lunes, 15 de noviembre de 2010

Desde detrás del sofá.

Por allá por los 60s se supone que los niños de la Gran Bretaña veían un programa de televisión llamado Doctor Who, el cual trataba de las aventuras en el tiempo de un alienígena bien particular, el que siempre tenía un acompañante humano. A veces más de uno. El show además solía ser de lo más terrorífico, con androides de voces perturbadoras y horribles, horribles criaturas. De ahí que se acuñara el término "verlo desde detrás del sofá" para describir la experiencia colectiva de miles de niños de la Gran Bretaña de los 60s. 

Alguno de estos niños crecieron y algunos incluso se hicieron cargo de que el buen doctor volviera a la televisión. Con la mano más cargada hacia el sci-fi y la entretención familiar, eso sí, el doctor comenzó a reflejar otros tiempos, como era su costumbre. Y así como Tom Baker durante la segunda mitad de los 70s se alzó como un doctor que atravesaba por diversas experiencias de estado de conciencia alterada, Christopher Ecclestone, David Tennant y Matt Smith han pasado por aventuras más o menos dedicadas a entretener, ciertamente no a asustar. 

Hoy tuve un día tranquilo, moderadamente productivo. Avance un poco en los 55 Cabos Sueltos aquellos y salí, en modalidad peregrinación, hacia Sherindan Circle, la rotonda donde Orlando Letelier y su asistente fueron asesinados de un bombazo en su auto el año 1976. Tengo que presentar este martes sobre La Batalla de Chile y la labor documental de Patricio Guzmán así es que decidí que una experiencia moderadamente shamánica me vendría bien. Me vino bien en efecto. Lo que sí, al final del día me dolía la cabeza de tanto caminar, poco comer y darle vueltas a muchas, muchas cosas. Así es que no tuve cabeza para volver a ver las tres películas (mañana, en la biblioteca, día del encierro y trabajo) y llegado a casa me dispuse a ponerme al día con el doctor de Ecclestone, a quién nunca terminé de ver. 

A mitad de camino del tándem The Empty Child/The Doctor Dances me hubiera gustado tener un sofá cerca. 

Puede haber sido el cansancio del día, de la semana, de las últimas tres semanas o de la vida en general, pero caí redondito ante el manejo de cámaras y los niños con máscara de gas. La primera aparición del capitán Harkness (¡Niños!¡Hay una foto de él más abajo en este blog! Todo empieza a tomar forma) pasó como agua, aunque sí tiene algunas de las mejores líneas del segundo capítulo (Who looks at a screwdriver and thinks "Oooh, this could have been more...sonic"??).

En fin, buena forma de terminar el fin de semana. Ahora a leer, sólo un poquito antes de dormir. Mañana es un día largo. De los mejores, de esos con encierre en la biblioteca y poco más. Mientras tanto y para calmar los nervios, sacado, sólo por esta noche, del soundtrack de The Empty Child, Glenn Miller y su orquesta. - Moonlight Serenade. Si usted tiene el tiempo, busque un compilado de Glenn Miller con Moonlight Cocktail, Moonlight Serenade y Sunrise Serenade, en ese orden. Proceda a escucharlas con la persona de su afecto, en ese orden. Disfrute. 

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