lunes, 10 de octubre de 2011

Espejadamente, el pavor.

Al final el proceso de alcoholización con Jadue no fue tal. O más bien fue, en una versión moderada y a medianoche me encontré entendiendo lo que estaba pasando realmente. De las cosas que siempre me han intrigado de ella es su capacidad de moverse espejadamente en una conversación; o sea, esa estrategia de replicarle al otro y mantener la conversación viva a un nivel de superficie, cosa que yo mismo hago y bastante, en especial cuando mi interlocutor me es sólo medianamente conocido. Mi relación con Jadue a lo largo de los años ha sido muchísimo más textual que real, por lo que anoche era la primera vez que nos sentábamos de tú a tú con un par de tragos mediante, a ver qué pasaba. 
Lo que pasó fue que, efectivamente, los dos entramos en ese modo de suspensión espejada y la hora, las horas se pasaron en un pingponeo verbal donde la superficie no fue ni arañada. El reflejo del reflejo ad infinitum. Lo que no quiere decir que no haya sido grato, todo lo contrario, pero llegué a casa con la sensación de que podríamos hacerlo por siempre o no hacerlo nunca más y daría lo mismo.

Amistades en suspensión cuántica.

Una semana atrás me encontraba en la situación completamente inversa, y por lo mismo perfectamente simétrica, conversando sólo desde las profundidades, donde cada dato, por trivial que fuera parecía resonar desde la caverna personal de los interlocutores. También la sensación era de una amistad in media res, como si, máquina del tiempo o drogas mediante, nos hubiéramos despertado un día para descubrirnos íntimos cómplices de la vida. Por lo mismo, al día siguiente podríamos no serlo.

¿Son esto los tiempos que corren?

Mientras los científicos consiguen teletransportar información y el adviento del computador cuántico es más o menos inevitable (temas de conversación en el ambiente alternativo del cumpleaños del sábado) quizás nuestras mismas vidas se van amoldando a eso. O quizás siempre fue así y es el pasar de los años el que, con cierto adiestramiento, nos permite conectar instantáneamente con las personas y poder captar de entrada como sería el futuro posible. 
Otra de esas cosas indecibles, indecidibles.


Recorriendo la web en pos de información del Dr. Pavor, la difunta serie infantil de UCTV, me encontré con un fotolog donde la dueña postea su foto con el actor principal, contiene la siguiente línea:

él es el hombre tras doctor pavor. ahora se nos viene con un proyecto nuevo donde pavor es el único rostro.


Y dígame usted si "Pavor es el único rostro"no es el mejor nombre para una terrorífica serie o película. Lon Chaney, ven a mí.


Gracias, Lon Chaney, por venir a mí. En mi corazón serás siempre la única persona capaz de llevar el protagónico de "Pavor es el único rostro"

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