martes, 16 de noviembre de 2010

Bleep - Bleep - Bleep - Bleep

Con pulso regular y signos vitales estables, [El Autor] de este blog se recuesta en su cama y entra en un trance de escritura semiautomática del que no puede realmente hacerse responsable. Se podría decir que su escritura consciente yace en un profundo coma, mientras su cuerpo emite reflejos impulsos eléctricos que hacen posible la producción de estas líneas.

Le pasó por pasar de largo editando videos. Le pasó por quedarse dormido a mediatarde (2 horas) y hacer de eso el único sueño en un día entero. También por errar el cálculo en sus raciones de alimentos y tener un día de esos con pródigos intercambios electrónicos con diversos personeros. También porque los sistemas le jugaron una mala pasada y se halló teniendo que comprar un pendrive de emergencia para poder traspasar su archipesada presentación. En el apuro no pudo aplicarse su dosis de cafeína de los lunes. Después hizo una tutoría y trámites diversos en la biblioteca. De alguna forma se las ingenió para llegar al metro...

Al salir del metro todo era distinto, la noche estaba tibia y el viento soplaba refrescando en la justa medida, transportando los aromas de las hojas caídas y la tierra húmeda. [El Autor] se sintió rejuvener y olvidó su cansancio para caminar lento, lo más lento posible esas dos cuadras hasta su casa, respirando profundo y delicioso. Ahora, yace tumbado, estable, pero su día ha terminado.

La presentación misma fue un moderado éxito. Dado ciertos contratiempos de programación del curso, encontró su presentación cortada en dos y habrá de terminarla en dos semanas más. Lo que no hizo que su dicción fuera menos impecable, su retórica apasionada; y si le permitió cerrar, ante el aplauso de la popular, con una de sus expresiones favoritas:




To be continued...

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