Lo primero es lo primero (pensé): recorrí de arriba a abajo tres veces la calle Forsyth...ni vista de un grupo de seis chilenos conociendo el barrio Chino.
Lo segundo viene después de lo primero:
1) Son turistas.
2) Los turistas van a sitios turísiticos.
3) ¿Qué sitios turísticos?
-Estatua de la libertad (lejos, por ferry, hay que pagar)
-Zona Cero (la última vez que estuve ahí pasé corriendo, y queda cerca del ferry a la Estatua...muy arriesgado)
-Central Park (claaaro, porque las probabilidades de encontrar a alguien específico ahí son ASÍ de favorables)
-Empire State Building (mmmm, como el final de Sleepless in Seattle, tiene algo de sentido, hay que pagar por subir...dejarlo como alternativa para la noche)
-Times Square (gratuito, inevitable y centralizado!!!)
Lo tercero es lo vencido: Tomé metro a Times Square y me puse a esperar...
y esperé....
y esperé...
Entremedio me lancé a romper el ayuno (desde los chocolates de la noche anterior en que estaba demasiado cansado para comer algo más que un par de CRUNCHs) a un Starbucks donde alguien tuvo el tino de estar promocionando el último de los compilados de John Lennon...durante mi desolada merienda sonaron "Isolation" y "Nobody Loves You When You're Down and Out", que al menos por ironía me sacaron una sonrisa...
Una hora después me conectaba a internet en un Burguer King para mandarle un mail de socorro a Kay, contándole de mi maravilloso plan, diciéndole que la esperaría por siempre en medio de la isla de concreto.
Otra hora después mi mente divagaba...
y en ese divagar fue que me encontré pensando que la última vez que algo así había pasado yo había llamado a Chile y los papás de la Kerst me habían dicho que el vuelo iba tarde y que ella se había llevado su...
"El celular de la Kerst" - exclamó Yours Truly , cuál personaje de teleseries, en medio de la isla de concreto.
Partí a llamarla, previa compra de una tarjeta de llamados:
LV - Can I have a $5 phone card, please?
Vendedor - Fabuloso!
Fabuloso era el nombre de la tarjeta, lo que no era fabuloso era lo que rendía, pero filo. Al rato, y tras frustrados intentos teléfonicos (interrumpidos cuál película de Blake Edwards por una banda de Fusión Andina tocando en el metro de New York) logré comunicarme con Kay, fíjamos un punto de encuentro y partí...con tres toneladas menos de peso existencial sobre los hombros.
- Y si usted quiere saber lo que pasó después, tendrá que seguir leyendo este crossover en el blog de Kay.
....pero sí sabrá que tuve el gusto de volver a ir al día siguiente a Central Park y recorrerlo con Kay...las pilas de la cámara fallaron, para variar, en el peor momento y nos perdimos de muchas fotos, pero fue un gran, gran momento...sólo resumible en cosas como esta:
Kay, concentrada, evocándome en medio de una partida de ajedrez imaginaria...
¡Al punto de hacerme aparecer!Así de abrigados, el observador cuidadoso notará mis dos chaquetas, dos bufandas, y mi empuñada mano en un día en que, la verdad-la verdad, tanto frío no hacía. New York no deja de ser bastante más templada que Schenectady....como se verá más adelante...
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