lunes, 10 de octubre de 2011

La viudez

De todos los estados de duelo y resistencia al paso del tiempo no hay peor cosa que la viudez. La viudez metafórica, por supuesto. Usted que leyó el post pasado intuye que esto puede ser más bien un comentario al pasar dedicado a los y las viudas de Bielsa. Esos que ahora sufren y rasgan vestiduras y creen que todo lo que haga el nuevo técnico de la selección es inevitablemente lo peor del mundo. 
La etapa más terminal de la Bielsamanía, a cierto número de conciudadanos le ha asaltado el hipercriticismo, por las razones que sean, contra nuestro rechoncho nuevo seleccionador nacional. Armados de un fatalismo a toda prueba, le inventan los problemas que no tiene y se solazan cuando estos se vuelven realidad. Como la supuesta indisciplina de la semana pasada, que fue reportada a nivel de rumor el día martes (antes de que los seleccionados se concentraran como tal) y que la prensa deportiva creyó conveniente no sacar a relucir sino hasta el día mismo del partido, en una nota firmada por el equipo editorial. Patoteros, maleteros y cobardes todos.

No, no es el fin del mundo. Sí, Borghi tiene un estilo distinto, una forma de ver el fútbol muy distinta y un liderazgo radicalmente opuesto al que ejercía Marcelo Bielsa, pero no es ni tan terrible. 

Canonizado el rosarino, el olvido se lleva la derrota ante Argentina, los errores cometidos ante Brasil, la mediocre campaña mundialera. Se recuerda romanticamente la disciplina de la prensa, al tiempo que se pone bajo borradura esos primeros días de práctica en las cercanías del aeropuerto; lo escandalizado de los medios locales que exigían, malacostumbrados, tener contacto a toda hora con los jugadores, llevarlos a estelares,y así. La pataleta de la prensa quedó bien atrás a medida que los resultados se iban dando.

No es por desmerecer el trabajo disciplinado y disciplinario del Bielsa, que encontró ciertamente un hueso duro de roes en nuestro país, pero en la cancha su fútbol mecanizado del tipo Paso 1- Paso 2 - Paso 3 - si algún paso no funciona vuelva a empezar la serie me parecía de lo más latero y estático. 

Pasa que me gusta Borghi, me pasa que siempre he compartido su visión de fútbol ofensivo, a veces caótico en su afán de llegar al arco rival apilada y arriesgadamente. Como el mismo entrenador, que a los 19 se encontraba tocando techo en el Milan, sus equipos juegan con la arrogancia del naturalmente talentoso, que entiende que tiene que jugar y que jugar efectivamente es una lata y por ende la única salida posible es la diversión, el riesgo innecesario. 

Puede no ser la mejor opción para Chile, que dista mucho de ser la joya del medio mundial o continental siquiera, pero es un gusto verlos intentarlo. El partido perdido con Argentina fue muchísimo mejor jugado que el equivalente del proceso pasado y a estas alturas, con toda la distancia estética del caso, el resultado da lo mismo. Quizás para los que aún tienen la obsesión de los equipos chicos por clasificar y ganar como sea, puede ser algo, pero tener esa actitud y desplante en el control de la pelota puede ser ciertamente un gesto evolutivo. 

Mañana Chile salta a la cancha contra un envalentonado Perú adiestrado ni más ni menos que por el viejo zorro Markarián, quien sacara campeón a la gloriosa Universidad de Chile a base de todos los ratoneos y trucos posibles. Va a haber que ver cómo se da ese duelo, que no va a estar nada de fácil. Perú es un equipo contundente y Markarián es un entrenador competente. Da para cualquier cosa.

Sea como sea, no será ni la eliminación total ni la regresión a la época de Pelao Acosta ni nada por el estilo. Será un partido más nomás y al menos yo estaré contento de ver un equipo que se mueve más orgánicamente, con desplante, y no como un pedazo de inteligencia artificial del FIFA 97.

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