domingo, 9 de octubre de 2011

Domingo disciplinado (donde [el Autor] escribe por lo segundo, durante lo primero)

La importancia del lugar de trabajo propio, del espacio claramente delimitado y dedicado a la actividad que uno ha de considerar su oficio, no puede ser mirada en menos. Ya lo sabía Woolf, y lo postulaba en su ensayito ese, ese en que esgrime la falta de espacios para la mujer creadora por allá por mediadoprincipios del siglo XX como una gran metonimia para la falta de mujeres creadoras, por allá por mediadoprincipios del siglo XX.

Ahora tengo ese espacio y me dispongo a usarlo, por primera vez en mi vida. De chico tenía un escritorio pequeño (mi pieza era realmente pequeña, vivíamos con mis papás en un departamento que de por sí no era muy grande, pero que más encima en nuestro caso tenía un living-comedor excepcionalmente amplio a costa del que habría sido mi espacio de trabajo), pero la gran verdad de las cosas es que de chico no estudiaba mucho. Debo haber estudiado durante el primer semestre de primero básico y sería. En algún lugar de esos cuatro meses le encontré el pulso a la escuela, a las instituciones académicas en general y de ahí no paré más.

Mala cosa. Pésima cosa.

Porque hubiera preferido sufrir más y tener más disciplina hoy. Treinta años después, algo, algo de eso he podido recopilar. Y aquí estoy.

Cada tanto miro a la derecha, donde el televisor prendido me muestra las noticias y me recuerda lo fundamentalmente idiotas que son los integrantes del gobierno actual. ¿Por qué en Chile la gente de derecha tiende a ser notablemente menos analítica, más falaz y poco asertiva que la gente, ni siquiera de izquierda, pero al menos algo más liberal? En todo el mundo el conservadurismo es más bien lento y tonto, quizás porque se basa en sesgos de la realidad, en cortar elementos, en hacer vista gorda de desigualdades y responsabilidades. Y tienen esa maldita manía de querer regular al resto según sus canones. Yo no tengo problema en que mis amigos conservadores se casen y tengan hijos y los eduquen en los santos misterios de alguna deidad que les obligue a replicar el modelo y considerar perverso todo lo demás, pero espero que al menos nos dejen al resto solazarnos en esas perversiones y otras más. Es un mundo amplio y la diversidad es la cosa más linda de todas.

Anoche fui a uno de los dos cumpleaños pactados nomás, postergando el otro por una junta con el festejado a ver al equipo de nuestros amores. 

En otro sector del país, la gente llora la partida de Bielsa y afila sus hachas para darle a Borghi. Detalles sobre eso más adelante, mañana.


OJO AL PIOJO: En el Archivo Nacional de la Biblioteca ídem esta semana hay una serie de documentales sobre las industrias extractivas en Sudamérica y la real cuchufleta neocolonialista que nos están pasando mientras yo escribo esto, mientras usted lo lee. Auspicia Amnistía Internacional, una organización noble, cuyo único pecado quizás haya sido auspiciar el único concierto de los New Kids on the Block en Chile. Oooh, baby.


Mi canción al despertar fue esta, que es de los buenos-buenos lados B de Radiohead. Una de esas que hablan de nacer de nuevo y la única en que el ojijunto vocalista se refiere a sí mismo en tercera persona.

Ds&Cs, LIFT

No hay comentarios: