martes, 26 de octubre de 2010

Ventanas.

Querido Diario, 

Son apenas las doce y cuarto acá en Virginia y los ojos ya se me cierran. Estos días han tenido lecturas al ritmo que yo quería tener antes, pero con la consecuente pérdida de sueño, han tenido reflexiones, bebidas energéticas, caminatas, cafés, la reconstrucción de mi colección musical, que todavía se parece a la segunda estrella de la muerte; y poco mas. La vida social, salvo un almuerzo y una cena, se ha reducido a su mínimo común. 

Tengo un cerro de ventanas por cerrar y de cosas por ver. Escribo ahora un poco para hacer la lista y ver si usted me acompaña.

-Terminar de ver la trilogía de La Batalla de Chile. Falta como un mes para mi presentación al respecto, pero igual. Veo un minuto y me emociono. Veo tres minutos más y me da la rabia del alma. Y así.

-Ver de una buena vez Torchwood: Children of the Earth. La empecé con el vuelo de haber terminado la segunda temporada y la dejé porque eran las cinco de la mañana. Sé, más o menos lo que pasa, o lo que les pasa a ciertos personajes. Pero es bueno saber cómo. Ianto, te vamos a echar de menos.

-Terminar de editar ese libro investigativo que estoy editando. Pero eso después de mañana, cuando haya despachado mi presentación del miércoles.

-Decidir el conceptotraje para este Halloween. Dar los pasos necesarios para que este se transporte a la realidad concreta.

-Procurar la felicidad del prójimo. Nunca está de más.

-Cortarme el pelo. No está de más.

-Planear los eventuales viajes a Vermont, Atlanta, Boston y el viaje sorpresa especial del que no puedo decir nada todavía.

-Ver el par de capítulos de The Sarah Jane Adventures con Matt Smith.

Ahora sí, los ojos se me cierran del todo, mañana a esta hora espero ser un hombre más libre, i.e. un hombre con sus deberes académicos cumplidos. 
Mientras tanto, el que sabe sabe y el que no cree que Deutschland über alles es como decir ¡Viva Chile!
El que sabe, escucha a Vampire Weekend y reconoce esta canción...


A modo de postscriptum: Por esas cosas de la diferencia horaria hoy llegué más tarde de lo previsto a casa y me perdí de buena parte del partido del León. Me conecté a la red cuando quedaban diez minutos, ganábamos 3-1 y Pepe Rojas fue elegido la figura del partido. Hice la nota mental de dejar de lado todo tipo de estimulantes y alucinógenos.

A todo esto, alumnos de pregrado fabricaban DMT a pasos míos. Y no me dieron nunca, los malditos.

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