martes, 3 de julio de 2007

Fin de Semana.

[-El título de este post es un homenaje no sólo a Netinho, que cantaba la canción, sino también a Caté y a los años locos en que Bomvallet no lo estaba tanto todavía. ]

Nathalie se graduó, como otra tanta gente, hace ya más de un par de semanas de acá, del Union College. Como tal, sus padres decidieron celebrarla con una tremenda fogata-asado-día de playa en la casa de ellos, allá en las cercanías del Lago Ontario. Nathalie viene de un pueblito llamado Red Creek, donde sólo hay un colegio, del que cada año salen 70 personas que, por esas cosas de la distancia y la cercanía, son bastante unidos entre sí. Raya para la suma: Este fin de semana 15 de sus amigos de colegio, 11 amigos de sus amigos de la universidad, unos cuantos familiares y un colado, nos reunimos a festejar a Nathalie por haberse graduado, con una tremenda fogata-asado-día de playa.


Por lo mismo, no escribí nada este fin de semana. Me perdí el segundo partido de Chile, el debut de la sub-20 al otro lado del Lago donde me bañé el Sábado, y poco más, la verdad. A continuación, el reporte gráfico del evento.
El predio, de día.

Fogata en la orilla número 1.

Fogata en la orilla número 2.


Al otro día, fuimos a tener un relajado día de playa en la zona rocosa (la zona arenosa había sido el día anterior, con partido de voleybol, nado, frisbees y ese deporte al que acá le dicen "football").




Tanta belleza natural. Y uno que pensaba que el Cuadrante Ontario completo había sido destruído en ese capítulo de Robotech en que muere Ben Dixon, lo que prueba que no hay que creer todo lo que sale en la tele.

Esta iba a ser una foto casual de todo el mundo mirando hacia la derecha (buscando en el horizonte al perdido Ryan), me demoré mucho y terminó siendo una foto de cualquier cosa, pero así a la rápida: En el celular, Nathalie, el pelo aleonado de espaldas es de Allie, la capucha gris es de Andy, Alessandro está tapando a Estephen, Liz se muere un poco de frío y de fondo Joe comienza su largo ritual de preparativos antes de meterse al agua.


Después de esto, nos dividimos en dos grupos (algunos se habían ido a otros lados: Kayt y John de vuelta a Rochester, Mamadou a tomar el bus que lo llevaría al campamento donde está trabajando y así). Los que se venían directo a Schenectady y los que queríamos pasar a conocer un lugar para comer en el pueblo de Oswego. Quedará para la historia que los que se vinieron directo a Schenectady era porque "querían llegar temprano", terminaron perdiéndose en la autopista y llegando poco antes que nosotros nomás.


Aquí el mesón del lugar en cuestión. Mariscos vueltos comida rápida... eeen fin. Todo frito, pero igual harto bueno, he de decir. El Momento Glorioso del Fin de Semana es:

Pedí un pescado acompañado con algo que se llamaba "scallops", jurando de guata en mi ignorancia que me llegaría pescado y unas escalopas pequeñitas que había visto en una de las mesas de adentro del local. Cuál no sería mi no-desilusión al ver que me llegaron scallops, que es como las tribus que habitan en la actualidad el espacio que hay entre México y Canadá llaman a los O S T I O N E S.

In excelsa gloria, en efecto.



Con una sonrisa de oreja a oreja, acompañé a Ale, Allie y Andy (que no son dibujos animados, por la sencilla razón que si uno estuviera creando una serie de dibujos animados encontraría que tener personajes que se llamen Ale, Allie y Andy es un poquito muscho) a las mesitas al aire libre del local. Lo que no se aprecia en la ilustración es que el lago chocaba contra las rocas y a veces nos salpicaba con escándalo. Lo que afortunadamente no se puede apreciar en la ilustración son los mozos del local disparando fuegos artificiales para ahuyentar a las gaviotas. Ahuyentarlas con el ruido, así es que mientras uno come pasan las viejas silbando.



En resumen, un gran fin de semana. Aparte en el camino de vuelta escuché mucha música muy buena. Ciertos demonios que llevaban años por alcanzarme me alcanzaron en la forma de Sigur Ros, y escuché por fin otra canción de The Guillemots que muestra que los muchachos tienen talento. El lado no tan grato del fin de semana es la bitonalidad de mi piel, que sirve como mapa perfecto de los lugares donde No me eché bloqueador. Pero bueh...

No hay comentarios: