miércoles, 29 de diciembre de 2010

Mirando por la ventana hacia adentro.

En la casa de los Tagarelli. Sentado al lado de un árbol de Navidad con todos los decorados del caso (varios hechos a mano por las niñas cuando aún eran niñas - mi favorito no deja de ser el de Harry Potter preparando una poción ante la atenta mirada de Snape), en un pueblo pequeño, con el silencio apenas interrumpido por la guerra de nieve de las vecinas en la mañana. Así, el tiempo se sigue deformando y me sigo saliendo de él.
En el sillón de al frente, Liz revisa un álbum de fotos. Hay un silencio que no es incómodo. El par de hijos únicos. Pero el tiempo parece no estar moviéndose. Es Navidad, quizás en esta casa sea por siempre Navidad.
Esta es mi postal del día.


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