Finalmente eso de dormirme en el hemisferio Sur y despertarme en el hemisferio Norte me pasó la cuenta y mi cabeza está a punto de explotar. A ratos siento que voy a terminar con la racha de dieciocho sin vomitar, pero el sólo pensar en la racha me compone. Estoy así de condicionado para la numerología.
Tipeo a ratos con los ojos cerrados, porque mirar la pantalla hace que todo sea infinitamente peor. ¿Por qué no me voy a acostar? La respuesta está por ahí, más abajo.
Grafomanía.
Brevemente entonces: Hoy no fui a la feria del libro, porque el principio de resfrío me tumbó pese a que me había levantado y estaba listo para encontrarme a las 10 en el metro con Mark. Después sí nos encontramos y fuimos a ver perder a los Washington Nationals, con Kate también. Después cada uno para su respectivo.
Hoy había fiesta en lo de las chicas (las chicas siendo Kate, Caroline y Jessica), pero mi estado de muerto viviente me impide hacer nada mucho por la vida.
Mañana será otro día. Mañana: La amabilidad de los extraños.
Hoy, el momento zen del día llega a ustedes con el auspicio de Geico, sin lagarto, pero con Teddy Roosevelt hipercefálico:
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