lunes, 8 de noviembre de 2010

Nos quedamos pegado viendo: Torchwood - Children of the Earth

Porque no podía ser de otra forma, supongo. Pasadas las dos temporadas de Torchwood, me quedaban esos cinco capítulos, especiales de una hora, en que terminaba el ciclo de Gales de la agencia de investigación extraterrestre esa. Era una deuda pendiente y me dispuse a ver el capítulo uno, teniendo sólo como referente el que cada capítulo tenía lugar en un día y también sabiendo lo que sucedía al final con el favorito de todos, el señor Ianto Jones.

El primer capítulo es tan pero tan bueno que de inmediato supe lo que iba a estar haciendo durante las siguientes cuatro horas.
A ver cómo salimos de esta,
es precisamente lo que está
pensando el bueno de Ianto.
Las buenas ideas de la primera temporada y lo zonza que fue la segunda encuentran su razón de ser en esa primera hora. Con los personajes establecidos, todas sus zonas de comodidad son desarticuladas y explotadas. El set-up clásico, de los que más me gustan, la verdad: poner a los personajes en la peor de las situaciones imaginables. A ver cómo salen de esta. Así, cualquiera se queda pegado por un rato más.
El día dos da miedo. Todo lo que no guarda relación con el trío (o cuarteto) de protagonistas funciona bien, aunque los habituales decepcionan un poco y el guión de Russell T. Davies tiene un poco de lo más malo de la segunda temporada y los miembros de Torchwood corren el serio riesgo de romper con el verosímil. Lo salvan las metáforas de persecución y paranoia, la construcción de una feble analogía política. Y el suspenso, claro. Quizás a sabiendas de que este sería el punto más bajo, el guión se apuntala un suspenso fácil y efectivo. Los aún invisibles alienígenas articulan a través de millones de bocas "we are coming back. tomorrow", quizás queriendo que el televidente haga eco de esas palabras, como una suerte de mantra del rating. We are coming back tomorrow.
El día tres es tremendo. Quizás el mejor manejado de todos. Si los dos primeros capítulos habían jugado con no mostrar, este muestra, seductoramente. La aparición del enemigo visible, en un primer nivel, está manejada que da gusto. Y susto. Y tensión. Cuesta creer que el capítulo dure una hora como todos, los minutos se estiran cuando el representante terrestre confronta a los recién llegados alienígenas. Y hay veinte minutos al medio del episodio que hacen bien todo lo que El Día de la Independencia hizo mal. Todo. Puntos de bonus por mostrar personajes reaccionando humanamente ante lo desconocido. El único personaje bi-dimensional aquí es el bueno de Jack Harkness y nadie le quita ese sitial.
Nuestra pareja favorita, por más que uno sea demasiado bueno para el otro.
El cuarto episodio vuelve a hacerlas de peripecia y de nuevo es débil, al menos en lo que a desarrollo de trama compete. No pasa nada mucho pero, eso sí, queda claro que se invente la criatura que se invente, nada más malo que el ser humano. Como en los mejores capítulos de las temporadas anteriores, siempre los villanos más terribles son los más sencillos. Hoy: políticos y militares. Qué más temible.
La serie cierra con una victoria pírrica. Cierra también con un par de alusiones al Doctor que estaban un poco de más y distraen. Uno se queda pensando si acaso Davies y su director tutelado, Euros Lyn, no usaron esta serie y este episodio en particular para ensayar su despedida de Doctor Who en cosa de meses. Aparte, al mencionar al Doctor, se quiebra la tensión dramática y uno no puede evitar pensar que, de estar ahí, habría resuelto la situación en media hora y después se habría ido a comer con los aliens en cuestión. Lección del día: cuidado con subestimar tu propio drama.
Oh, los misterios de la caja azul. Siempre una caja azul.
Con todo, Children of the Earth es un buen cierre a las aventuras de Torchwood Galés. Buena caracterización, algunos personajes secundarios para el recuerdo. Varios, la verdad sea dicha. Cuando se propuso generar suspenso y tensión lo logró. A la hora de terminar y resolver se anduvo quedando medio corta, como suele pasarle a los guiones de Davies, pero aún así, la experiencia recorrida termina pesando más. Se sabe, la cuarta temporada será una coproducción Anglo-Americana y se filmará en locaciones alrededor del mundo. Quién sabe qué va a salir de eso. Mientras tanto, queda claro que la moraleja de la serie es que mientras más insípido y/o hijo de puta se es, más posibilidades se tienen de salir adelante en esta vida. Qué lindo ¿no?


A modo de bonus track, y como no pensaba originalmente escribir este post con tanto detalle y tan poca sustancia, he aquí los apuntes tomados por [El Autor] entre capítulo y capítulo, desde el momento en que le quedó claro que iba a ver la serie de una y que después se dedicaría a tipear.
DAY 1 - Tremendo set-up, clásico. De los que más me gustan, el equipo puesto en la peor de las peores circunstancias. Y esos niños asustan.
DAY 2 - Un poquito desilusionante, la salida clásica de Torchwood segunda temporada. Algo de trabajo con los personajes y los niños siguen asustando. Trabajo de persecución y paranoia.
DAY 3 - La tensión al punto máximo. La llegada de los 4,5,6 no pudo ser mejor maneja, esa escena cn Frobisher y la caja es increíble. Ayuda tener un personaje como Jack Harkness y poder aludir a un pasado que no se muestra.
DAY 4 - El contrapunto, más de Torchwood series 2, Jack mete la pata, como siempre. Un par de muertes significativas pero ¿no se está alargando un poco todo eso? The 4,5,6 siguen dando el susto que los niños ya no dan. Ah, y como en los mejores capítulos, los más malos de los malos siguen siendo los humanos. Quizás la mejor fortaleza de Torchwood.
DAY 5 - De las pírricas. Retribuciones. Ensayando el final del Doctor. Y porque es que no hay que mencionar al doctor. Y JAck como el hijo de puta que es nomás.
Y a modo de segundo bonus track quería poner una canción ad hoc, pero no encontré ninguna. Si la hubiera sería esas del corte del tercer disco de Keane mezclado con el Final Cut de Pink Floyd: una canción semi-llorosa, algo cliché, pero con un gustillo a metal oxidado para darle realidad y redimirla.
Mi canción del día Lunes es Rezo por Vos de Charly García, pero sobre eso habrá detalles más adelante.

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