martes, 6 de febrero de 2007

Breves en una noche a mitad de camino enmedio de la mitad del camino

Una noche cualquiera en la mitad de mi segundo trimestre aquí (en algún lugar de mi disco duro, el archivo con mi proyecto de postulación para el verano). Acabo de terminar "Death and the King's Horseman" una obra de teatro que en verdad creo que sólo habría funcionado como comic. Leer la obra ha sido una tortura y no creo que verla representada le haría muchos favores.
Ahora mismo me voy a preparar mis clases para la semana que comienza formalmente mañana. Después vuelvo a escribir un breve reporte (3 agotadoras páginas) sobre una obra a la que no hay lectura que pueda convencerme de que algo de bueno tiene. O sea sí, sería un buen comic, pero eso nomás. Uno queda con un ligero gustillo a estafa tras su lectura. Como leer un libro de Jane Austen (chicos, vean las películas, suelen ser infinitamente mejores, y donde suele salir gente simpática como Hugh Grant, Alan Rickman o Keira Knightley).

Me sigue faltando luz solar...desde distintos ángulos de mi pieza, mis nuevos libros me miran y me hacen aún más tortuosas mis lecturas de rigor...en dos días más empiezo a vivir la última semana de mis veinticinco años, lo que me recuerda que este es el momento de desearle un muy feliz onomástico a Javiera Baeza, que hoy comienza el ciclo que para mí, como le dije hace algunas horas es una edad media dorada, pero no por eso deja de ser una gran edad. (lo de dorada entiéndase como dorado barrio-chino, dorado envoltorio de chocolates, ese dorado).

Yo sé que prometí no enviar mails colectivos cuando partí, pero es bien inevitable que usted, mi querido amigo, mi entrañable amiga, reciba uno por estos días a propósito de mi cumpleaños. Están todos cordialmente invitados a dejarse caer por el 207 de Seward Place, Schenectady, NY 12308, pero la verdad es que me he dado cuenta del pésimo registro que llevo de los aniversarios natales de mis seres queridos, cosa que pretendo enmendar muy pero muy pronto. (Y sí, la verdad es que esas alarmas virtuales por mail sólo hacen que me olvide más fácil).


Bueeno, en el espíritu del blog y para no hacer de esta lectura una total pérdida de su tiempo (mal que mal, estoy escribiendo más como terapia para la noche que otra cosa), le dejo el siguiente link al trabajo de Boby Neel Adams, un fotográfo que hace cosas interesantes pero un poco perturbadoras como unir fotos de una persona cuando niño y ya de viejo. Me intrigan, me repugnan, me atraen y llaman la atención en un buen número de maneras...podría resumirlo diciendo que me asustan, pero me gustan.

En fin, alguien tenía que planificar unas clases...nos vemos mañana, supongo.

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