sábado, 17 de febrero de 2007

Día 6 - La Fiesta

Cuatro botellones de vino barato.
Unas cuantas naranjas.
Una fuente.
Veintiseis años cumplidos.
Cincuenta personas.
Una fiesta formal previa.

Aplíquese a discreción, mézclese y sírvase bien fresco a lo largo de una noche de Sábado.


El día fue largo. Con Kay nos levantamos y como era el baile formal de invierno (a propósito de Mardi Gras) partimos a comprarle un vestido en el mall de Albany. Antes habíamos caminado por Jackson's Garden entremedio de la nieve, lo que se sumó a nuestras horas de caminar por el shopping (más la cantidad de vestidos y zapatos que se probó Kay en busca de la comodidad precisa, la talla perfecta). En medio del shopping nos encontramos con Amina que me dice que ya tiene comprado el vino (la fiesta la promocionamos como "venga a tomar sangría" - y lo que alguna vez fue promocionado como "Leonardo V.'s Valentine's Birthday Bash" quedó reducido a "Fiesta Caliente" en complicidad lingüística con el español de Chile, por supuesto) y que si acaso puedo comprar el decorado para la casa. Digo que sí y nos dedicamos a eso con Kay, tras la frustrada búsqueda de una camisa roja (como es que los gringos se pueden poner tanta ropa rosada y no tener camisas rojas) y la adquisición de una corbata para mí. La corbata la eligió Kay, que no sólo despierta la primavera en mi corazón sino que además evita que me vista como un gangster, lo que parece ser mi instinto natural.
Llegamos a casa - planchar camisas, pantalones, Kay que me ayuda con la basta de mis pantalones (comprados en Virginia Beach y aún sin estrenar) mientras yo intento limpiar la casa (había trapeado el Martes, un par de pasadas de paño y fregado de muebles varios y ¡voila!) nos vamos al baile formal, llegando una hora tarde para encontrar una fiesta medio muerta y que empezó a cobrar vida al rato de que hubieramos llegado....me imagino los detalles aparecerán en el blog de Kay con el correr de los días. Ella escribe crónicas tanto más informativas que estas. Mal que mal, lo mío siempre han sido los efectos especiales en la escritura más que las narrativas inteligibles...

Tras ser saludados por mucha gente que prometía "ir a tu fiesta altiro", partimos con Kay caminando bajo el frío de vuelta a casa.Al llegar a casa - Nótese la expresión de calma inter-fiestas.

Llegamos para encontrar una fiesta medio muerta y que empezó a cobrar vida al rato de que hubiéramos llegado. Estaba Juan Canales (otro chileno en Union) y un montón de sus amigos, total y completamente desconocidos...ah, y Darcia, la mexicana.
Al rato Juan y sus 6 amigos se van y nos quedamos con Kay y Darcy y Amina y aparaciones fugaces de Katie Crosby...
y de repente empezó a gotear gente:

Un alemán y un marroquí
Una jamaicana, una koreana
Un par de checos
Gringos varios...

y de repente, el diluvio...

Jakub, Naomi, Alessandro, Mamadou, Katie Matho, Liz, Rie, Emily, Shanique, Ray, José, Jasmine, Rachel, Ondra, Jan, Ondrej, Jaromir, Niya, Marcela, Caitlin, Heather, Janielle, Cristoph, María, Viktor, Alexandra, Linda, y un cuanto hay de extras, como si en vez de regalo cada uno hubiera traído una persona que el cumpleañero no conocía...de repente miro y eramos 50, fácil.

De repente miro y Alessandro que baila con Lorlette, su ex. Alguien comenta que Alessandro es el mejor bailarín poco menos que de la historia y alguien le responde que Alessandro se ganó un viaje a México en un concurso de baile. Mamadou nos saluda a mí y a Kay al llegar, casi automáticamente comienza a ser perseguido por una rubia larguirucha y deslavada. Pasa el resto de la noche arrancando de la rubia, uno no sabe si porque arranca en verdad o porque le gusta la persecución. Katie está un rato corto, medio acto de presencia, se despide diciendo que le duele la cabeza y se queda mirándonos, como es su costumbre, por horas, a Kay a mí en perfecto silencio para la despedida. Hacemos grupo con Kay, Marcela, Alessandro y Darcia, sólo para descubrir que lo que en Chile es "cuica" en Argentina es "cheta" en México fresa y (mi revelación de la noche) en Colombia "gomela". Se canta un cumpleaños feliz. La mitad de los asistentes le canta a Alexandra que sí está de cumpleaños ESE día, la otra mitad a mí, incluído los que no me conocen. Después, la otra mitad me canta a mí mientras la otra mira con cara de qué onda. Al rato llega María, la rusa que huele a cigarro y va y viene, y va y viene, como si nada ni nadie le importara más que ir y venir. Se van unos checos, vuelven al rato con un laptop y parlantes. Dicen que quieren poner otra música, hacer un segundo ambiente. Amina hizo una lista en su ipod para la fiesta que es sencillamente matadora. Tiró primero todos los hits semi-latinos a la parrilla para ablandar a la audiencia y después lanzó todo su conocimiento bailable. Alguien apaga la segunda luz y se escuchan los "oooouuuuhh" universales. Alguien sube y la prende. Nadie pifia. Llevo 5 meses acá y no he escuchado una sola pifia. Algunos presentes: vino blanco, cervezas varias, una postal de Japón. Amina me ha comprado una mini-torta/galleta-gigantesca que no llego a probar, porque bueno, el hambre y Europa Oriental, qué le vamos a hacer. En algún momento Amina le ladra a los checos y los checos se calman. No les tiene mucha paciencia y no puedo culparla, la verdad. Gente que va, gente que viene y la cosa empieza a disiparse. Con Kay nos retiramos a nuestros aposentos y tras la puerta se escucha el batir de la fiesta. Hacia el final de la playlist de Amina, Kanye West canta "Gold Digger" (canción mal rotulada como "Heard them say" en la radio de este blog) y las 15 personas que van quedando la cantan a coro y bajan al primer piso a tomarse unas cervezas como after....ha sido un éxito, en el mejor estilo de la Language House A.


-Las fotos ya vienen...espero

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