lunes, 7 de agosto de 2006

Week in Review...y ya quedan sólo tres

Pasajes en mano, visas y papeles chequeados, empiezan a pasar los días. "Esos" días, marcados por el regreso a clases de mis compañeros y un final de vacaciones para todo el mundo menos para mí. Claro, porque Estados Unidos ya comienza a ejercer presión gravitacional sobre mí, señalando que este invierno son mis vacaciones de verano, y que sí, más vale que las disfrute.
Y algo de eso ha habido...
La semana que se fue, primera de las 4 semanas de espera en pos del viaje, estuve yendo a la facultad casi todos los días, por A, B y a veces C motivos. Desde reuniones organizativas de preuniversitario hasta partidos de futbolito, fui dejándome llevar por la rutina universitaria, la que con el correr de los días fue dejándome atrás. Por eso empecé pasando horas en los pasillos de mi facultad el Lunes, para terminar almorzando en el foodgarden Jueves y Viernes (record histórico personal: detesto el foodgarden), bien lejos de todos los conocidos y rematando con esa ida sólo a jugar a la pelota.
Muchas manifestaciones de cariño, mucho aprecio en el aire (combinado con el hecho de que la primera semana de clases es el momento del año en que las facultades parecen aeropuertos y todo el mundo se abraza pasionalmente con aquellos que terminará aborreciendo en 3 meses más) todo manifestado en las dos formas tradicionales: el qué pena que te vai; y el qué rico que te vai. Gana por paliza la segunda eso sí, me pregunto si tendrá que ver con las ínfulas de escape de todo santiaguino bien nacido.
El día Lunes me enteré que Diego, del preu, se va de vuelta a Temuco. Comencé con una despedida.
El Viernes me encontré con Maya, ya llegada de sus 7 meses en México D.F. Terminé con una bienvenida y el blues del que vuelve a casa.

Una semana de aprontes previos más que otra cosa. Escribo comenzando la segunda de las semanas de espera y todo marcha más lento...


Se siente bien eso sí.

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