The New York Diaries...coming so very soon...

"¿Por dónde empezar?" - Roland Barthes.

Mil cosas explotan en mi cabeza simultaneamente y apagándose las unas a las otras al mirar el fin de semana que pasé en NYC. Ganas de volver, proyectos para volver, cómo hacerlo lo antes posible son las impresiones finales de una ciudad que te pega cariñosamente fuerte y qué es imposible no amar. Al menos aquí, ahora, en la flor de la vida...cuando me retire sin duda que elegiré un pueblito como Schenectady, río incluído, pero mientras tanto NY es tanto pero tanto como el laberinto ideal para perderse por unos 15 años.
Aún no llegan los checos con los que me junté allá y con ello mis fotos...las espero para lanzarme en una narrativa más contundente. Tomé unos cuantos apuntes mientras estaba allá con títulos como
1. Apuntes para un viaje en tren
2. Where 7th Avenue meets Broadway, indeed...
3. Live from New York it's Central Park, Tokyo!!!
4. Give me Liberty or give me a Fast Ride.
Como apreciarán, la gran ciudad no le hizo muy bien a mi cerebro, así es que dejaré reposar las notas (y los títulos! dejémoslos reposar bajo tierra o dormir con los peces) y apreciemos las cosas lindas de la vida: como llegar a casa y que "casa" signfique el 207 de Seward Place y no el 1110 de Lo Plaza, como llegar a casa y sintonizar Cooperativa en línea para escuchar la goleada del león y gritar los goles, como llegar a casa y bajarse del tren y cantar de puro contento "indio maricoon, chupa la que cueeelgaa" y mirar a todo el mundo con cara de estoy-cantando-villancicos-de-mi-patria, como llegar a casa y punto.

Tengo que producir 6-8 páginas de un comentario social de un poema de caballería del siglo XIV para el Martes y la investigación está saliendo bonita. Lamentablemente me duele todo de tanto caminar mochila al hombro, correr por la ciudad que nunca duerme (que es tan pero tan mi habitat, no como este pueblito tan pero tan pueblito para sus cosas) y dormir menos que la ya citada ciudad, en el fondo. La tensión de creer que mi tren salía 40 minutos antes de lo que en verdad salía tampoco ayuda. Bastará que diga que me quedé dormido en el ferry de vuelta de la Estatua de la libertad para que usted, lector bien educado y atento, perciba la magnitud de mi descanso.

Mi corazón va para Chile una vez más...parte la semana de Letras mañana y espero que todo le salga bien a Chini, Loreto, Hernán, et al. Se lo merecen, con creces, y espero que entreguen con mucha pompa y circunstancia la copa al vencedor del clásico. Mi corazón va para Lingüística Futbol Club que espero gane el clásico y espero ese arco me recuerde sin tener que echarme de menos...

Al final del día, esas son las cosas que construyen eso que algunos llaman "la patria". El hogar no es donde el corazón está, como dicen por estos lados, sino adonde el corazón va y se devuelve cuando estás lejos.

Sobre NY...detalles más adelante, promesa.


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