miércoles, 23 de mayo de 2007

Hoy, como hace dos años.

Hoy, a las 3 de la tarde, hora de la costa Atlántica estadounidense y hora de la única gran costa chilena, Liverpool F.C. y el A.C. Milán se ven las caras en una nueva final de la Copa de Campeones. Final que a muchos les sabe a revancha por el 2005. Final que trae al Milan como favorito, con 6 de los campeones mundiales del contraataque en sus filas. Liverpool aporta poco más que el corazón de su capitán (junto a Kaká, los dos mejores futbolistas en cancha hoy), un sentido de equipo impecable y un grupo de jugadores que sabe que por sí solos son poco más que nada. Va a ser un bonito duelo.
Como también lo fue el del 2005, que ví en casa de Pablo Lima con una panda harto improbable como eran mi amigo Gonzalo, Felipe Gonzalez, el Cote Lima, y los amigos de Pablo, Rotto y uno que se me queda en el tintero. Juntos vimos como el Liverpool remontaba un imposible 3-0 para ir a ganar la final a penales. Mi algarabía y la pena de Perucca, contrastando con el final del primer tiempo. A la noche los dos teníamos pena, porque la U quedó fuera de la Libertadores contra un Sao Paulo que terminaría siendo finalista ese año. Fue el último de los 2 partidos de esa pasada de Pato Galaz por la U, pero me alejo del tema.

Para mí, que si bien llevo años hinchando por el Liverpool, la verdadera revancha está en el Milan jugando una final de Europa en Grecia. La última vez que pasó esto yo tenía 13 años y el Barcelona de Stoikchov y Romario era la luz de mi televisor. Acérrimos enemigos del Real de Zamorano y dueños de un fútbol deslumbrante, llegaron a esa final para ser aplastados 4 a 0 por un equipo de la Liga Más Fome del Mundo. Evento que, como se aprecia, dejó un estigma indeleble en mi percepción del futbol.

Hoy no podré ver el partido. Tengo una clase a la que faltaría si pudiera, pero no puedo. Entraré al aula con cara de desorden gástrico y pediré permiso para salir estratégicamente (es una clase de 3 horas, así es que aparte del break que coincidirá con los 15' del Segundo Tiempo, sólo tengo que salir una vez antes y una después) al "baño". Aparte, mi PSP la llevaré conectada a los marcadores virtuales para seguir así el minuto a minuto, cuando la gente tosa o el análisis literario se ponga "realmente intenso".

Hoy, el Liverpool muestra más o menos el mismo poderío que hace un par de años, y el Milan es tanto más equipo, quienes estuvieron en Estambúl han crecido un kilo como jugadores y lo único que se les puede enrostrar es que dejaron partir a Schevchenko. Por otro lado, el tronco de Crespo ya no está. De nuevo llegamos a la final como el de abajo.
Hoy, como hace dos años, juega la U como partido de fondo. Las diferencias abismales entre un partido de octavos de final de la Copa Libertadores y un partido pendiente de un campeonato local en el que ya no nos queda nada que hacer ante O'Higgings lo dice todo. Pero igual llegaré a casa a verlo. Porque el Bulla es un sentimiento, obvio.

So, walk on with hope in your hearts, nomás...

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