No sólo nació mi amigo Perucca, sino además nació Charly. Uno tan grande que ya ni siquiera necesitamos mencionar su apellido, es, simplemente, Charly.
Y justo hoy, instantes antes de reparar en esta coincidencia, había escuchado en línea "Yo no quiero volverme tan loco", canción que me emociona profundamente y que no sé si el que Charly sí se haya vuelto así de loco la hace más intersante, más irónica, más triste, o todas las anteriores...
Sea como sea, un guiño en la distancia de alguien que también ve tantas chicas castradas y tantos tonto que al fin se pregunta si acaso vivir tanto les cuesta.
¡Salud!
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