viernes, 3 de agosto de 2007

El cerebro, extenuado, hace cosas como esta.

Yo le había prometido hace un par de días un post que había escrito para matar el insomnio. Había dicho que lo "iba a re-leer" para editarlo, para posteaaarteee meeejoor, dijo el lobo. La cosa es que dudo que lo re-lea alguna vez y no tengo la cabeza para editarlo, así es que prefiero postearlo como un tributo a mi cabeza operando bajo horas de insomnio. El título de trabajo, que no me convencía para nada pero siempre es bueno rendirle un tributo a Gloria, era:

Coming out of the dark...



Hace dos semanas y media ya que la Pottermanía nos tomó por asalto y al estreno de la quinta película se le sumó el parafernálico lanzamiento del último libro (que, dicho sea de paso, en su primer fin de semana hizo más plata que su homóloga en celuloide) y un cierto adjetivo se anduvo paseando en boca de todos:

OSCURO


Que la película es la más oscura hasta la fecha, pero que el libro es mucho más oscuro, pero que claro si imagínate que el libro está dos películas en el futuro así es que esa película sí que va a ser oscura. Etc, etc, etc.

De un tiempo a esta parte "oscuro" parece describir un atributo codiciadísimo por quien desee producir ficción. Partiendo de premisas tan profundamente fundamentadas como que los recién nacidos gustan de los colores claros o el rosado es un símbolo de estupidez y poco seso, que una historia sea "oscura" implica que no es ni para niños ni para idiotas, luego, es bueno tener "oscuridad". Particularmente cuando uno se sitúa en las fronteras de lo pop: una serie de libros para niños como la ya mencionada deja de ser "para niños" (rótulo que goza de un desprestigio tremendo) y se vuelve un ente respetado y respetable por el sólo hecho de tener tintes de "oscuridad", un comic (otro de esos esperpentos que sólo leen los niños y la gente que claramente muy brillante no es) gana aceptación y "madurez" en tanto puede ser descrito como "oscuro".

-No si en este comic te muestran la psiquis del Batman, es súper oscuro, na' que ver con los monitos.

Hay un claro peligro cuando un adjetivo calificativo se vuelve un juicio de valor estético. Es, mal que mal, el nacimiento de un prejuicio. Por eso es bueno tener claro unas cuantas cosas.

1) "Oscuro" no es sinónimo de bueno. ¿O usted no vió "Alien: Resurrection" acaso?

2) Las buenas historias vienen en todos los tamaños y formas. Las hay oscuras, claras, en rosado con perfume, blanco y negro, y colores pastel. La calidad pasa por la ejecución misma más que por el tono.

3) Lo mismo pasa con los géneros. Usted no está basureando a nadie al decirle que su trabajo es "para niños". Usted tampoco está bajándose de ningún pedestal a la hora de consumir cultura "para niños". Confíamos todos en que si usted es un adulto, reaccionará como tal ante dicho material y si usted es un niño, hará lo propio.

3.1) De hecho despreciar algo porque es "para niños" es quizás, la conducta más adolescente de todas.

4)


¿Por qué es importante esto? Porque hay mucha estupidez humana acumulada tras un acto tan inocente como usar la palabra "oscuro" como un elogio, como una evaluación de méritos. Porque vivimos en ciudades demasiado grises como para que le tengamos tanto cariño a la oscuridad en nuestra ficción. Y porque, sencillamente, tener sesgos así de básicos está, basicamente, mal.


Y ahí terminaba el post. Me trabé en el párrafo de cierre, como se aprecia en esa última frase y ahí capté que podía pensar más en pataletas que en enunciados a esas horas, guardé el borrador y me fui a quedar dormido, con el sol radiando hace rato ya. Algún día escribiré ese post sobre el cine y las adaptaciones. La próxima semana estrenan "Stardust" por acá, lo que se aparece como la ocasión propicia para hacerlo. Detalles más adelante, sigue siendo la mejor forma de cerrar un post cuando uno no sabe como rematar. La otra es hacer un punto aparte y decir:




Veremos que pasa.

No hay comentarios: