jueves, 7 de septiembre de 2006

La felicidad jajajajajaja

Día fántastico-maravilloso-espléndido-llegando-a-las-fronteras-del-realismo-mágico.
Primer día de clases, levantada temprano y todo eso. La clase de Narrativa Moderna es realmente moderna, lo que significa que todo termina con la Primera Guerra Mundial(!). A leer 9 capítulos de "Lord Jim" para el Viernes se ha dicho.
La clase de medieval estuvo recontra buena, con mi profesora hablando del feudalismo con citas a Monty Python(!!)y yo que no puedo estar más rebozante.
Después, en vista y considerando mis limitados recursos económicos, qué mejor que ir a la biblioteca a tomar prestado Lord Jim. Y ahí fue.
Desde el primer momento tenía algo de la voz de Mikel García haciendo eco en la cabeza("es que allá las bibliotecas..."), pero cuando descubrí que Lord Jim estaba en el subterráneo, y que el subterráneo tiene tantos libros que las estanterías, para ahorrar espacio, hay que moverlas con una manija, algo dentro de mi explotó en júbilo. La sola idea de saber que uno puede morir atrapado entre dos estanterías repletas me hizo tan pero tan feliz que tuve la necesidad física de gritar de puro gozo. Cosa que por supuesto no hice, ya que, mal que mal, estaba en una biblioteca. Me acordé de Josephine y de la chica de "Love Actually" zapateando en la escalera. Y no, no zapateé en ningún lado.
La vida social estudiantil acá tiene un eje virtual bien especial llamado "Facebook". Una buena forma de estar en contacto con todo el mundo y saber quién es quién. El mismísimo Bill Thomas que todo lo sabe y todo lo comanda lo recomienda amplíamente. Es la herramienta ideal, entre otras cosas, para conocer gente, consolidar relaciones y recordar mejor los nombres y caras de taanta gente. Abrí una cuenta ahí mismo y lentamente he empezado a acumular amigos Union.
El día de hoy tuvo el más lindo de los atardeceres hasta ahora. De nuevo tuve ese extraño arranque de querer gritar de puro contento y abrumado de felicidad...en eso estaba cuando, camino a casa, me encuentro con los checos y que a la noche vamos a la casa de Stefan, el arquero belga. Buenas noticias, sin duda.
La noche le puso la proverbial guinda a la torta del día. Primer carrete acá y nada más que satisfacciones. Conocí mucha gente que ya irá desfilando por estas páginas sin duda. ¿El carrete mismo? Nada que no se vea por las pantallas de cualquier serie de televisión, los gringos que toman y su psicología que se trastorna, en medio de la noche con un grupo nos arrancamos a tomar aire a un bar (en vista y considerado lo sofocante de la casa) y cuando volvimos la fiesta ya estaba medio en cenizas, con la seguridad del campo apagando cualquier fuego posible. La noche la rematé caminando a casa y acompañando a Caitlin (Pickett, no Sandusky que es la otra Kaitilin que conocí esta noche y que resulta ser la novia de uno de los checos del año pasado) hasta su casa, que, descubrimos, está a dos de la mía. Para los interesados en la sociología del trago, la chica en cuestión terminó jurando lo mucho que me quería, cuán increíble era conocerme, y cómo yo era lo mejor de esta universidad. Esto conociéndome hace 3 hora y hablando con suerte un total acumulado de 20 minutos. Haga sus propias analogías con sus amigos en Chile.


Y como fue un día tan bueno y el siguiente era mi último día libre por acá, antes de empezar con las clases, me regalé otra media hora del Monty Phyton's Flying Circus.

No hay comentarios: