio. Si quiere puedo ir mañana y limpiar a fondo, pero serían 75 dólares más.

-¡75 dólares por lavar platos! ¿A beneficio de qué fundación va la plata?

-...

-...

-...

-Entonces la cosa es como sigue: usted vino, vio y se fue sin hacer su trabajo y yo le tengo que pagar 75 dólares más si quiero que haga mañana lo que debería haber hecho igual hoy.

-Es que si usted se preocupara de limpiar sus cosas, cuando ella (Audrey) está en la casa, tiene los platos limpios. Y yo no lavo platos.

A esas alturas yo ya estaba harto de escuchar que ella no lavaba platos y que estaba excepcionalmente sucio.

- Bueno, hagamos lo siguiente entonces. Yo lavo los platos hoy y usted viene mañana y hace lo que tenía que hacer sin cobrar ni uno de más. Así usted no lava platos y todos felices.

-Bueno, pero mañana estoy super ocupada, así es que llámeme para ver si es que puedo hacer.

-No si yo la llamo, no se preocupe. Para la próxima eso sí, déjeme una lista de todas las cosas que su servicio de limpieza NO limpia, ¿ya?

-...

¡Click!

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