sábado, 12 de diciembre de 2009

Rasgos distintivos

Después de dar el GRE me corté el pelo. Esto sucedió un día lunes y sucedió coordinado por las fuerzas del destino, más o menos así: Tras la prueba partí a comprarme un sombrero de reemplazo para el que la horda de jóvenes bacantes destrozó por allá por Abril. Fui a la misma tienda donde todo había empezado, más o menos un año atrás. El tipo de siempre me atendió con más desidia de la de siempre y cómo tenía tan pocas ganas de vender, terminé por no comprarle nada. Mejor así. Aproveché de ir a golpear la puerta de mi peluquero, tentando a la suerte. Si tenía una hora libre, bien y si no, bien también.
Y claro, tenía una hora libre. Una hora y media. Entre dos clientas muy especiales, para las que había abierto un día Lunes. Por primera vez en cinco años, me ha dicho. Eso sí, voy a tener que esperarlo diez minutos ¿me importa? Cinco años, diez minutos. Cuando uno descubre el sentido por el que transita el universo, hay que ser bien necio para cruzar con roja. Así es que espere.

El día Jueves, alguien a quien me encanta querer me dice "Casi no te reconozco con el corte de pelo". Horas más tarde, alguien a quien me encanta odiar me dice "Casi no te reconozco, con el corte de pelo ¿Es hora de trasquilarse o descubriste la mejor solución para la pediculosis?". Supongo que mi pelo es uno de esos rasgos distintivos.


Y ahora preparo mi CV, mi resumé, mi lista de rasgos distintivos que dicen "Yo soy el que soy y yo soy quienes ustedes quieren que esté a su lado por los próximos años". Esta es mi vida y la he construído de forma tal que este, el siguiente paso, es natural, obvio y no ha de serme negado. Acépteme, por favor. No se arrepentirá.
Los paralelos entre una postulación académica y las relaciones de pareja son tantos y tan obvios que me da no poca verguenza explícitarlos aquí. Déles una vuelta usted mismo. Palabras claves: humildad, compromiso, humillación y soberbia. Dije "paralelos" en plural e independencia. Piénselo bien.


CANCIONES VICTORIOSAS

Existe un número no menor de hombres que, antes de un evento importante en sus masculinas vidas, leáse un partido de fútbol importante, comienzan a prepararse horas antes buscando el soundtrack preciso, aquél que les inspire y les dé ánimo. Yo, que busco el soundtrack preciso para cada momento, teniendo en claro que muchas veces el silencio es la respuesta, no le hallo nada de vergonzoso ni malo en particular. Curiosamente, el dato estadístico lo he recabado de la boca de pololas, novias y señoras de amigos, las que en un afán de humillar a sus consortes me han dicho cosas como:

"¡Raúl siempre escuchas las mismas canciones antes de venir a jugar!".

o

"¡Daniel se levanta los domingos con la canción de Rocky!"

o

"¡Gabriel tiene un CD de "Canciones Victoriosas"!!"
seguido de un

"se lo regalé yo".


Y de inmediato uno de los dos se sonroja. Él o ella, yo me sonrió nomás. La canción victoriosa que escuchas hoy es el himno de la derrota y la nostalgia de mañana. Como "Don't stop believing" de Journey, que el CDF se encargó de asociar con la final que ganamos, pero perdimos a penales. Y que era el himno de fin de fiesta en Union. ¿Qué es una canción victoriosa? ¿Cuáles son mis canciones victoriosas de estos días?

No sé. No respondo. Es un poco muy simplista la categoría. Caen en ella las canciones que te levantan el ánimo, que suelen ser del pop más burdo o más gay o más burdamente gay. Están las que te sostienen una vez que llegaste al zenit, que están ahí entre el pop y el rock. Están las que te sacan del bajón y las que te ayudan a mantener los sentidos prestos, atentos.
¿Es "Waiting for the Miracle" de Leonard Cohen una canción victoriosa?



Quizás no, pero es del hombre que nos dió "Beautiful Losers". Eso lo explica todo.

2 comentarios:

Posmoderna dijo...

Un corte de pelo siempre va bien, aunq hay veces que los peluqueros enloquecen y te dejan una escoba por pelo.
No sabia que los hombres oian canciones para iniciar sus ritos deportivos ajajajaj

LV dijo...

Las mujeres tienen al menos ese amplío rango de posibilidades en los que el peluquero puede enloquecer. Mi peluquero de los últimos 14 años hace bien su pega, pero rara vez se atreve a innovar...yo le digo "vuélvete loca, vuélvete loca", pero parece que el hombre sabe todo lo mal que podría terminar eso.

Y sí, se estila escuchar canciones rituales. Incluso, he sabido de gente que tiene bandas sonoras especialmente diseñadas para escribir creativamente o ensayos académicos... son todo un éxito.